Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
NovelToon tiene autorización de عيد الحب ذو أذنين para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 5
-¿Eso es lo que quieres? -baja la mirada hacia mis labios,
mientras acerca los suyos ¿poseerme? –susurra, mantengo mi
Mirada en sus ojos ya llegará el momento.
¿Qué es lo que tu quieres? -murmuro, me mirá
-Quiero muchas cosas. Pero lo que mas quiero no lo puedo
tener a un. ¿Y qué es?
-Mi libertad -se aleja lentamente
La observé por meses, se perfectamente que si me hubiera
acercado a ella, no se quedaría a mi lado. Y yo no quería esperar, yo la quería rápido. Y lo hice. Al principio fue un simple deseo, pero luego todo se intensificó. No saque mi mirada de ella en ningún momento, y cuando más lo pensaba más la quería. Sus actitudes, sus gestos, ese diabólico cuerpo que logró hasta hechizarme a mí. Fue tan difícil mirarla desde lejos, imaginar como sería tocarla pero nunca poder hacerlo. Y estoy seguro de que no soy el primero que paso esa situación, pero fui el primero que hizo algo al respecto. Todos tienen a Bayolett como una mujer inalcanzable, pero yo se que ella es mucho mas que eso.
-Tú no eres una prisionera. Puedes ir a donde tú quieras y hacer lo que quieras -Sonríe de lado.
-¡Lo que quiera!
-Con mi permiso –respondo rápidamente, no me gustó ese tono de voz. Suspira y se limita a mirarme. Tan indiferente, las ganas de querer ver esa cara atontarse debajo de mí nunca faltan, más cuando tienen esa actitud altanera
-Dejaré que mis acciones hablen por mí –sonríe levemente, mientras vuelve a cruzarse de brazos.
Trato de disimular mi mirada a sus pechos, y en su clavícula. Es increíble como fantaseo con cada parte de su cuerpo, nunca me sentí así por nadie.
-Mientras tanto, se me antoja comer algo –me sonríe y luego
toma el menú. Sus movimientos cínicos lo detectaría solo alguien como yo, igual de cínico. Nunca pensé que seria fácil controlarla. Sinceramente, nunca tuve la intención, ese nivel controlador que tiene es lo que más llama mi atención. Aún qué no me coloca tranquilo sus pensamientos. El tiempo que
La estuve observando, noté lo calculadora que es, es inteligente y sabe que palabras usar. Y lo peor, que movimientos.
-¿Ya saben qué ordenar?
El mesero se acerca, suspiro y tomo unos segundos el menú,
dando un rápido vistazo.
-Yo quiero la carne, con champagne –levanto la mirada hacia
Ella. Muevo mi mandíbula, al ver el descaro de su sonrisa hacia él.
-Lo mismo -me limito a decir, me mira luego de unos segundos
-Bien, enseguida vuelvo –mira unos segundos mas a Bayolett,
Quién le sigue sonriendo
-No harás eso –me mira, lame sus labios y cruza sus piernas –no seducirás a cualquiera que se te cruce, solo porque lo hagas frente mío, no significa que reaccionaré mal.
Si lo hago, y mucho. Pero tengo demasiado autocontrol, se
manejarme. Pero, Ella también lo tiene, y no solo sobre ella
misma. Tal vez logre desestabilizarme, pero no logrará que lo
Demuestre.
-Excelente. Puedes divertirte conmigo, entonces –entrecierro
los ojos, se inclina –Podemos divertirnos con otras personas,
pero debo advertirte, si traes una mujer a la casa. Tal vez te la
Robe –levanta y baja las cejas.
Veremos si eso es lo que haces
-No digo lo mismo. Pero si te digo, que no me gusta
desconocidos en mi casa, así que no traigas a nadie –no
contesta, se limita a mirarme con desdén. Esto será más difícil de lo que imagine. Traen la botella de champán, mientras colocan las copas en cada lado. Me mira unos segundos más y luego sube la mirada hacia él.
-Gracias, cielo –el hombre le sonríe y termina de abrir el
champagne
-No es nada. Ya traeremos su comida –retrocede y se gira
-Oh, espera –toma su mano, deteniéndolo. Paso mi lengua por
mis dientes al ver la unión –¿Puedes decirme donde esta el
baño?, es la primera vez que estoy aquí –ladea la cabeza. Miro unos segundos hacia el gran ventanal y suspiro
Profundamente. Ella lo sabe. Ella causa-efecto en mí lo demuestre o no. Si no, no se molestaría en actuar así. Y está muy segura sobre eso, ¿acaso ya estuvo con alguien como yo?, lo dudo mucho. Su relación amorosa más cercana fue con ese niño con el que asiste a la escuela.
