La Desendecia De Los YANKELEVICH

JEAN y Harry al ver a Adonis de esa manera se sorprendieron, nunca lo habían visto con esa expresión en su rostro, ni cuando estaba con los enemigos se ponía de esa forma.

Para ellos él era una persona que siempre jugaba con todo, que nunca tomaba nada en serio y que siempre trataba de burlarse de los malos momentos.

Pero ahí estaba mostrando un coraje, un odio, con una actitud tan seria y severa, que estaba peor que ellos cuando se enojaban.

Se hizo un silencio, todos lo miraban tan enfurecido, que parecía que le iba a dar algo, se podía ver como sus manos estaban temblando por el coraje, sus ojos parecían cuchillos a punto de matar a alguien y su voz había cambiado, sonaba endurecida, amenazante, ronca.

Adonis se acercó a Xiao, la tomó de los brazos y mirando a los ojos le dijo. - Mi princesita, mi niña hermosa, dile a tu padre lo que te pasa.

¿Qué te hizo ese tonto? Confía en mí, haré que te pida perdón de rodillas, que se arrepienta por lastimarte y si tú tanto lo quieres, mi niña lo obligaré a amarte.

Recuerda esto, mi Xiao, mi único objetivo de esta vida es verte feliz y no me importa como lo haga, el fin va a justificar el medio, para lograr que tú mi princesita logres tener todo lo que tú quieras, lo que desees o pidas en esta vida.

Xiao se le quedó mirando, estaba sorprendida de verlo tan enojado, en todos los años que llevaba a su lado nunca lo había visto así; para ella siempre fue el hombre más divertido, más dulce, amoroso, cariñoso y sobre todo comprensible.

Pero ahí estaba viendo a su padre, enojado, enfurecido, y sí, parecía que deseaba matar a Nain, insegura, empezó a decirle. - ¡Papá! No te pongas así, te puedes enfermar, estás demasiado alterado.

No quiero que te enojes por esto, yo estoy bien, no me gustaría que lo obligaras a estar conmigo; padre, eso no estaría bien, vamos a olvidar esto, por favor.

Adonis la abrazaba con ternura, con un amor y de una manera sobreprotectora. Si en algo pensaba era en que no iba a dejar las cosas así; tratando de sonar tranquilo, de no hacer sentir mal a su princesa, le dice. - Xiao, entiendo ahora por qué deseas irte y aunque no me gusta nada la idea de que te vayas tan lejos, lo voy a aceptar.

Espero que sean solo unos meses, que vuelvas rápido ya con tu corazón en calma; mi princesa, ese tonto no te merece, pero ya se dará cuenta con el tiempo, cuando ya estés con un verdadero hombre y yo me voy a encargar de buscar el mejor hombre de este mundo, para que sea tu esposo.

Xiao se retira alterada de él, lo mira a la cara y sorprendida le dice. - ¿Qué?, papá, no puedes hacer eso. ¿Cómo que buscarme un hombre?

Estela se acerca a Adonis, lo toma del brazo y molesta le dice. - Será mejor que te calmes.

Nada de buscarle hombres a nuestra hija, solo dale un tiempo para que este dolor le pase. Ya verás que ella va a estar bien y, cuando menos lo pienses, nos mostrará a su futuro esposo.

Harry y JEAN, al verlo cómo estaba, se empezaron a reír, divertidos de verlo tan enojado, a punto de darle algo; realmente no parecía él y a pesar de lo que Estela le dijo, por primera vez todos escucharon cómo le contestaba. - Estela, te amo demasiado, pero esta vez no.

Mejor no te metas en esto, yo sabré lo que voy a hacer y ese Nain, no la va a pasar nada bien.

Xiao se empezó a preocupar, quería decirle algo, tratar de calmarlo, pero en ese momento llegaron Paola y Joshua, para poder irse.

Antes de que ella pudiera decirle algo a su padre, para poder calmarlo, fue Harry quien se acercó a ella, la abrazó y con una tranquilidad le dijo. - Mi niña, será mejor que te vayas, que tomes tu vuelo, nosotros nos encargaremos de este padre terco que tienes.

No tienes que preocuparte por nada, no lo dejaremos hacer, algo que no se deba. Vete tranquila y toma muchas fotos de esos increíbles lugares. Ya quiero leer tu próximo libro de "culturas que se pierden a través del tiempo".

