Lian se enfrenta a la realidad en la que despierta como un anómalo, y deberá enfrentarse a las dificultades que su mundo le preparará; un mundo en el que la iglesia y la sociedad consideran a los anómalos como personas malditas, mientras el gobierno los ve como una amenaza.
¿Cómo superará Lian todos los desafíos por venir?
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Capítulo 5: Persecución
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Óscar, ¿Cuál es la situación?
—La persona se sigue desplazando por el tranvía, por otro lado, los dos anómalos se siguen moviendo en la misma dirección, estando a menos de un kilómetro de distancia del primer anómalo.
—¿La persona sigue acumulando kuxtal?
—Sí… Pero ya no lo hace de forma tan rápida como antes, aunque eso puede significar que su cuerpo esta llegando a su límite, pudiendo convertirse en una bomba que puede explotar en cualquier momento.
—Bien.— dije mientras pisaba el acelerador del coche.
—¿Algo más, Óscar?
—No, todo parece seguir igual… No, esperé…
—¿Qué?
—…
—¡Óscar!, ¡¿Qué sucede?!
—Lo siento… Hum, parece que el sujeto se bajo en una de las estaciones… Aunque no lo sé con certeza.
—¿Cómo que no lo sabés?
—Es que dejó de moverse… Simplemente está estático.
—Dime la dirección. Además, alerta a las patrullas del área para que se dirijan ahí y evacúen a las personas que puedan ser afectadas por la explosión.
—Entendido. La estación se llama Arcos… Y esta sobre la avenida Valva.
—Gracias.— dije antes de colgarle.
«¡Espera!, ¿Dónde queda la avenida Valva?»
—Tendré que preguntarle a alguien.
Y tan rápido como ví a una persona circulando por la acera, me detuve a preguntarle sobre la dirección.
El sujeto a quien le pregunte, me dijo que siguiera conduciendo por esta calle, y así me encontraría con la avenida Valva de frente.
Resultando ser cierto lo que me dijo aquel sujeto, pues después de haber recorrido diez cuadras me crucé con una avenida.
«Espero y sea esta la avenida Valva»
“Mensaje de voz entrante.”
—Superior Carolina, soy Ariadna, solo quería informarle que la policía ya esta haciendo un perímetro sobre el lugar y, que ya empezaron a evacuar a las personas.”
“Finalizo el mensaje de voz.”
«¡Vamos, necesito llegar ya al lugar!»
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Hola.
—Jefa, los dos anómalos ya llegaron con la persona. Además, un oficial de policía dice que los tiene en su campo de visión.
—Muy bien… Al oficial dile que simplemente los observé desde la distancia, que no haga nada imprudente y que este informando de todo lo que hagan… Yo ya estoy cerca del lugar.
—Bien.
(Colgar)
Y tras unos cuantos minutos más de estar conduciendo, pude llegar hasta uno de los puntos de control que había puesto la policía.
—¡Señorita, la avenida esta cerrada, de media vuelta y busque otra ruta para llegar a su destino!
—¡Carolina, agente de la DCA!— dije mientras descendía del coche.
—¡Oh!, lo siento, no sabía que era usted.
—No se preocupe, ahora, ¿Cómo esta la situación?
—Hemos evacuado a todos los que estaban dentro del área de peligro, solo quedando los tres anómalos dentro del área.
—¿Dónde están los anómalos y la persona peligrosa?
—En la estación del tranvía.— dijo el oficial mientras dirigía su mirada hacia el lugar.
—¿Y las personas que iban en el tranvía?
—Solo eran dos personas, siendo el conductor y una persona de la tercera edad.
—¿Está herido alguno de los dos?
—No. De hecho dicen que la persona reportada como peligrosa simplemente cayó al suelo, y que minutos después llegaron otras dos personas que les dijeron que se marcharán del lugar.
—¿Y el oficial que tenía en visión al sujeto y a los anómalos?
—El oficial fue encontrado inconsciente entre unos arbustos de la entrada de un edificio residencial.
—¿Está herido el oficial?
—No, solo inconsciente.
—Bien, voy a acercarme.
—¿Usted sola?
—Sí.
Y tras haberlo decidido, me acerque con cautela al lugar, estando en todo momento en alerta ante cualquier cosa.
