La historia sigue a dos jóvenes los cuales están a punto de escribir su historia la cual se verá envuelta entre el deseo, la pasión y una peligrosa atracción la cual los pondrá al borde de un irresistible error lo cual todo será más que: PROHIBIDO.
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5. ¿AMIGOS O ENEMIGOS?
Clarise: Jen cariño, buenos días. ¿Qué tal has dormido anoche?.- dice mi tía en cuanto me ve bajar las escaleras en pijamas.
-Bien, gracias.
Clarise: Tú madre está por bajar, Ilik ha salido muy temprano y William está sacando la basura.- dice llevándose un sorbo de café a la boca. Y en efecto su esposo regresa sacudiéndose las manos.
William: Buenos días Jennifer.- me saluda pasando hacia la cocina.
-Hola, buenos días.- digo parpadeando varias veces. Veo todos los platos, tazas y cubiertos sobre la mesa.
Clarise: Traeré en desayuno en cuanto baje tú madre.- dice poniéndose de pie con la taza en manos.
Mi cerebro apenas procesa algo. Son ricos pero no tienen personal para nada. ¿Cómo hacen para ir a trabajar, regresar tarde y mantener todo en orden? Porque esto lleva demasiado tiempo y yo no podría sinceramente.
Algo también que apenas asimilo es que el intolerante de su hijo no está, ha salido pero ¿A dónde? Bueno, da igual si está o no.
Claire: Buenos días Jen, ¿Cómo vas dormido?.- pregunta mi madre llegando hacia la mesa.
-Bien.
Claire: He escuchado tus risas anoche¿Estabais hablando con tus amigas?
-Si, les prometí llamarles cada que tuviera algo de tiempo.
Clarise: Venga Jenny, puedes invitarlas a Portland unos días.
-Eh...no creo que se posible, se van de viaje a una playa durante un mes y medio en un hotel que rentaron entre todos los del instituto. Dicen que es enorme.- agrego encendiendo la pantalla de mi móvil, nada, no hay nada nuevo así que lo dejo sobre la mesa.
Claire: Si no hubiéramos venido a Portland a lo mejor en estos momentos Jennifer estuviera organizando sus maletas para ir con ellas. Era su plan.
-Si, bueno, da igual ¿no?.- digo algo tajante a mi madre la cual cambia de tema con mi tía.
Claire: ¿Cómo es que llevas todo bien en casa cuándo ambos trabajan?.- por fin mi madre lo ha preguntado.
Clarise: Ah eso, no lo sé, supongo que somos muy ordenados. Pero si es por la ropa no te preocupes, aquí tenemos a un señora que viene dos veces por semana para hacer la lavandería y una para hacer la limpieza por toda la casa y un señor para limpiar las hojas de la piscina cada dos días.- informa. Pero ahora todos están de vacaciones, les hemos dado dos meses, William también se ha dado un descanso y yo pues...digamos que no hay mucho que hacer. Estoy trabajando para poner una clínica en medio de la ciudad. Así que digamos que también estoy libre mientras se elabora el proyecto.- dice acercándose con cosas para el desayuno. Hago un ademán de ponerme de pie pero ella me hace señas de que no lo haga.
Y ya después del desayuno cuando ya casi estamos por terminar aparece si hijo igual que el día anterior, sin camiseta, sudado y con los rizos húmedos cayéndole a la frente. Mis ojos se van a su plano abdomen y luego a la manera en la cual le sube y le baja el pecho algo agitado y...¿Soy yo o ha salido a correr?
William se pone de pie y le susurra algo al oído por lo que no tarda en subir las escaleras para minutos después bajar con una camiseta gris y unos vaqueros normales, ni tan ajustados ni tan anchos. Ya hemos terminado por lo que me pongo de pie y entonces le he dado una repasada completamente, trae el cabello algo húmedo y unos converse negros con blanco.
Su padre le da una mirada de aprobación y por fin nos ha dado los buenos días.
Me retiro de la mesa llevándome la mayoría de cosas que se han utilizado para el desayuno.
***
Clarise: ...y esta es la piscina.- nuestra encantada. Hemos caminado al rededor de diez minutos recorriendo la casa y sus alrededores.
Claire: Está hermosa. Tus flores...omg.- dice mi madre corriendo hacia un extremo donde ya hace un pequeño jardín con diversas flores de distintos colores. No es nada comparado a las nuestras pero están bonitas y bien cuidadas.
Clarise: No me digas...¿Aún tienes el huerto? O como vosotros le dicen...¿Invernadero?.- pregunta mi tía.
