**Saga Vannecelli**
Sandra es una joven encantadora y divertida, apasionada por las carreras ilegales de motocicletas. Es hija adoptiva de Santiago Vannecelli, sublíder de la mafia italiana, y de la empresaria María Romero. Desde los 15 años, Sandra se enamoró de su primo Thyler Vannecelli, y juntos hicieron una promesa: informar a su familia sobre su relación cuando ella cumpriera 17 años. Sin embargo, el gran día llegó y nada salió como esperaban. A partir de ese momento, la vida de Sandra se convierte en un caos, repleto de traiciones, lujuria, odio y amor.
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Capítulo 5 Él no la merece. 2/2
Renzo Vannecelli
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-Al día siguiente, nos encontramos en la mansión de mis tíos. Estoy en el jardín con toda la familia cuando observo que Thyler entra a la casa. Minutos después, decido seguirlo con la intención de entregarle una cadena a Sandra como regalo. La veo descender por las escaleras acompañada de mi tío; ella revisa su teléfono y luego vuelve a subir. Mi tío se dirige hacia el jardín, y minutos después, yo subo las escaleras. En ese momento, la noto salir de una de las habitaciones con una sonrisa, aunque parece ponerse nerviosa al percatarse de mi presencia, probablemente debido a lo que ha estado haciendo en esa hahabitación con mi hermano.Disimulo mi enfado y le entrego el regalo. Ella me toma de la mano para que nos alejemos, y yo me excuso alegando que iré al baño, dirigiéndome hacia otra habitación. Mientras tanto, ella se pierde por el pasillo. Al entrar en la habitación, me doy cuenta de que Thyler está sentado, sumido en sus pensamientos, por lo que le pregunto-Thyler, ¿qué haces aquí? Sofía está preguntando por ti.
-Veo que se levanta y se dirige hacia la puerta, y me responde- Estaba en el baño, pero ya bajo.
-Yo le respondo-Thyler, lo que estoy a punto de decirte no es fácil de comunicar, pero de los tres, tú eres el más aplicado y el más diligente. Te considero el mejor, por lo que mi padre te otorgará un cargo importante.
-Noto que se detiene y, sonriendo por dentro, me pregunta- ¿De qué estás hablando?
-Con gran entusiasmo, me acerco y le digo- Quiero informarte que mi padre te ofrecerá el cargo de administrador de las bodegas de armas de toda la organización. Estoy muy contento por ti, ya que te lo mereces. Eres una persona que jamás haría algo que pudiera decepcionar a la familia, y mucho menos a mi padre, quien confía en ti. -Colocando mi mano en su hombro, le añado- Confío en ti, hermano. Toma siempre las decisiones correctas, tal como nos ha enseñado. Nuevamente, te felicito por tu futuro cargo. Que nada te impida alcanzarlo.
-Salí de la habitación dejándolo sumido en sus pensamientos y sonriendo de lado. Hay un dicho que dice que quedaste contra la espada y la pared. Hoy deberás demostrarme si has dejado atrás tu cobardía y si realmente amas a Sandra, enfrentándote a la familia por ella. Si lo haces, prometo no interponerme entre ustedes dos. Continúo mi camino y noto que thyler me acompaña. Llegamos al jardín donde compartimos una comida. Después, nos trasladamos a la sala, donde me encuentro al lado de Gian, conversando sobre temas triviales. De repente, escucho la voz de Sandra y todos nos giramos hacia ella. Yo me acerco y me coloco al lado de mi padre, al igual que Gian. Ellos se toman de las manos. Thyler comienza a hablar, pero tras unos segundos, queda en silencio y nos observa. Le sonrío de forma sutil y él retoma la conversación hasta que dice- Sandra y yo hemos estado colaborando en un nuevo proyecto, y ella ha decidido unirse a la organización.
-Ella suelta su mano, mientras mis tíos se acercan a ella. Sabía que mi hermano Thyler no me decepcionaría; sabía que era un cobarde, que tendría temor de decepcionar a mi padre. Ahora tendrá a Sandra para mí, pobre imbécil, dejar a Sandra por un cargo. Noto cómo Sandra sube las escaleras; suspiro. Sé que le duele, pero yo estaré a su lado para que lo olvide y se enamore de mí. Yo sí la valoraré.-
-Transcurridos unos minutos, ella se une a nosotros. Observé cómo Thyler se acercaba a ella, pero ella se retiró y se dirigió hacia Caeli, quien comenzaba a hablar. Me acerqué y tomé su mano, caminando juntos hacia la cocina. Le pregunté- ¿Te ocurre algo, pitufina?'
-Ella respondió- No me pasa nada, Renzo. Es mejor que volvamos a la sala.
-Le contesté- ¿Siempre saldrás con tus amigas por la noche?'
-Ella, sin mostrar entusiasmo, me dijo- No, Renzo, se canceló.
-La tomo suavemente del rostro y le digo- Sandra, realmente no me gusta verte así, y mucho menos en tu cumpleaños. A las 9 pasaré por ti para ir a una discoteca; no espero una negativa como respuesta, ya que eres más hermosa cuando sonríes.
-Ella me responde-Es que no tengo ánimo.
-Le interrumpo- ¿De verdad crees que eso cambiará lo que te tiene así? Te animo a que muestres que no te afecta.
-Después de reflexionar, ella me dice-Está bien, pasaré por mí a las 9.