A pesar de sus reservas iniciales, la conexión emocional y la química entre Nick Evans y Dayanne Wilson, es tan poderosa que los lleva a experimentar un deseo incontrolable de estar juntos. Esta sensación de atracción abrumadora los impulsa a explorar sus sentimientos y a desafiar sus creencias previas sobre el amor. Pero la situación entre ambos, se complicará por las propias inseguridades de Dayanne relacionadas con la intimidad, lo cual le impide entregarse por completo, aún cuando siente un deseo irrefrenable por Nick. A pesar de la intensa atracción que ambos experimentan, Dayanne lucha internamente contra sus propios temores y barreras emocionales que le impiden abrirse completamente a Nick y a la posibilidad de una relación significativa. Esta dicotomía entre el deseo abrumador y las inseguridades personales de Dayanne crea una tensión emocional que será crucial para el desarrollo de su historia juntos.
Los invito a leer esta hermosa historia de amor y superación ¡Disfrutenla!
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CAPÍTULO I COINCIDIENDO POR PRIMERA VEZ
Nick Evans es un inversor financiero, de 37 años, tiene una pequeña empresa reconocida por la bolsa de valores donde invierte capital con el objetivo de obtener beneficios, y para su fortuna, le ha ido muy bien.
Evans, es catalogado como un rompe corazones, pero nada está más alejado de la verdad. Sin embargo, él aprovecha esa mala fama que le han inventado para mantener justamente a esas mujeres que lo han hecho, alejadas de él.
Por muchos motivos, la imagen que tiene del género femenino no es el mejor, él considera a las mujeres unas oportunistas e interesadas. En una ocasión estuvo enamorado de una mujer que pensó era el amor de su vida, sin embargo, amargamente descubrió que ella no sentía lo mismo por él, cuando atravesó una posible crisis financiera y ella no dudo en irse. Aunque no pasó a mayores, eso le permitió darse cuenta quien era ella en realidad y sobre todo, porque estaba con él.
Nick es inglés de nacimiento, pero ha optado por cruzar el continente e invertir en Estados Unidos donde vive desde hace unos cuantos de años. El día de hoy, va camino a visitar una ingeniera comercial que dirige su oficina en Boston , una mujer aparentemente muy inteligente que tiene una visión concreta del mercado y ha diseñado y ejecutado con su aprobación planes de negocio bien efectivos, que le han generado bastante rentabilidad a corto y mediano plazo a su inversión inicial, lo que lo tiene además de sorprendido, muy contento por los cuantiosos beneficios que ha obtenido en tan poco tiempo.
. - ¿Cuánto tiempo es que tiene esta mujer con nosotros Steven? – Le pregunta a su socio y buen amigo Steven Davies.
. – El tiempo que llevamos generando esa inmensas ganancias hermano… - le responde este mientras continúa hojeando las estadísticas que lleva impresa – Cada plan ha sido aprobado e incluso por premura se ha atrevido a invertir sin consultar.
Ciertamente para ello le habían otorgado licencia, ya que este negocio es así, como también se gana se pierde, pero hay que arriesgar. Para fortuna de ellos, la ingeniero ha sabido muy bien dónde hacerlo y cómo.
. – Cuatro meses – Concluye admirado de que en este tiempo, su porcentaje de ganancias ha crecido considerablemente gracias a ella y a sus estrategias de negocios – Es todo un cerebrito esta mujer…
Nick sentía curiosidad como seria la dama en cuestión, pero especialmente quería conocer la fórmula innovadora que ella estaba utilizando para favorecer de este modo la rentabilidad y posición competitiva de la empresa.
. – Lo es, y desde ya te digo que debemos cuidarla, no nos podemos dar el lujo de perder semejante recurso Nick… no, no, no ¡Esa mujer me ha hecho muy feliz!
. – Jajaja, mientras no te enredes con ella, todo estará bien. ¡Le tengo una propuesta que dudo rechace! – Dijo Nick convencido de que con eso la mantendrá trabajando para él.
. – ¿Porcentaje de inversión además de los bonos?
. – Exactamente, una gran ganancia para ella, ¿Quién se puede negar a eso? Además siendo tan inteligente, sabe la oportunidad que eso representa…
. – Claro, puede comenzar a invertir también… ¿Y no te da miedo que luego quiera independizarse?
. – No, no sería egoísta de cortarle las alas, y para eso faltaría mucho, y si ocurre, podemos incluso asociarnos…
. – Pues sí, la cosa es que ya ha inflado bastante nuestras cuentas…
. – Pero no te vuelvas loco, y sigue mirando las ganancias, no la inversión… - Le aconsejó como siempre a su amigo.
. – Sí ya aprendí la lección viejo, la inversión no se toca… - Aceptó Steven, pues en una oportunidad por un mal dato, invirtió sin consultar con Nick y casi se va a la quiebra.
. – Y las ganancias tampoco se despilfarran, menos en mujeres… - Sentenció nuevamente Nick con tono hosco, pues su amigo es un pica flor sin remedio que se deja manipular por un bonito cuerpo, y por lo general termina exprimido.
