Novia En Alquiler

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🎶Queridos hermanos

Continuemos con esta boda

Si hay alguien presente

Que se oponga a este matrimonio

Que hable ahora o calle para siempre

¡Yo me opongo!🎶

^^^Aventura^^^

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...CORA...

Llegó el día de la boda, a mi llegada a Florencia me recibió en el aeropuerto fue Paolo, quién además me llevó al hotel 🏨 en dónde me estoy hospedando y —Dios!—, ese semejante galán está sacado de revista. Eso no hay duda.

Retomando el asunto, Franco no pudo recibirme, pues lo que me dijo su primo está arreglando unos asuntos de su boda que será interrumpida en unas horas. No se crea estoy muy nerviosa y ansiosa, lástima que Martina no me acompañó en este viaje —es mi asistente que me ayuda en mis viajes—, pues la pobre se enfermó a último momento y yo debía cumplir con este compromiso.

Aquí voy camino en un carro de lujo rumbo a un club muy prestigioso y reconocido en Florencia en él hay una capilla al aire libre de arquitectura renacentista en donde se llevará a cabo la ceremonia.

Vi a Paolo quién de manera disimulada me hace señas y veo al novio, sin duda que es mucho más sexy y atractivo en persona que por videollamadas pero no sé su aspecto físico es algo distinto está más corpulento y su piel es más oscura, más bien es color canela. Bueno es que la proyección de imagen de la computadora nos hacen distorsionar un poco.

Ahora entre en acción, y sin duda esto es una de las escenas desdichas favoritas de las telenovelas. Ese momento en el que el sacerdote pronuncia las palabras infames “que hable ahora o calle para siempre” yo una amante ofuscada irrumpí por la entrada principal de la capilla, caminé de manera apresurada al pasillo central entre los bancos de madera oscura y grito ante los rostros de sorpresa de los invitados: 

—Cora: mi oppongo! (Yo me opongo!)—, dije fuerte con firmeza.

Por sana curiosidad. Para ver si pasa como en las telenovelas, en las que utilizan este giro narrativo para retrasar la boda 400 episodios más tarde. Confirmado! Eso ocurrió, tal cual, la situación se volvió de drama y desconcierto; aunque por dentro siento algo de culpa por arruinar a alguien el día más feliz de su vida. Sin embargo, esto es trabajo y para eso me contrataron.

El sexy y atractivo italiano, Franco y su novia Chiara de manera simultánea se giraron y me examinaron de pie a cabeza, pues al llevar un vestido despampanante para la ocasión sus caras eran todo un poema. Debo admitir que Franco su actuación fue perfecta y el fue quien habló primero.

—Franco: Chi sei? E perché hai interrotto il mio matrimonio (Quién eres? Y por qué interrumpe mi boda)—", habló con voz alta y gruesa que retumbó el lugar.

Pero no entiendo se supone que él iba reconocerme de una vez apenas que él me viera entrar a la capilla y decir esas palabras de objeción.

Que más quedó le seguí la corriente.

—Cora: Amore, sono Cristina la donna che ami, sono venuta per combattere ciò che è mio e impedire questo matrimonio assurdo (Amor, soy Cristina la mujer a quien amas, vine a pelear lo que es mío e impedir está absurda boda), dije serena pero firme.

Ante semejante impresión inesperada, lo más común es el estado de shock: Se hizo el silencio. El silencio absoluto y sepulcral pero a los segundos las mormuraciones también se llenaron en el lugar. De manera inmediata uno de los invitados se levantó con su celular en mano y gritó.

—Invitado: Sei un misero Franco, lei è la tua amante (Eres un miserable Franco ella es tu amante)—, espetó el joven de al menos de mi edad.

En cuanto comenzó a hablar, otro hombre de edad mayor pero fuerte, —me imagino que es el abuelo de la novia—, desde el otro lado de la capilla le gritó:

—hombre: Stai zitto, Brando, che cosa stupida da dire (Cállate la boca, Brando, que estupidez estás diciendo?)—.

—Brando: La verità è che quella donna che c'è è l'amante di Franco. Ecco le prove nonno (La verdad, esa mujer que está allí es la amante de Franco. Aquí está la evidencia abuelo)—, le hace entrega el celular.

Mientras que Franco y la novia quedaron estáticos en el atar. La mujer solo negaba con su cabeza y se llevó sus manos temblorosas cubriendo su rostro.

Franco trataba de acercarse pero ella se alejaba de él. Y grita de nuevo:

—Franco: È falso, non ho un amante

(Eso es falso yo no tengo una amante)—, espetó a un molesto que en verdad me dio miedo. Yo me quedé en el medio del pasillo aún y vi como ese semejante hombre y bien enojado se me acercó a mí y me toma de ambos brazos y me sacudió con fuerza y me dice con voz demandante.

—Franco: Chi cazzo sei? Perché vuoi finire il mio matrimonio (Quién mierdas eres? Por qué quieres acabar con mi boda)—, me gritó.

Al detallar cada expresión de su rostro no sé vi más que una actuación. Vi asombro y desconcierto en él. Y pensé en unos milésimos de segundos tal vez esto sea una broma de mal gusto.

—Cora: Cos'è l'amore sbagliato? sono Cristina (Qué te pasa amor? Soy Cristina)—, insistí de nuevo y mantener mi actuación delante de todos.

El hombre frunció más el ceño y su mirada se tornó más oscura y solo me empujó que casi caí al suelo.

En eso la novia dejó de llorar y se acercó a nosotros y en sollozo poniendo el celular en la cara de Franco.

—Chiara: Mi hai ingannato Franco D'amico come hai potuto farmi questo. Sei il peggiore (Me engañaste Franco D'amico cómo pudiste hacerme esto. Eres lo peor)—, le tira el celular en su cara y antes de salir corriendo de la capilla grita en desgarro.

—Chiara: Il matrimonio è annullato! ( La boda se cancela!)—, sale

Sin saber muy bien qué hacer, alguien me tomó del brazo y me sacó de muy deprisa por una salida lateral de la capilla llevándome al carro en donde me trajeron indicando al chófer que me dejara en mi hotel.

Durante el trayecto no dejaba de pensar lo acontecido. Sentía una opresión en el pecho y me sentía utilizada y engañada, y por qué? Si me contrataron para eso, para ser una amante de mentiras, de alquiler.

Pero nunca imaginé que hacer eso iba traer graves consecuencias ahora en adelante en mi vida.