Xiao algo insegura, se despide de todos y salió de la isla, sin detenerse a hablar con nadie más; ella se sentía herida, sentía un fuerte dolor en su corazón.

Pero ella después de ese día no regresó a la isla, se dedicó a viajar, a concentrarse en sus sueños y sacar un libro de cada país sobre las culturas que se estaban perdiendo.

Adonis y Estela eran los que iban a verla a donde estaba, en sus viajes la fueron acompañando algunos miembros de su familia para protegerla, aunque solo estaban con ella unos meses, así se iban turnando, para no dejarla sola.

Nain ese mismo día llegó a las 9 a. m. a la casa, aunque no tenía nada que ir a hacer; ese día era su descanso, pero aún así puso el pretexto de buscar a JEAN, para entrenar, buscando la manera de poder encontrarse a Xiao, saber cómo estaba.

Él se sentía preocupado, quería saber por qué estaba tan triste y claro, buscar la manera de hablar con ella para ayudarla.

Pero ¿cuál fue su sorpresa, al momento de entrar a la casa? Escucha cuando Adonis enfurecido le dice a Adal. - Habla, ¿qué pasó anoche? ¿Qué fue lo que la lastimó?

Nain se quedó quieto, realmente también quería saber lo que ella tenía y en ese momento escuchó cuando Adal con esa tranquilidad de siempre, hablando con ese tono de voz tranquilo y dulce. - Xiao miró a Nain con la que creo que es su novia.

Ella estaba muy triste, y como no estarlo, la chica que acompañaba a Nain, era a lo que la mayoría de los hombres le dirían hermosa; la chica era alta, con una vestimenta que la verdad casi mostraba todo.

Tenía un pecho grande, unas caderas anchas y la verdad Xiao no tiene nada de eso; está flaca, sin nada de cuerpo, no puede culpar a Nain de que tenga sus propios gustos.

Adonis se puso rojo como tomate, y enfurecido le grita. - Adal, mejor cállate de una vez, mi Xiao es hermosa, mucho más que cualquier mujer.

Tú vuelves a decirme algo así de mi niña y te prometo que te doy esas nalgadas que JEAN nunca te dio.

JEAN Y Harry estaban que no podían dejar de reír. Verlo tan enojado, como un padre celoso y furioso por su hija, era algo que nunca se imaginaron ver en él.

Se estaban divirtiendo como nunca de Adonis, disfrutaban verlo como padre protector y celoso, algo que nunca hizo por Dulía.

Nain cuando escuchó lo que dijo Adal, su corazón empezó a latir con fuerza, se sentía alterado; no entendía por qué había Xiao llegado a esa conclusión.

Sin importarle el enojo de Adonis, se acerca a Adal, toma su brazo y en ese momento exigiéndole, con una desesperación, le dice. - Joven maestro, por favor, no diga eso de la señorita Xiao.

Ella es la mujer más hermosa de este mundo y no es como usted lo piensa. Esa mujer tenía que llevarla con el joven maestro Nasir; fue la orden del joven maestro Kim y esa mujer nunca sería de mi gusto.

Yo nunca estaría con una mujer como esa, porque no son honestas y no son tan hermosas como la joven maestra Xiao; porque ella es la joven más linda, dulce, cariñosa que he conocido y no tiene comparación con ninguna otra, nadie podría sustituirla, es única.

Adal se quedó mirando su mano con que agarraba su brazo y aunque se miraba tranquilo, con ese rostro de ángel perfecto, con una calma, le dice. - Nain, suelta mi brazo.

Sabes que no me gusta que me toquen, eso me altera mucho y realmente no quiero lastimarte, por una tontería de estas.

Deberías calmarte, no hay necesidad de hacer un escándalo por algo como esto, solo ve con Xiao y dile que esa mujer no es tu novia y que la escoges a ella.

Nain lo suelta en el momento en que él se lo pide, pero al escuchar esas últimas palabras se puso nervioso y eso de ir a decirle en voz alta que amaba a Xiao no era algo que se atrevería; voltea a ver Adonis, que estaba a unos pasos, viéndolo con una mirada asesina.

Nain se puso tan nervioso y tenso que en razón su boca empezó a hablar. - Joven maestro Adal, ¿cómo puede decir eso? Yo no me atrevería a mirar a la hija del gran maestro Adonis.