. – Ah no vayas a empezar con eso… -
Comenzaron a conversar al respecto, y el auto que se había detenido en el semáforo, después de unos segundos justo cuando cambió la luz, y el chofer iba a ponerse en marcha nuevamente, un motorizado se les adelantó convencido que iba a alcanzar pasar antes, pero como iban en la misma dirección fue inevitable el contacto entre los dos transportes.
El auto, golpeó la rueda trasera haciendo que el piloto de la moto perdiera el control y cayese al suelo rodando con su motocicleta una buena distancia.
. - ¿Pero qué demonios? – Preguntó Nick al sentir el latigazo por el frenazo que dio el chofer.
. – Lo siento señor, hemos chocado con un motorizado.
. – Tenía que ser, ellos y su puta imprudencia siempre – Soltó con firmeza saliendo del auto y observando cuando la persona que piloteaba la moto, golpeaba el piso con rabia.
La chica estaba frustrada, pues en poco tiempo tendría una reunión importante y le pasaba esto justo ahora, cuando por acudir a un llamado de su padre, pensando que lograría llegar a tiempo, y fue todo lo contrario. Poco a poco se levantó, sintiendo que su codo y pierna ardían por el roce del pavimento al rodar. Lo único que rogaba es que su motocicleta pudiera encender y que los involucrados no se pusieran intensos.
Terminó de ponerse de pie con dificultad al escuchar las pisadas que se acercaban… Nick al observar la silueta de la persona que se levantaba evidentemente adolorida, supo que era una mujer.
. - ¿Acaso estás demente? – Le reclamó Nick con excesiva dureza al llegar hasta ella – Eres una irresponsable, pudiste haber muerto o que alguien más lo hiciera… - Continúo señalándola.
Ella era consciente que había sido una imprudencia de su parte, pero si algo le molestaba era que le hablaran con altanería y mucho más que la acusaran de loca… con rabia y dolor contenido se quitó los guantes, los metió en el bolsillo de su pantalón negro y luego comenzó a quitarse el casco para enfrentar el prepotente hombre que le habló con tanta dureza.
Cuando lo hizo y se volteó a mirarlo, los tres hombres que estaban allí se quedaron atónitos con la inesperada belleza de la mujer, que así vestida toda de negro se veía más joven de lo que realmente era.
. – En primer lugar no estoy loca… – Se paró con altivez frente a los tres - Y en segundo, fue un accidente…
. – No fue un accidente, fue claramente una imprudencia que pudo traer graves consecuencias – Nick se negaba a que la presencia de esa mujer lo descontrolara como era el caso de Steven que no dejaba de sonreírle como idiota, y el chofer de mirarla embelesado.
. – Pero no las hubo, y me disculpo… - Dijo sinceramente reconociendo su error – Y si su auto sufrió algún daño yo me comprometo a correr con los gastos de reparación…
Nick volteó los ojos, suponía que esta chica no era otra que una cría de esas a quienes sus padres complacían con todo lo que pedía sin medir las consecuencias de los actos, sino al contrario, tapándole cuanta cagada hacían…
. - Claro, supongo que terminaré comunicándome con sus padres… - Ahora fue el turno de la chica hacer un gesto de burla…
. – No señor, yo soy bastante capaz de responder por mis actos ¿Quién de los tres es el dueño del auto? – Ya suponía que era con quien hablaba, puesto que los otros dos no habían gesticulado una sola palabra, sino que estaban allí como autómatas sin dejar de mirarla – Mire, debo irme, si me facilita su número, le garantizo que lo llamaré hoy mismo, para que resolvamos el daño.
Nick no confiaba en lo que ella decía, así que decidió no continuar perdiendo el tiempo en una causa perdida, además él también tenía cosas más importantes que hacer…
. - No se esmere tanto – Le dijo con sarcasmo que ella muy bien captó como una actitud de desconfianza hacia ella, por lo que levantó los hombros, era su problema si no confiaba en su palabra – Además, creo que su motocicleta se ha llevado la peor parte…
La chica volteó a mirar su adorada moto y rogó que no, varias personas que estaban observando el altercado, decidieron levantarla y probar si encendía, cuando ella escuchó el motor, sonrió agradecida, y el joven que hizo la prueba le devolvió la sonrisa.
. – Entonces me retiro señores… - Le anunció
. – Si claro, aquí no ha pasado nada… - El sarcasmo de Nick fue evidente.
. – Bueno, pero a usted quien lo entiende, no quiere aceptar que me haga cargo de los gastos, ¿Entonces?
Ella esperaba que no se le ocurriera proponer llamar a los fiscales de transito…
. – Ya vete, continua con tu imprudente vida, eso sí, no te vuelvas a cruzar en mi camino, porque la próxima vez no te perdonaré…
“Que idiota” pensó la hermosa mujer, pero se negó a responderle, simplemente le dedicó una mirada fulminante y caminó hasta su amada motocicleta.
. – Gracias – Le dijo con suavidad a los jóvenes que aún estaban al lado del vehículo, apreciando su belleza y el cilindraje. También les pareció increíble que esa mujer piloteara tal aparato…. Y así mismo estaban los tres hombres que dejó atrás.
Gracias y bendiciones.
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