Claire: Huerto es para plantar y cosechar cosas así vegetales y esas cosas. Invernadero es para las flores. Siempre confundes las cosas.- inquiere mamá algo pasible.
Me giro un poco con las manos metidas en mi sudadera y me encuentro con Ilik saliendo de la casa para venir hasta nosotros, trae unas gafas de sol y con la misma ropa de hace un rato.
Seguimos haciendo el recorrido y una que otra vez lo observo mientras está tirado en una tumbona a un costado de la piscina. La mañana se nos va platicando sobre cosas él en la tumbona y nosotros en una mesa con seis sillas en el jardín bajo la sombra de los árboles a nuestro alrededor y una sombrilla de colores.
Clarise: William tiene un viaje de negocios a dos horas de la ciudad, se quedará una semana en el hotel más cercano, la ciudad es enorme hace más de cinco que fui y me encantó.- comenta ella. Cómo no me interesan esos temas me muevo un poco para alcanzar mi móvil encima de la mesilla.___ Y me preguntaba si ustedes también quisieran venir con nosotros.
Claire: Pero...- intenta cuestionar mi madre la propuesta pero termina por ser cortada.
William: Los gastos son completamente pagados cuñada, de eso no te preocupes, nosotros pagaremos todo. Además...en una semana posiblemente ya le entreguen la clínica a tu hermana. Necesitamos encontrar personal y todo eso, me gustaría regresar para poder ayudarle con ello.- comenta llevándose un sorbo de refresco.
Claire: Yo...eh...no lo sé.
Clarise: Dime qué vas a pensarlo. Después de esta semana tendré mucho trabajo con respecto a lo del personal y eso.
Claire: Yo podría ayudarte, soy...eh... terapeuta y también he estudiado algo de psicología. Podría ayudarte un par de semanas en lo que regresamos a Seattle.- se ofrece mi madre.
William: Me parece perfecto, amor, deberías considerarlo. La ayuda está completamente aceptada de mi parte, está de más que digas que no la necesitas. Llegarás más temprano y tendrás algo de tiempo para reorganizar un par de cosas.- agrega.___ Y además todas dos son buenas en sus trabajos, creo que sería la dupla perfecta.
Mamá me mira por un instante, sabe perfectamente que no es mi agrado ir a hospitales o clínicas, sin embargo ella trabaja en una, he ido pocas veces a su trabajo a por dinero pero nada más.
Claire: Jennifer.- ella me mira en busca de una respuesta.
-William me ha propuesto leer sus libros, supongo que tengo mucha tarea.- digo dándole una sonrisa de boca cerrada.
Claire: Solo serán unas semanas en lo que regresamos a Seattle.
-Y así yo tendré paz absoluta en casa.- digo amablemente casi fingiendo felicidad.
William: Bueno, no se diga más. Cuñada, vas a trabajar aquí unas semanas en lo que reorganizan lo de la clínica. Ni creas que será gratis, tú también tienes necesidades y supongo que Jennifer también, un dinero extra no te caería nada mal.- se pone de pie.___ Tengo que terminar unos asuntos antes de irnos de la ciudad.
Claire: ¿Qué...? ¿Pero...?.- mi pobre madre no entiende nada.
Clarise: Jen, sé que desde el principio Ilik no te dió una buena impresión pero...- dice algo incómoda mirando a mi madre la cual no entiende el giro de sus palabras.___ Me gustaría que tú madre, Will y yo viajáramos los tres y tú...bueno de pronto y quedándose los dos solos puedan llevarse mejor. ¿Qué dices? Además solo será una semana lejos de la residencia¿Qué puede pasar? Espero que eso les sirva de algo.- culmina.
Mi madre amplia una sonrisa encantada con la propuesta.
¿Dejarme a mi? ¿Sola? ¿Con el demonio malcriado que está a unos metros de nosotros?
¿Es coña?Espero lo sea
-¿Qué?.- digo ahogándome con el refresco.
Clarise: Sería muy buena idea, Ilik es poco de salir, prefiere estar en su habitación encerrado haciendo cualquier cosa menos salir. Antes lo hacía pero hace meses que dejó de hacerlo, creo que...eh...no estaría de más convencerlo para que te muestre la ciudad y se hayan de fiesta uno que otro día. Además, no conoces a nadie, no te vendría mal que te presente sus amistades.- sonríe.
Mi madre se muestra completamente de acuerdo ya que asiente. Ya va, ¿No le importa dejarme a solas con él una semana? ¿Y porqué el corazón me late a toda velocidad de solo imaginar estar a solas una semana en una casa bajo el mismo techo con él?