-Si, si. Esta por esa esquina –señala la esquina, aún mirándola
Lo suelta lentamente, encargándose de rozar su mano.
-Muchas gracias. ¿También esta el de hombres, verdad?, mi
Hermano también quiere saber. No puedo creerlo. Esta es la tercera vez que me ve y ya tiene la osadía de hacer cosas como esta. Que no se sorprenda cuando yo tome el mismo atrevimiento. El hombre asiente repetidas veces, Bayolett lo hace una vez y luego agradece, el hombre se retira.
-Qué encantador –arruga la nariz sonriendo llena su copa, y sirve un poco en la mía –¿hacemos un brindis? –levanto mis ceja.
-¿brindis? –tomo la copa y me incorporó –bien. ¿Brindes de qué?. La levanta levemente.
-pues, por una nueva etapa. Y por la vida, que más –estira su copa, estiró la mía y las chocamos suavemente. Toma un sorbo aún mirándome y la imitó.
habrá brindado por otra cosa, tal vez hacer mi vida un infierno. Tengo que prepararme para eso.
-Si, con gusto iré, te avisaré cuando estemos en el aeropuerto –corto la Llamada. Me adentro a la cocina, diviso a Cristina en ella.
-¿Todavía no llegó? –me mira cuando hablo
-No, señor. La pequeña Duquesa suele venir alrededor de las
doce, probablemente ya este en camino.
-Pequeña Duquesa?
-Oh, es un nombre de cariño. Todos sus amigos la llaman así –sonríe, asiento lentamente –Duquesa– ¿Por qué le dicen Duquesa?, de aspecto encaja perfecto, elegante, delicada y con gestos suaves. ¿De actitud?, no lo sé. La puerta principal se escucha, salgo de la cocina y me acerco a ella. Las palabras se me atascan cuando su uniforme cae en mis ojos, había olvidado como mi imaginación se intensificaba al verla vestida así. Inclinarla sobre algo, levantar ese pedazo de tela y admirar ese redondo cul* que hace que mi entrepierna se tense.
-Buenos días –deja su bolso en el perchero y me mira
-Buenos días –camina hacia las escaleras
-Quería avisarte que en una semana haremos un viaje, a las
Bahamas –se detiene, suspira aún de espaldas y lentamente se gira
-Si, no camina hacia a mi, bajo mi cabeza hacia ella –por más que quiera, en unas semanas comienzo el curso de
Verano, necesito estudiar para el examen de inscripción para la universidad –la miro unos segundos más
¿Curso de ingreso?, muchos de su clase se saltean eso y pasan a pagar la universidad. Ella tranquilamente podría hacerlo.
Tal vez este mintiendo
-Puedes estudiar tranquilamente ahí, en el avión, en el hotel.
Tomarás un descanso e irás a la playa. Yo tengo conocidos con quién hablar.
-Gracias por tu organización, pero me sentiría más cómoda si
Estudio aquí, tú puedes viajar si quieres -suspiro
Es terca.
-Ira las Bahamas es un hecho, no una propuesta –me coloco
Serio
-Pues hacer el curso también es un hecho, no una propuesta –sonríe y ladea la cabeza
-Puedo pagarte esa universidad, la que quieras. ¿Porqué haces
este curso? –frunzo el ceño, se mantiene en silencio unos
Segundos.
-No quiero dinero, no quiero nada de ti. Solo que no te
Interpongas en mis decisiones -imita mi gesto
-Iremos a las Bahamas, Bayolett -digo suavemente
Será lo mismo que estar aquí, yo no te molestare cuando estudies y te traerán lo que quieran. Punto. No dejaré que estes sola aquí, primero porque no quiero arriesgarme a que traigas cualquier chico. Y segundo, quiero pasar tiempo con ella. Suspira y mira unos segundos hacia otro lado. Vuelve a mirarme, moviendo su mandíbula. Me lanza una mirada fría que tomo como una advertencia y se gira, subiendo las
Escaleras –suspiro.
Se mantiene con la mirada en el televisor, sin interés
-Señor –giro mi cabeza hacia Christina, su madre esta al
teléfono. Asiento y salgo del umbral, me acerco al teléfono de la casa y lo coloco en mi oreja.
