Un corazón tan marchito y podrido solo existía en el cuerpo de Teresa Novac. Emperatriz malvada que odia y humilla a su propio hijo. Sin embargo, el alma de una borracha poseé a ese personaje cruel. Dando se cuenta que el corazón de esta emperatriz es oscuro y perverso
NovelToon tiene autorización de Melany. v para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 5: Agridulce.
Mientras tanto, Teresa revisaba los informes y documentos que era de costumbre. Para ella, ya era algo conocido. Su trabajo en su anterior vida era prácticamente lo mismo. Gestionar una empresa, verificar los documentos y papeles. Verificar que todo esté bien y entre otros que era práctico en la oficina.
...----------------...
.
...----------------...
— ¿Fui muy espontánea con él?... No es normal que Teresa trabaje. ¿Invento una excusa? ¿Cómo cuál?
Excusa había muchas. Pero debía ser coherente y con razones de su cambio. Sin embargo, eso lo tendrá preparado para después. Será cuando la pregunta llegue a ella y en ese momento deberá estar preparada.
Envuelta en las ocupaciones de su sala de trabajo, firmó el último acuerdo de este día. Al levantarse, sale con intenciones de esperar al llamado del emperador, pero mientras tanto, iría a comer algo, despues de todo su estómago es diferente a la antigua emperatriz. De pronto, su mirada se cruzó con la de la Nana del príncipe, quien aguarda un semblante nerviosa.
— buen día, Tania.— dijo Teresa con cordialidad, sin dejar su tomó serio.
— buen día, majestad.
Teresa no quiso molestar a nadie en el día de hoy, pero, sintió una curiosidad por ver al príncipe. Quizás, si comienza a acercarse a él poco a poco sería una forma de trasmitirle que ya no tuviera miedo a su presencia.
— me gustaría ver al pequeño príncipe. ¿Podrías llevarme a él?"
La Nana, nerviosa, bajó la mirada, recordando la semana pasada, cuando Teresa, en un arrebato de enfado, casi golpea a Gael, en ese momento, el emperador la detuvo a tiempo.
— majestad, debe tener mucho trabajo... quizás sería mejor más tarde. Él ahora mismo está desayunando.— trató de desviar la conversación, sintiendo la tensión en el aire.
Teresa percibió su inquietud y sonrió con suavidad.
— Entiendo tus razón, por eso me acompañaras. Comí, pero aún tengo un poco de hambre.
La Nana, aún dudando, asintió lentamente. La emperatriz, notando su miedo, solo quedó en silencio. Era compartir un momento con el príncipe, no causar más inquietud. Aceptando la compañía, la Nana finalmente condujo a Teresa hacia el comedor. Grande y espacioso ocupado por solo un pequeño individuo.
Al entrar al comedor, el pequeño príncipe iluminó la estancia con su sonrisa radiante al ver a su madre. No comentó nada, acostumbrado a los regaños que constantemente la anterior le daba.
“no me digas madre en voz alta"
Recordó Teresa de las memorias de este putrefacto corazón de la emperatriz. Pero ella, dejando de lado cualquier sombra del pasado, le ofreció una suave sonrisa. Tanto los sirvientes como la Nana observaron expectantes, temerosos de este gesto de ella.
— vengo a comer contigo. No tengas miedo.
La dieta del niño era algo sencilla pero nutritiva; pan con miel y algunas frutas. Teresa, bajando la mirada al niño, quien asintió entusiasmado. Intentaba simularlo pero no podía y se encontraba así por una razón; ella no está aquí para regañarlo, sino para acompañarlo.
Un sirviente, con la esperanza de complacer a la emperatriz, se atrevió a preguntar.
— ¿Desea un poco de vino, su majestad?
“ el vino es alcohol ¿No? Un poco de eso no me haría mal... ¡No, mujer! Si bebes alcohol de cualquier tipo te volverás loca. No puedo permitir algo así ahora."
Teresa, sacudiendo suavemente la cabeza, respondió con firmeza.
— No, gracias. Solo la comida que encargué.
El príncipe comenzó a hablar animadamente sobre el paseo y que vería a los caballos.
— padre habló que me llevaría al establo... ¿Vendrás con nosotros?
— sí.— respondió seriamente.— aún eres pequeño para montar uno...
— lo sé, padre me dijo.
— pero puedes irte con él sobre uno. Así no perderás la experiencia.— su rostro se animó más de lo debido. La aprobación de ella era un logro significativo para él.
“tengo que ser paciente y esperar para hacer actividades con él. De lo contrario y es entendible, los sirvientes y hasta Howard puede malinterpretar la situación."
— me gustaría subir contigo.
— ¿Eh?— miró Teresa confundida— no, no... Tengo tiempo que no uso mi caballo. Quizás perdí la práctica... Con tu padre será más seguro.
En ese instante, Howard apareció en la puerta, interrumpiendo la espontánea conexión entre ella y el niño.
— Gael... Ya es hora de ir-...
Al ver a Teresa comunicándose con tanta efectividad y cariño con el príncipe, su asombro fue visible. La emperatriz, antes temida, parecía haber encontrado una forma de acercarse a su hijo, dejando a Howard con una nueva perspectiva de su esposa.
“¿Quién carajos cambió por otra a esta mujer?"
Pero luego recuerda lo que le dijo el doctor está mañana en su oficina.
«ella puede ser que esté diferente debido a las jaqueca. Esto se están volviendo común en este imperio. Le recomiendo que se lo tomé con calma y que ella beba los medicamentos.»
Había recordado ese momento que habló con el doctor. Le dió el razonamiento que la jaqueca produce un dolor tan severo que provoca una confusión temporal en la persona. Quizás sea por ello la diferencia de la emperatriz.
— majestad...— mencionó él.— ¿Aún se siente capaz de acompañarnos?
Howard quería estar seguro de que si ella lo haría. Al final, el doctor le dijo que podría ser temporal y que ella volvería a ser la misma. Pero que también, sería permanente ese cambio. Una excusa perfecta sin qué ella lo supiera.
— por supuesto. No me retractare de mi decisión.
Gael bajo de su silla y salió corriendo tras los brazos de su padre. Quién tenía un semblante diferente cuando el niño estaba con él. La verdadera emoción de un padre que ama estar con su hijo. Algo que hizo que en los sentimientos de Teresa fueran de manera agridulce.
Agrio por los recuerdos de su antigua vida; un padre ausente para su hijo que jamás velo por ellos aún antes de que él naciera. Y dulce porque en este momento es lo más bonito que ha podido presenciar hasta ahora.
Ambos le ofrecieron una sonrisa suave debido a que está vez, no había regaños, ni muecas desagradables por parte de ella.
...----------------...
...----------------...
Una vez que ella se fue a su lado de manera neutral. Los tres caminaron con el destino hacia el establo. Howard y Gael hablaban de manera imperativa, mientras que ella los observaba de reojo y evitaba reírse para mantenerse un poco más en la apariencia sería de la emperatriz.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Muchas gracias por leer. No olviden dejar su preciado me gusta en el capítulo. 💕