Y estando a solo unos pasos de la estación, sentí la presencia de alguien detrás de mí, girando tan rápido como pude para ver de quien se trataba, estando un hombre de mediana edad.
—Señorita, ¿Qué hace en este lugar?
—Lo mismo le preguntó a usted, señor.
—Ya veo, ¿Eres de la DCA?
«Espera, un hombre de mediana edad, con la piel clara, el cabello corto y grisáceo por las canas, y unos ojos de color azul. Este es el objetivo de la misión» pensé mientras observaba al hombre.
—Si no quieres responder está bien, pero no se interponga en nuestro camino, ¿Entendido?
—¡Ja!, no voy a recibir órdenes de nadie, y menos si se trata de un anómalo.
—Bien, solo no diga que no le advertí.— exclamó el hombre con seriedad en su voz.
Y en un instante desapareció de mi visión, apareciendo en cuestión de segundos en uno de mis costados.
«¡¿Qué?!»
Su puño se estaba dirigiendo a mis costillas, pero logré generar un escudo a tiempo, quedando solo un metro de distancia entre los dos.
«Es rápido»
—Así que eres uno de esos anómalos alterados.— exclamó el hombre mientras retrocedía unos pasos
—…
—Parece que eres de esas personas que hablan poco.
—No es eso. Solo estoy sorprendida, porque no creí encontrarme en un lugar como este a uno de los líderes de Los libertarios.— dije con una sonrisa en mi rostro.
—Veo que sabés quien soy… Ahora entiendo porque había tanto movimiento en estos días.— murmuró el hombre.
—...
—¡¡Llévate a nuestro paciente!!— exclamó con fuerza el hombre.
Saliendo de la estación del tranvía otro anómalo cargando a una persona, posiblemente siendo el que tenía altos niveles de Kuxtal. Simplemente observé la escena para después ver como se alejaba rápidamente del lugar. Aunque quisiera también ir tras los otros dos, no podía hacerlo en estos momentos, ya que el hombre que tengo justo en frente de mí es el motivo por el que estoy aquí.
—Señorita, nos vemos…
—¿A dónde crees que vas?— exclamé mientras dagas se formaban a mi alrededor.
—Si decides iniciar una pelea en este lugar, podrían salir lastimados muchos civiles.
—No te preocupes, ya no hay nadie en el área.— dije con una pequeña risa maliciosa en mi rostro.
—Si así lo deseas.
Y el hombre volvió a moverse a una velocidad increíble, pero esta vez no me sorprendería tan fácilmente, porque todos mis sentidos estaban en alerta.
«Aquí viene»
Lanzando mis dagas hacia mi lado izquierdo, donde segundos más tarde aparecería el hombre, pero ninguna de mis dagas le dió, pues él las esquivó todas.
—…
Entonces, volví a formar más dagas a mi alrededor, pero ahora había generado el doble de ellas.
Esta vez las lancé a mi retaguardia, donde apareció el hombre, siendo nuevamente esquivadas todas por el hombre, pero con una mayor dificultad.
«Bien, las haré más grandes»
Ahora las dagas se habían duplicado en número por segunda vez, y también habían crecido en tamaño.
—Esta vez no las podrás esquivar.— exclamé con seguridad en mis palabras.
—Entonces, las destruiré con mis puños.
—¡¿Eh?!
Ante mi sorpresa, el hombre se mantuvo estático para después cubrir sus manos de Kuxtal y formar así un puño, con el cual destruyó una por una todas las dagas que le lancé.
—¿Quieres continuar, señorita?— dijo con una sonrisa en su rostro.
(Suspiro)
«Parece que debo ir con todo contra este hombre»
Ahora no había creado dagas a mi alrededor, si no que las forme en mis dos manos.
—Sabés… Si logro darte un golpe, posiblemente te dejé al borde de la muerte.— dijo con seriedad el hombre.
—¿Y creés poder darme ese golpe?— exclamé con burla en mi voz.
Todo quedó en silencio por unos minutos para después verse como mis dagas y los puños del hombre chocaban con intensidad.
—¡ja!, peleas bien, señorita.
Y durante unos minutos la pelea consistió en esquivar los ataques del oponente, pero eso cambió cuando logré asestar un corte con mi daga en su brazo derecho, provocándole una herida superficial.