-Madre.
-Hijo, hola. ¿Cómo estás? –suspiro y me siento en el sofá.
-Bien, madre. ¿Cómo estás tú?
-Aburrida, como siempre. Tal vez no lo este cuando vengas,
¿Cuándo lo harás?
-Aún estoy ocupado, madre. Mas adelante, yo te avisare
levanto la mirada, al verla caminar hacia la cocina –Tengo que
colgar.
-Te seguiré llamando hasta que no soportes y vengas. -cuelga
Lo hará apenas se entere de que me casé, y de seguro vendrá ella. Dejo el teléfono y me levanto, camino hacia la cocina. Me apoyo en el umbral y me cruzo de brazos, observándola hacerse un sándwich.
-Las cosas no siempre saldrán como quieres, Bayolett –me ignora, continuando con sus movimientos-. Acéptalo y adáptate. Me mira unos segundos, fulminándome. Vuelve a concentrarse en el sándwich –suspiro. Ahora si me estoy enojando.
-Bayolett. No seas maleducada, no soy un hombre cualquiera -
Aprieto mi mandíbula, cuando hace una mueca de sarcasmo –Bayolett.
-Sabes, para ser un hombre serio eres insoportable –me mira y
Apoya sus manos en la mesa.
-Y tu para venir de una familia con clase, eres bastante
Maleducada –me acerco.
-Si, nunca tuve en realidad una familia así que tuve que
Educarme yo solita. Y solo soy educada con quién se lo merece
-me mira de arriba abajo
¿Ella solita?, se que sus padres estaban algo ausentes, ¿pero
tanto?
-¿Qué tengo que hacer para que me respetes?, entonces –me
coloco a su lado y la miro. Estoy seguro de que mi manera no le gustara, o tal vez sí. Aunque le guste o no, sé que no aprenderá.
-Déjame quedarme aquí.
-No.
-Bien, entonces no te respetare. Me voy a la habitación, tu te
Puedes ir a la mierda.
Detengo su brazo cuando pasa por mi lado, me mira mal. Inclino lentamente mi cabeza hacia ella.
-Soy paciente, Bayolett. Pero no soy idiota, no dejare que me
Sigas insultando como si nada, y si llegas a colmar mi paciencia, no responderé –se tensa, pero mantiene su mirada firme. Levanta su mandíbula y lentamente da un mordisco al sándwich.
-Buenas tardes.
Se suelta y sale de la cocina, la miro, sigo el movimiento de sus caderas hasta que desaparece –Suspiro y apoyo mis manos en la mesa. Definitivamente será difícil.
Me levanto de la cama mientras me estiro, camino hacia la
ventana. Observo el cielo unos segundos, hoy hará calor.
Suspiro y bajo la mirada unos segundos hacia el hombre
podando las plantas. Mi mirada se dirije hacia mas adelante,
hacia los muros de la casa. Frunzo el ceño al ver a alguien
Colgado, mientras apunta con una cámara. Cristo y camino fuera de la habitación, bajo hacia la cocina.
-Bayolett –levanta la vista desde su celular y me mira –No
salgas afuera tan expuesta, los imbéciles con las cámaras ya
Intentan colarse por la casa. Noto su mirada irse unos segundos a mi pecho, recuerdo que lo tengo descubierto. Vuelve a mirarme.
-Paparazzi? –asiento, bien –vuelve a mirar su teléfono. Suspiro y tomo el mío, marco el número de mi guardia.
-Quita a los que están en los muros –ordeno apenas contesta,
cuelgo –.Probablemente esten aquí por los rumores vuelvo
a mirarla –y probablemente haya periodistas en las calles, no
Contestes nada –suspira y me mira
-Pero en algo tengo que actuar, ¿verdad? –levanta una ceja –. Es algo que no se podrá ocultar por mucho tiempo. Además, ¿no es lo que quieres?, ¿Tener en claro a todos que ella está conmigo?, sí. Pero nunca me gustaron los periodistas que a veces no me dejan caminar, por eso le advierto.
-No digas nada paso por su lado y activo la cafetera –.¿No
Tienes que estar en la escuela?
-Lo haré, en la noche –frunzo el ceño
¿En la noche?
-¿Por qué en la noche? _suspira y se levanta de la mesa, me
mira
-Por qué es el baile de mi graduación.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