Amargas Mentiras

Cuando él se enteró de que Ivana no estaba asistiendo a la universidad, contrato un investigador privado y cuando descubrió que se encontraba en la cárcel, el Sr. de la Vega se presentó en el reclusorio, No obstante, cuando lo hizo ya era muy tarde, media hora antes de que él llegara Ivana había sido llevada al hospital debatiéndose entre la vida y muerte.

De la Vega Movió cielo y tierra para qué le salvarán la vida a Ivana, él no permitiría que ella muriera siendo tan joven.

Por cosas del destino Ivana no aborto ese día, pero la paliza que recibió le dejó consecuencias, la joven tuvo un embarazo riesgoso, ella pasó siete meses en reposo de lo contrario habría perdidos a sus bebés.

Simón pagó la fianza para que la joven no volviera a la cárcel, también dejó muy claro que arremetería en contra de quien diera alguna información sobre Ivana. Cuando la dieron de alta, el señor de la Vega la llevó a vivir a su mansión en donde la acogió y le dio su apellido y desde entonces él se convirtió en el protector de Ivana.

De vuelta en el presente...

Mientras caminaban Simón volvió su mirada hacia Ivana. _¡Nena si te llegaras a sentir incómoda solo házmelo saber!

La joven solo asintió con la cabeza y continúo caminando y antes de entrar al salón de eventos fueron rodeados por periodistas que comenzaron a indagar por su relación.

Sr. De la Vega

¿La señorita que lo acompaña es su novia? Preguntó una atrevida joven a lo que Simón contestó.

-¡Me encantaría tener a mi lado una joven tan hermosa como ella! _¡Esta noche la señorita es solo mi acompañante!

Tras contestar miró a la mujer que se encontraba a su lado y le mostró una gran sonrisa.

Ellos contestaron un par de preguntas más antes de poder entrar al Salón.

Felipe y Sara llegaron a la misma mesa en donde se encontraba Alexander.

El joven no lo ha perdonado por lo que hizo; sin embargo, se mantiene cerca de Alex, esperando el momento justo para hacerlo pagar por el daño que le hizo.

En la entrada Simón hizo su gran aparición, y fue recibido por fuertes aplausos, todos los presentes buscaban lo mismo, conseguir el contrato con el señor de la Vega.

La presencia de Simón también atrajo la mirada de Felipe, he Instantáneamente sus ojos se posaron sobre la hermosa mujer que acompañaba a Simón, y por primera vez en siete años apareció una leve curva en la comisura de sus labios, el CEO lleva años buscando a la mujer que le robó el aliento y las ganas de vivir.

La misma que ayudó a su primo a acabar la vida.

Por su parte Alex miró con temor a su primo y de inmediato Exclamó;

-¡Ya valimos!

Alex todavía recuerda con claridad cómo fue que traicionado a la muchacha que se supone era su amiga. Él la había enviado a la cárcel y justo cuando estaba a ahí la madre de la joven falleció, ahora cree que será imposible lograr el contrato con el Señor de la Vega.

De pie en la entrada Ivana miró a su alrededor buscando a las personas que le hicieron tanto daño, la joven sabía que los primeros en ser invitados fueron los Brown.

Ivana le ha pedido a Simón que los invitara a participar en la licitación, ya que ella misma será quien se encargue de dirigir este nuevo proyecto.

La hermosa joven se acordó al oído de Simón y le informó que los Brown ya se encontraban presentes, el acto hizo que todos pensaran que ellos dos eran una pareja.

Pero Simón la respeta mucho y la ve como si fuera su propia hija.

El Sr. de la Vega, camino junto a la joven en dirección a la mesa de los Brown, él nunca había cruzado palabra con ninguno de ellos, sin embargo, les guarda un gran rencor por lo que le hicieron a su protegida, y al que más odia, es al padre de los hijos de Ivana, esto porque ella, le dijo que fue Felipe quien la mandó a matar cuando se encontraba en la cárcel.

Alex observó que ellos se acercaban a la mesa y como la gran rata que es, dejó solo a su primo.

Al llegar a la mesa Simón sacó una silla he invitó a la joven a tomar asiento, acto seguido, le beso la mano y habló como todo un caballero.

-¡Mi bella dama el joven aquí presente es el Sr. Felipe Brown!

¿Espero que no le moleste compartir la mesa con él?

Simón nunca ha cruzado palabra con él, pero fingió saber quién era y todo para complacer a su protegida.

Ivana sacudió la cabeza y contestó;

-¡En lo absoluto!

Al escuchar la respuesta, Simón levantó la mirada y se presentó con las personas que los miraban con asombro.

Sara era la más sorprendida, ella aún recuerda muy bien el rostro de la joven que arruinó su boda con Felipe.

En el momento en que Simón presentó a Ivana dejó muy claro que ella era su protegida, él enfatizó mucho en esa palabra, para dejar saber que no permitirá que nadie la vuelva a lastimar.

Por su parte Ivana fingió no conocerlos, y en el instante en que fue presentada Felipe le sujetó la mano y por fracción de segundo, sus miradas se encontraron y esto la hizo que Ivana sintiera un frío que recorrió todo su cuerpo.

Solamente una vez estuvo en los brazos del joven y esa noche fue especial para ella, Felipe la hizo conocer las estrellas; pero resulta que desde ese mismo lugar la dejó caer y sin paracaídas la joven se llevó el peor golpe de su vida.

Tras observar cómo los dos intercambiaron las miradas, los celos se apoderaron de Sara, quien se acercó a Felipe y lo beso frente a Ivana, al observar esa acción la joven esbozó una gran sonrisa y de inmediato dijo con un tono de burla.

-¡Creo que la señora se sintió amenazada por mi presencia!

Ivana no sentía más que odio por Felipe, su regreso es solamente para vengarse del padre de sus dos hijos.

Al escuchar a Ivana burlarse de ella, la mirada de Sara se oscureció y de inmediato dejó salir su veneno al preguntar;

-¿Cuánto le cobras al señor de la Vega por una noche de pasión?

La pregunta no incómodo a la mujer, quien sin dudarlo contestó con sarcasmo;

¡Lo suficiente como para comprarme la mansión que está al lado de la playa, también me dio la limusina en la que llegamos!

Simón le lanzó una mirada feroz a Felipe y este de inmediato sujetó a Sara del brazo y le gritó;

-¡Discúlpate de inmediato!

El contrato con el Sr. de la Vega era una oportunidad que Felipe no pensaba perder solo por la lengua venenosa de Sara.

-¡No lo haré!

-¡Ella arruinó mi vida contigo, no sabes como la he odiado todo este tiempo!

-¡¡Sara, discúlpate de inmediato con la señorita!! Le gritó Felipe con evidente enojo.

-¡Está bien lo haré! Pero ella…

Antes de que terminara de hablar Felipe le gritó nuevamente.

- ¡Ella nada!

-¡¡Quiero, escuchar tu disculpas de inmediato!!