—Creó que puede ser alguien más el que acabe muriendo si continuamos la pelea.
—Sí… Yo también lo creo… ¡Ja, ja, ja!
«¿Por qué se ve tan cansado?»
El hombre se veía como si hubiera hecho más esfuerzo de lo normal, hasta las gotas de sudor eran muy visibles en su rostro, pero aún no llevábamos mucho tiempo peleando.
—Bien, es hora de despedirnos.— dijo el hombre mientras buscaba algo en sus bolsillos del pantalón.
—¿Y creés que lo permitiré?
—No, por eso usaré estas cosas.— respondió con confianza.
Mostrándome tres esferas metálicas que tenía entre sus manos.
«¿Qué son esas cosas?» pensé mientras observaba las esferas en las manos del hombre.
Después de apretar un pequeño botón en cada una de las esferas, las soltó para que cayeran en el suelo y rodarán hacia mí.
«¿Qué planea hacer?»
Y cuando una de esas esferas estaba a menos de un metro, la detuve con mi pie; después de haberla detenido, esta comenzó a soltar una especie de humo blanco; al mismo tiempo, las otras dos esferas estaban soltando el mismo humo blanco, y en cuestión de segundos se había levantado una cortina de humo en toda el área.
—Adiós, señorita. Pasé una excelente noche.
—¡Espera!
Traté de encontrar al hombre entre el denso humo, pero no obtuve resultado alguno.
«¿En serio se me escapó de esta forma?»
El hombre se había escapado utilizando la cortina de humo para huir.
—¡Rayos!— exclamé con enojó.
—¡¿Sé encuentra bien?!— preguntó el oficial mientras se acercaba a mí.
—Sí... Ahora si me disculpa, tengo algo que hacer.
—Ah, claro.
Entonces, me dirigí tan rápido como pude al coche en el que llegue y busque el comunicador.
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Hola.
—Óscar, soy Carolina, quiero que busques firmas de Kuxtal por la zona donde estoy.
—¿Por qué?
—Solo házlo. No es momento de explicar nada.
—Voy… Este… Hum... Lo tengo. Hay una firma que se esta alejando de esa zona. Se encuentra a 100 metros al este del lugar de donde esta… No, ahora esta a 105 metros y sigue alejándose.
—Dime a donde se dirige.
—Sí, se esta moviendo hacia uno de los canales de la ciudad… si tomas la calle Rosle llegarás a ese canal.
—Bien. Necesito que los agentes de la DCA junto con los policías hagan retenes en todas las salidas y entradas de la ciudad; también quiero vigías por las afueras de la ciudad, que chequen cada centímetro del bosque que rodea la ciudad. Los del DIS necesito que estén checando los monitores en todo momento, por si algún anómalo intenta salir o entrar a la ciudad.
—Jefa… ¿Qué sucedió en ese lugar?
—Los anómalos escaparon y se llevaron al sujeto. Además, uno de ellos es el objetivo que debes capturar.
—¡¿Qué?! ¡¿Es en serio?!
—Sí… No lo podemos dejar escapar, porque ya sabe que estamos tras él... Ahora se podría esconder en un lugar donde nunca lo volvamos a encontrar… Y haz lo que te dije.
(Colgar)
—¡Oficial!
—Sí.
—¿Dónde queda la calle Rosle?
—Es la siguiente.— dijo mientras la señalaba.
Y una vez sabiendo la calle, me subí en el coche y lo encendí para ir tras mi objetivo.
—¡Disculpé!… ¿ya pueden regresar las personas a sus casas?
—Sí. Si sus casas recibieron algún tipo daño, que lo reporten con ustedes.
Y tras la conversación con el oficial, me dirigí a toda velocidad hacia el canal.
«No puede dejar que huya»
¡Piii, piii!; ¡piii, piii!
«¡Vamos, háganse a un lado!»
—¿Esto no tiene sirenas?— dije mientras las buscaba.
“Mensaje de voz entrante.”
—Jefa, perdí el rastro del anómalo una vez que llegó al canal, posiblemente entrando en los túneles que conectan con este.”
“Finalizo el mensaje de voz.”
Habiendo escuchado el mensaje de Óscar, dejé de pisar el acelerador y me detuve al lado de la carretera. Estando en ese lugar por cerca de una hora.
