Tu Dulce Aroma

Carter no dejaba de hablar sobre la universidad a la que quería ir, de si tendría que mudarse de ciudad, de los planes que tenía su padre para él, cada tema que tocaba era sobre el futuro, pero en ningún momento lo incluía en él.

Skylar lo escuchaba con atención tratando de no perder ningún detalle de lo que decía, un buen omega estaba siempre atento a las necesidades de su alfa. Si hay algo que no se pudiera negar era la devoción que demostraba, esto no pasaba desapercibido por Carter y disfrutaba mucho de aquello. Sentirse admirado por el pequeño omega era algo que alimentaba su ego.

-Carter, se acerca ya la fecha donde debemos oficializar nuestro compromiso. - recordó mientras se rascaba la comisura del labio con nerviosismo - espero ese día con ansias, por fin podremos comenzar a vivir como pareja y te esperaré los años que tengas que estudiar en la universidad. - una tímida sonrisa apareció en los labios del omega, Carter no pudo evitar fruncir el ceño.

La sola idea de tenerlo esperando lo hacía sentir sofocado, pero el aspecto tan dulce del omega no le permitía llevarle la contraria.

-Si sobre eso, bueno aún falta un poco lo sabes. - trató de sonar animado, pero sus ojos se tornaron de un color carmesí oscuro

-Te esperaré todo el tiempo que sea necesario, te amo Carter, sé que mi destino es estar siempre junto a ti. - el brillo de los ojos de Skylar al decir aquellas palabras era cegador, el alfa lo tomó entre sus brazos y lo besó.

Primero fue un beso suave, casi desinteresado, por compromiso, pero el omega poso sus brazos sobre el cuello del alfa y abrió ligeramente su boca permitiendo que Carter recorriera el interior.

Por un instante olvidando donde se encontraban Carter presionó sus manos en la estrecha cintura del omega e intento llegar a su piel haciendo que el omega saltara y se apartara rápidamente de él.

Al verlo con los labios hinchados, el cabello levemente desordenado y la ropa un poco desacomodada solo podía pensar en lo erótico que se veía.

-N, no podemos - la voz de Skylar sonaba avergonzada, sus ojos miraban el suelo mientras se ponía de pie.

-Si, si lo sé lo siento, me deje llevar. - no podía ocultar un dejo de fastidio al decir estas palabras, el alfa estaba molesto.

Skylar lo observó por un instante y sin pensarlo demasiado se acercó hacia él.

- Cuando por fin estemos casados podremos llegar hasta el final, yo también lo deseo por favor ten paciencia. - Susurro aquellas palabras sintiéndose terriblemente avergonzado, su rostro estaba completamente rojo aun así le dio un rápido beso en la mejilla y salió corriendo del lugar.

El chófer estaba esperándolo en el lugar de siempre, se subió rápidamente en el auto y su corazón latía acelerado.

No podía creer que le haya dicho aquello, la verdad es que Carter le gustaba demasiado y no era difícil imaginarse con él llegando hasta el final, sus besos, sus caricias, todo de él le encantaba, pero cada vez que se ponía intenso, el rostro de su madre aparecía en su cabeza y hacía que se detuviera al instante. Solo pensar en ella con su rostro preocupado hacía que la temperatura bajara hasta menos uno.

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El alfa había quedado estupefacto ante aquella confesión y la repentina huida del omega, pero siempre era así. Skylar siempre lo sorprendía de alguna forma, se quedó pensando en aquellas palabras y no pudo evitar reírse para si mismo.

-Pequeño omega tramposo - susurró bajito.

Una figura femenina se acercó lentamente hacia él, ella había observado la situación desde el principio buscando algo para poder molestar al omega después.

Cuándo Carter la vio se sorprendió un poco, el rostro de ella lucia una sonrisa seductora.

-Parece que te han dejado a me-di-as - el tono de voz de la omega era coqueto.

-No sé qué creas que hayas visto, pero aquí no ha pasado nada. - Se pone de pie y avanza.

Rosaura no quiere perder la oportunidad de coquetear con el alfa y deliberadamente libera feromonas.

Un dulce y embriagador aroma a flores rodea al alfa que se queda de pie deleitándose con el olor.

-Sabía que te gustarían, él aroma de mis feromonas es simplemente cautivador. - con una confianza renovada la omega se acerca y toca ligeramente los brazos de alfa.

Él la observa, no puede negar que es hermosa, en varias ocasiones ha sentido como intenta acercarse a él o hacer otro tipo de jugada. Puede que no esté seguro de que siente por Skylar, pero sabe que debe respetarlo así que jamás se ha permitido otro tipo de acercamiento con algún omega.

Pero hay algo distinto en el ambiente, se siente frustrado y decepcionado. Skylar provocaba cosas en él que lo confundían, ahora estaba frente a una omega que se presentaba seductora y una idea se cruzó por su mente. ¿Estaría tan mal probar algo distinto?.

-Tú eres casi un alfa adulto, tienes necesidades y Skylar es solo un mojigato, no puede ser capaz de entender lo que necesitas. - la voz de la omega sonaba sugerente y a la par de como entonaba cada palabra no dejaba de observar al alfa.

-Vamos a mi casa, mis padres nunca están y del resto me encargo yo. - La invitación era simple, pero cargada de intenciones.

La omega sabía que estaba jugándose toda la oportunidad y no perdió el tiempo en dejar la invitación abierta. El alfa realmente le gustaba, sabía perfectamente que Skylar y él no habían llegado nunca a nada, todos admiraban al omega por su belleza, pero por debajo siempre se burlaban de él por su mojigatería.

Ella ya había tenido su primer celo, durante aquella ocasión estuvo sola al cuidado del mayordomo, un beta que la había acompañado desde su niñez, porque sus padres se encontraban en un viaje.

Algo había despertado en ella, algo que la hacía más avezada y le había quitado la timidez inicial para dar el primer paso, sabía qué estaba proponiendo, pero no temía las repercusiones.

El alfa lo pensó por un instante, lo más natural sería cortar todo de raíz y decirle que no. Pero al momento de abrir su boca la única palabra que salió fue: Vamos.