Claire: Has tenido la mejor idea de todas. Jen, cariño, vas a quedarte en casa con tu primo. Toda una semana, espero te sirva para cambiar tu espectativa.
-Mamá.- digo soltando un poco de aire acumulado.
Clarise: Ilik tampoco se ha llevado la mejor expectativa sobre ti Jenny, a lo mejor vivir una semana solos en casa... podría cambiar las cosas. Solo falta conocerse un poco el uno al otro.
-¿Están consistente de lo que están diciendo?.- digo algo hastiada.___ Que yo no conozco a tu hijo.- me dirijo a mi tía algo molesta.___ Puede ser un asesino en serie y me dejáis a mi sola con él por una semana mientras que vosotros estáis en el mejor hotel bebiendo Champagne.
Claire: Jen, lo acabas de conocer ¿Cómo puedes pensar algo tan retorcido de él?.- dice mi madre.
Claire: Jenny, tú madre tiene razón. Lo que nosotras más queremos es que vosotros os llevéis bien. Y no lo harán mientras no interactúen entre ustedes mismos.
-¡Esto es ridículo! Y que yo me voy a casa mamá.- digo dejando la botella de mala gana sobre la mesa.
Claire: ¡Jennifer!.- me grita mi madre cuando he dado la vuelta para regresar dentro de la casa y probablemente encerrarme en mi habitación.
En cuanto cruzo el jardín para volver dentro veo que Ilik se está sacando la playera para meterse a la piscina, no puedo ver sus ojos ya que trae gafas de sol pero si ha girado su cabeza para mirarme, estoy que quemo el planeta en este momento. ¿Es enserio? Me trae a una ciudad desconocida y después se va de viaje a otra dejándome sola con un completo desconocido que es mi primo al cual apenas le conozco y el cual me ha caído de la patada y solo lo hace porque se ha dado cuenta de que no he tenido la mejor impresión de él y él de mi ¿Mi madre está bien? ¿Es ella o me la han cambiado por otra? vale, debo admitir que la confianza y comunicación entre ambas siempre ha sido la mejor. Además...¿Qué podría pasar? ¿Qué tan retorcida sería yo como para tener algo con él? Eso mamá no lo ha imaginado porque me conoce perfectamente y sabe que jamás haría algo así, así que por eso ahora va a irse unos días, o eso ella cree, porque en este momento ya no pienso con claridad, quiero regresar a mi casa a Seattle y llamar a mis amigas para quedar a un Starbucks.
Veo como Ilik ladea la cabeza para verme un poco, así que pongo mi cara más dura antes de sacarle el dedo de corazón.
Mi madre llega minutos después cuando me he encerrado en la habitación, debo llamar a Liam, de hecho lo estoy haciendo. Pero no atiende a mis llamadas así que estoy por marcarle a Kaia pero mi madre hace presencia abriendo la puerta.
-¿Qué es lo que quieres?.- digo molesta.
Claire: ¿Qué es lo que sucede contigo Jennifer?.- opta el mismo tono autoritario como cuando quiere darme órdenes.
-Que no quiero quedarme sola por una semana con un completo desconocido.
Claire: ¿Y por eso tienes que llamarle »Asesino en serie«?.
-Sabes que no me cayó nada bien mamá. ¿Por qué quieres irte una semana y dejarme a solas con él?Claro, tienes el pensamiento de que cuándo vosotros estéis de regreso él y yo nos llevaremos de maravilla como los hermanos que os queréis hacer aparentar. Pero no será así, porque cuando alguien no es de mi agrado no lo es así me pintes lo más hermoso del mundo.- agregó molesta.
Claire: ¿Y qué piensas hacer?.- eleva su mentón.___ ¿Regresar a Seattle solo por eso?
-Lo haré si es necesario así no quieras.
Claire: Hazlo, no voy a detenerte, pero ya me cansé de tus niñerías Jennifer. Siempre es lo mismo contigo, no quieres o no puedes hacer algo que yo te pida.
-¿Si,no? Nunca me comprendes, a lo mejor y papá si lo hubiera comprendido.- trago grueso. La voz se me quiebra.
Claire: No, no empieces con eso.- niega.
-A lo mejor las cosas fueran distintas si tan solo él no se hubiera ido.
Claire: ¿Y querías que yo sí?.- mi madre parece afectada.
-No.- trago grueso.
Claire: Es lo que siempre intentas dar a entender Jennifer. Qué él era mejor que yo y que yo no debería estar aquí pero él sí cuando era un alcohólico de mierda que no hacía más que estar ebrio todos los días posibles.
-¡Esa era su manera de evadir los problemas!
Claire: Si, anda, vaya manera de evadirlos.- ironiza.