«¿Arruiné la operación?»
(Suspiro)
Lo había perdido, deje escapar a alguien de suma importancia para la DCA. ¿Había fallado en mi misión? ¿Le había fallado a mi superior? No, aún puedo resolverlo, todavía no esta perdida la operación.
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Óscar, dijiste que lo perdiste justo en los túneles que conectan con el canal, ¿Verdad?
—Así es.
—Bien, quiero que le digas a Iván que activé a los cazadores y los tenga listo.
—Anotado.
—También quiero que reúnas a los mejores agentes que tengamos en la operación. Solo los agentes de rango bajo o nuevos se quedarán en los retenes. Los del DIS seguirán estando atentos a los medidores de Kuxtal.
—Bien, ¿Algo más?
—No.
—Jefa.
—Dime.
—Vamos a atrapar a ese anómalo y la operación saldrá bien, ya verá que así será.
—Yo también lo creo.
(Colgar)
Ahora teniendo un plan en mente y habiéndolo puesto en marcha, solo era cuestión de tiempo hasta que los anómalos salieran a pelear o, se rindieran por ellos mismos.
Mi plan consistía en tener todas las entradas y salidas de los túneles a los canales bajo vigilancia, así no podrían salir los anómalos a conseguir alimento o bebidas, teniendo que decidir entre resistir en esas condiciones en los túneles o salir y rendirse; también teniendo en mente que salgan y peleen, reuní a los mejores agentes de la DCA de los que dispone la operación, y no tenerlos que llamarlos en el último momento. Si los anómalos resistían por mucho tiempo en esas condiciones, podía usar ese grupo de agentes para entrar con ellos en los túneles e ir directamente por los anómalos, los cuales no estarían en buenas condiciones y posiblemente con la moral baja.
Y así paso la primer noche del plan, en el que nos turnamos los agentes para vigilar los túneles.
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Hola.
—¡Jefa, se registró una señal alta de Kuxtal saliendo de uno de los túneles!
—¿En qué canal?
—En el que está vigilando usted. Se encuentra a unos metros más adelante de donde esta.
—Bien, primero envía un vigía para ver de quien se trata.
—Ya lo he hecho… Y se trata de un anómalo de entre 20 o 25 años, con el cabello negro… Y lleva un maletín y un paraguas en sus manos.
—Envía una furgoneta a mi ubicación, y dile al operador del vigía que se mantenga en el área.
—Entendido, adiós.
(Colgar)
«¿Quieren rendirse tan rápido?»
Sin saber muy bien que sucedía me acerque, pero en esta ocasión estaba apoyada por más agentes, a quienes les ordene que se mantuvieran ocultos en el caso de que fuera una trampa por parte de los anómalos.
Y después de caminar unos metros, tenía en visualización al anómalo que había salido del túnel.
—Cabello negro, joven y, con un maletín y un paraguas en sus manos.— murmuré para mí.
«A este anómalo lo he visto en otro lugar… Pero no recuerdo en que parte»
Y tras hacer un poco de memoria me acordé.
«Ya sé, es la persona que estaba desmayada anoche, ¿Cómo liberó toda esa cantidad de Kuxtal sin haber estallado?»
Luego de haberlo observado por algunos minutos me dí cuenta de algo, y eso era que el sujeto estaba perdido, ¿Cómo lo sabía?, pues su girar de cabeza buscando la salida me lo decía todo. Y por cada minuto que lo observará, menos peligroso me parecía, hasta me hacía dudar de que perteneciera a la organización de Los libertarios. Y no solo eso, también me percaté de que no puede sentir mi presencia, siendo que hasta un anómalo recién despertado se daría cuenta de mí.
«¿Será que aún no despertó como un anómalo?»
Se que los anómalos necesitan que su cuerpo absorba altos niveles de Kuxtal para así despertar como un anómalo al cien por ciento, pero nunca había visto uno en el que el cuerpo absorbiera tal cantidad de Kuxtal, ¿Y por qué uno de los líderes de una organización saldría a buscarlo personalmente?
«Bien, lo voy a arrestar e interrogar» pensé mientras bajaba hasta donde estaba el anómalo.
—¡Tú!... ¡No te muevas de donde estas!