En un mundo donde la competencia es despiadada y el sacrificio es la norma, un grupo de atletas persigue sus sueños en las sombras de la gloria pública. Desde el "Pequeño Gigante", un joven que lucha contra la adversidad por un lugar en el fútbol internacional, hasta el tenista que regresa del abismo para retomar su lugar en el circuito, cada historia revela la lucha interna y la pasión desbordante que impulsa a estos guerreros.
"Héroes Silenciosos" nos lleva a un viaje emocional a través de las vidas de aquellos que, a pesar de las dificultades, encuentran valentía para levantarse una y otra vez. A medida que las telones del mundo deportivo se levantan, los sacrificios de 299 jóvenes futbolistas y la fe inquebrantable de un tenista por recuperar su lugar en las competiciones deportivas nos recuerdan que la verdadera esencia del deporte no reside solo en la victoria, sino en la perseverancia...
NovelToon tiene autorización de July para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
....
Haruka corrió por el campo, la emoción latente en su pecho mientras buscaba a su hermano. Finalmente, lo vio, envuelto en un abrazo de celebración con sus compañeros de equipo. Su hermano mayor, cuyo nombre era Riku, era un joven apuesto, de cabello corto y despeinado que brillaba bajo la luz del sol. Tenía un carácter valiente que inspiraba confianza entre sus amigos y compañeros.
Con una sonrisa radiante y la camiseta sudada, Riku se acercó a Haruka, quien, como siempre, era una imagen de alegría y orgullo.
—¡Haruka! —exclamó, abriendo los brazos para recibirla en un abrazo cálido—. ¡No puedo creer que hayamos ganado!
—¡Lo hiciste genial, Riku! —respondió ella, mirando a los ojos verdes de su hermano—. ¡Ese gol fue impresionante!
Riku sonrió, sus ojos resplandecían de felicidad. Lo que Haruka más admiraba de él era cómo, a pesar de su talento y popularidad, siempre mantenía los pies en la tierra. Era un líder, tanto en el campo como fuera de él.
Mientras estaban abrazados, algunos de sus compañeros de equipo se acercaron, aún celebrando la victoria. Riku, lleno de energía, los presentó con entusiasmo.
—Chicos, les presento a mi hermana pequeña, Haruka. Es una gran fan del fútbol y siempre me apoya en cada partido —dijo con un tono orgulloso.
Los amigos de Riku la miraron con sonrisas amistosas, muchos de ellos notando la notable similitud entre los hermanos. Aunque los ojos de Haruka eran de un azul claro que recordaba al mar cristalino, su figura atlética también mostraba que heredó la pasión y el talento de su hermano.
—¡Hola, Haruka! —dijo uno de ellos, un chico con una gran sonrisa y cabello rizado—. ¡Tu hermano es una máquina en el campo! Nos alegra mucho que vinieras a vernos jugar.
—Gracias, chicos —respondió Haruka, sintiéndose un poco avergonzada pero feliz—. ¡Hicieron un trabajo increíble!
—Y, ¡no te olvides de gritar aún más la próxima vez! —bromeó otro de los compañeros, guiñándole un ojo.
Riku se rió y continuó presentando a cada uno de sus amigos, quienes compartieron historias sobre el partido y cómo se habían trabajado en equipo para lograr la victoria. Cada uno de ellos tenía una personalidad única, pero todos compartían el mismo entusiasmo y amor por el fútbol que su hermano.
La conversación se desvió hacia anécdotas graciosas del entrenamiento y las rivalidades amistosas que habían tenido a lo largo de la temporada. Haruka disfrutaba escuchar las historias y, al ver la química entre Riku y sus compañeros, se sentía afortunada de ser parte de ese momento.
A medida que la celebración continuaba, Haruka se dio cuenta de lo importante que era el equipo, no solo en el campo, sino también como una familia. Mirando a su hermano mayor, sentía una profunda admiración y un deseo de seguir sus pasos, quizás no en el fútbol, pero sí en encontrar su propia pasión y dedicarse a ella con el mismo fervor.
—¡Al siguiente partido, tendrás que hacer un gol aún más impresionante! —dijo Haruka, sonriendo con complicidad a Riku, mientras todos los presentes estallaron en risas y aplausos, celebrando no solo la victoria, sino el espíritu de unidad que los mantenía unidos.