Adonis frunce el ceño, se acerca y lo toma del cuello, lo lleva hacia atrás hasta pegarlo con el pilar, que estaba en la sala; lo miraba a los ojos y con una voz amenazante le dice. - Mi princesa está devastada por lo que miró.

Yo te lo advertí, te dije que no la fueras a lastimar, pero ahí vas y te exhibes con una mujer horrible frente a ella, sabiendo que mi Xiao te ama; tengo tantas ganas de matarte, pero no lo voy a hacer, será mejor que soluciones esto y cures el corazón de mi princesa, no me importa lo que tengas que hacer solo arregla esto que hiciste mal.

Si no lo haces, pienso hacer de tu vida un infierno, realmente espero que mi princesa en este viaje te olvide y encuentre un hombre de verdad, que no sea tan cobarde como tú.

Pero si no lo encuentra yo mismo le buscaré un joven con el que la pienso casar, para que tú te quedes como los avestruces con la cabeza enterrada en la tierra, escondiendo tu cobardía.

Nain sentía miedo de verlo tan enojado, pero cuando escuchó que Xiao estaría con otro hombre, ese sentimiento que lo estaba haciendo temblar, cambió a enojo, a coraje y sí, por un momento, sintió la necesidad de darle un golpe en la cara para que se callara; pero antes que pudiera decir algo o reaccionar a ese deseo de ira, escucha a Jean, con esa frialdad decir. - Es suficiente, Adonis.

Entiendo que estés enojado y que te duele, que Xiao esté triste, pero si tú lo lastimas, terminarás lastimándola a ella.

Recuerda que nuestra Xiao te pidió que no le hicieras nada, nosotros, a pesar de todo el poder que tenemos, no podemos obligar a alguien a amar a otra persona.

Nain es parte de nuestra familia; pensar que él piensa que no puede estar con Xiao por vanidades de títulos, es algo que realmente me desilusiona; porque en esta familia, lo que es importante y tiene el verdadero valor es el amor, no tonterías de dinero o de clases sociales.

Harry se acercó a Adonis, hizo que soltara a Nain y con una seriedad empieza a decir. Nosotros nunca vemos por el dinero o la maldita posición de una persona en la sociedad.

Nain, terminaste de crecer como el protegido de JEAN, hasta donde yo sé que NEYLANE te trata como un verdadero hijo; te imaginas lo que va a sentir ella cuando se entere de que te crees menos que los demás, la vas a poner muy triste y molesta.

Yo realmente espero que, después de que sepa cómo te menosprecias, espero que deje de quererte, que no quiera volver a verte, porque la verdad no mereces el amor de nadie.

Nain no se atrevía a verlos a los ojos, miraba al suelo, se sentía triste y a la vez no entendía lo que realmente Adonis le decía con sus palabras; si realmente era un sí a que se acercara a Xiao o lo que realmente quería decirle era que se alejara.

Adal estaba parado al lado de JEAN, que a pesar de todo lo que se dijo, de que Adonis estaba por matarlo; él con una tranquilidad y esa voz dulce le dice. - Yo he tenido clases con mi hermana Paola y a lo que ella me ha dicho, creo que esa joven que te acompañaba anoche tiene mejor cuerpo que Xiao, no entiendo por qué dices que es al revés.

JEAN a pesar de que se estaba divirtiendo, viendo a Adonis así de molesto, realmente no quería provocarlo más, porque eso solo haría que terminara matando a Nain y eso tampoco podía permitirlo.

Porque él no solamente era su mano derecha de sus hombres, era como un hijo más y sí le dolía que se menospreciara de esa manera, que no los considerara familia, a pesar de que siempre lo trataron igual que todos en esa casa.

JEAN resopla con fuerza, al ver cómo Adonis voltea a ver a Adal, sí se había molestado más por lo que dijo, y empieza a decir tranquilo, pero a la vez con frialdad. - Nain, será mejor que vayas al despacho, ahí me esperas.

Se hizo un silencio mientras Nain se dirigía a las escaleras; una vez que se perdió de sus miradas, Adonis se iba a dejar ir sobre Adal, por comparar el cuerpo de Xiao con esa mujer, pero antes que dijera algo, JEAN empezó a decir de manera divertida. - Mi angelito, esas comparaciones no puedes hacerlas, aunque tú lo pienses.