-Jamás vas a competir con lo que él era.- digo y entonces siendo un "Crash" dentro de mi. Las lágrimas me caen de manera automática.
Claire: Nunca ha sido mi intención hacerlo Jennifer. Solo intento ser yo. Pero no te das cuenta de que fue lo mejor para nosotros.- dice. Ante esto sé que se refiere a la muerte de papá.
El estómago se me contrae de tanto sentimiento, mi pecho comienza a agrietarse horriblemente de solo recordar que ella ha dicho que lo mejor para ambas es que él se hubiera suicidado aquel día.
-¿Lo mejor?.- ironizo amargamente.___ Lo mejor...- replico.___ ¿Cómo puedes decir algo así? No sé a dónde haya ido la poca humanidad que tienes pero sin duda no fue lo mejor. No para mi, pero para ti si lo fue porque lo deseabas muchísimo. La mayoría de los días que llegaba ebrio lo pensabas.
Claire: Jennifer.- demanda seriamente.
-Y pensar que e él si te amaba. Que a pesar de todo nunca te puso una mano encima para golpearte. Y es tu culpa...¡¡¡tú lo mataste!!!
Claire: ¡Jennifer!.- me ha levantado la voz.
-¡No! Tengo razón...fue tú culpa. Aquella mañana discutiste con él para que dejara de beber.
Claire: Como todos los días.- aclara. De hecho tiene razón, papá estaba hastiado de tantos reclamos provenientes de su parte, era todos los días al desayunar, nunca desayunaba tranquilo, sin discutir, pedo siempre mamá era quien empezaba.
-Y eso lo cansó, los problemas, eso lo agobió y lo orilló a cometer su suicidio. Y fue tú culpa, siempre te digo que lo es. Eres la persona responsable de que él se haya ido.- digo. Agarrando una chaqueta del sillón donde ya hacen muchas de mis cosas las cual aún no he terminado de ordenar.
También agarro mi bolsa con algo de dinero y mi móvil, paso por su lado secándome las lágrimas.
Claire: No, Jennifer, no hagas esto.- intenta detenerme.___ ¡Jennifer¿a dónde crees que vas? esto no es Seattle! ¡No conoces la ciudad!.- me grita viniendo detrás de mi. Bajo las escaleras lo más rápido posible y paso el jardín, mi tía ya hace sentada bajo la sombrilla y su hijo a unos pasos de ella con unas gafas de sol recostado en la tumbona de hace un rato. Me las apaño para dar unos enormes pasos mientras la vista se me nubla un poco por las lágrimas, pero con todo y eso logro salir de la casa, me detengo cuando veo que hay coches yendo y viniendo de un lado para otro. Las calles suben y otras bajan por lo que decido caminar en una dirección y perderme entre las enormes calles, casas y edificios de la ciudad.
Me seco las lágrimas y meto mis manos en los bolsillos de la chaqueta mientras voy sin rumbo fijo.
No quiero llorar, no quiero hacerlo.
Pero los flasbacks son tan tormentosos que no me dejan avanzar.
Aquella mañana papá traía una sonrisa triste, una que por más que se esforzara se notaba a leguas que algo no iba bien.
Aquella mañana había sentido su abrazo de manera distinta, sus ojos verdes tenían un brillo casi apagado, sin embargo se esforzaba por sonreír y dar lo mejor de si.
Desayunamos, él había hecho el desayuno, mamá aún estaba en la habitación y en cuanto nos vió en la sala de comedor comenzó a decir cosas a papá, luego él ya tenía que irse, pero ella comenzó la discusión sobre que ya no quería que esa noche llegase tomado. Intentó ignorarla pero ella seguía alzando la voz a pesar de yo estat allí presente en medio de ambos. Y entonces papá me abrazó y me dejó un cálido beso en la coronilla, me sonrió antes de irse y desapareció por la puerta principal.
Yo nunca me metía en sus discusiones, papá siempre me enseñó que era de mala educación, que yo era una niña, una menor de edad por lo que los problemas de los adultos no eran de mi incumbencia así que nunca opinaba en voz alta, pero si me desahogaba diciéndole a mis amigas lo que pensaba de mamá y lo mucho que estaba empezando a odiarla. Y eso se había acabado, hice una tregua olvidando el odio al final de todo, después de la muerte de papá por ejemplo, me di cuenta de que solo éramos ella y yo y quise olvidar, de hecho ya nos llevábamos bien hasta que decidió venir a Portland. Y si estoy aquí es por ella para darle gusto y complacerla, pero en mi defensa yo nunca quise venir aquí. Por qué de la nada siento algo, un presentimiento, algo que se viene.