Recuerda lo que te hemos dicho, tienes que ser prudente y pensar si es necesario decir lo que piensas o miras; no vuelvas a comparar a una mujer con otra, porque eso las molesta mucho.

Adal hace una mueca con su boca y con una tranquilidad dice. - Es que era necesaria decirlo, Nain estaba hablando mentiras y a mí eso me molesta.

Además, abuelito, le dije a Dasha que la mujer que estaba con Nain tenía un hermoso cuerpo. Hasta la comparé con ella y no se enojó, porque los dos sabemos que es verdad.

Por ejemplo, esa mujer tenía un pecho grande, pero Dasha no, es más alta, tiene un trasero más grande y una pequeña cintura.

Eso le dije a mi esposa, no se molestó porque sabía que le decía la verdad; ella, al igual que yo, creemos que era triste para Xiao, pero ya Nain lo aclaró, solo hay que hablarle y explicarle que lo que miró no era así como lo pensamos.

Harry se empezó a reír al escuchar lo que Adal decía y divertido empezó a decir. - Angelito, entiendo que tú y tu esposa son más tolerantes con la verdad; pero la mayoría de las personas, no toleramos ciertas verdades.

Adal, en el futuro es mejor no hacer comentarios sobre los cuerpos de las mujeres y mucho menos compararlos. Recuerda que no siempre puedes contestar las preguntas, muchas veces es mejor quedarse callados.

Adal con esa tranquilidad, le dijo que entendía y después de eso solo se despidieron de ellos, para ir a ayudar a su padre y a Dasha con unos trabajos en las caballerizas, se retiró con una tranquilidad, como si no hubiera dicho nada.

Harry terminó sacando a Adonis de la casa, para que JEAN pudiera hablar con Nain.

Nain mientras caminaba al despacho, sí escuchó lo que decían, pero lo único que le importaba era Xiao, saber que estaba triste, le dolía y por algo que ni siquiera era cierto.

En el momento en que mira entrar a JEAN, desesperado le dice. - maestro, por favor, dígame, ¿cómo está Xiao?

JEAN no le contestó nada, lo tomó del brazo y lo hizo sentarse en el sofá grande que estaba dentro del despacho; por un momento él se inquietó, no entendía por qué no le contestaba su pregunta, porque no le decía nada.

Su primer pensamiento fue que estaba enojado, que seguro le iba a ordenar que se alejara de Xiao; desesperado iba a empezar a hablar, pero antes que dijera algo lo escucha decir. - Nain, sabes que yo te quiero como uno de mis hijos, te miro como familia y la verdad me siento molesto contigo, porque te consideras nada en esta familia.

Si tú le hubieras dicho a Adonis que estabas enamorado de Xiao, yo te hubiera apoyado y hubiera hecho que te aceptara como pareja de ella; pero en lugar de eso, das excusas tontas, dices tonterías que solo me hacen enojar.

Cuando pensamos que estabas enamorado de la pequeña Daila, todos te apoyamos y nadie pensó que tú no fueras digno de ella; aunque también creo que eso solo fue una ilusión, que en el fondo de tu corazón sabías que no era la indicada.

Creo que después de que miraste nuestro apoyo, era para que pensaras que aquí nunca se te trataría diferente; sin embargo, con la actitud que has tomado con Xiao, realmente no lo entiendo.

Lo que sí me quedó claro es que ella, te quiere mucho y creo que podría llegar a ser un hermoso amor; pero aquí lo que me importa saber: ¿tú qué sientes por Xiao? Si no sientes nada, entonces estuvo bien lo que hiciste.

Pero si tú sientes algo por ella, entonces me has decepcionado, porque no aceptaría que un hijo mío no luche por el amor, que piense que las posiciones sociales son más importantes que otra cosa.

Hacer llorar a una linda mujer como lo es Xiao, por tonterías como esas, realmente es algo que yo no puedo aceptar y no te lo perdonaría,

Dime, ¿cuál es la verdad?

Nain no podía verlo a los ojos, se sentía avergonzado y a la vez le dolía pensar en desilusionar al hombre que más admiraba, que miraba como un verdadero padre; perder ese amor, ese cariño y mirar en su rostro la desilusión, era algo que simplemente no quería.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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