HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Segunda historia corta):
El príncipe Carpio del reino de Susumira ha pasado su vida batallando y preparándose para convertir a su reino en el más fuerte de todos; perdió su primer amor por su apasionado comportamiento, está siendo presionado por su madre la reina para contraer matrimonio, después de todo en un par de años cumplirá 30, y si no escoje tendrá que aceptar a la que el concejo real decida.
Lady Karoly pertenece a una de las familias nobles más importantes del reino de Fontana; con dieciocho años quiere conquistar el mundo, no encaja en los parámetros creados por la sociedad para ella lo que ha llevado que pierda su condición de noble, solo es una habitante más de Fontana; escapará de casa en busca de aventuras y terminará en una vorágine de acontecimientos que la llevarán a tomar decisiones difíciles.
Dos caracteres fuertes, dos personalidades difíciles, se encontraran en tierras nada fáciles, ¿el amor será suficiente?
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5. Besos y castigos (+18)
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...La historia contiene escenas para público adulto...
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Cuando ambos se separaron, Karoly no pudo evitar suspirar, una sensación de hormigueo increíblemente agradable había recorrido todo su cuerpo, aquellos dos que ella alguna vez besó en su vida, jamás le habían provocado esa intensa necesidad de querer seguir besando al hombre frente a ella.
Cuando Karoly, ni llegaba a los catorce, tuvo el primer beso de su vida, aunque fue tierno y dulce, le mostró que solo fue ilusión lo que había sentido por aquel chico, no hubo la magia que esperaba; los gestos amables y la confianza mutua confundieron las cosas, decidieron olvidar aquello que ni empezó y se convirtieron en buenos amigos.
A los dieciséis, contra todo pronóstico se volvió enamorar, admiraba profundamente aquel jovencito por su valentía y amor a la naturaleza; ella frenó su ímpetu y empezó a comportarse como la dama que esperaba, puesto que aquel muchacho era extremadamente formal; no pasó mucho para que ambos entablaron una relación, y aunque al inicio los besos eran castos, se iban aumentando la intensidad, y si bien eran agradables no sintió lo que provocó en ella, el baile de labios que hizo el príncipe de Susumira.
En ese entonces, Karoly creyó que la pediría pronto en matrimonio; hasta que escuchó una conversación con sus amigos, como ella siempre fue intrépida aquel muchacho según sus propias palabras quería "domar a la salvaje, convertirla en mujer, divertirse un rato y descartarla para que tenga la lección de su vida", el hombre perfecto que admiraba tanto desapareció ante sus ojos
Aunque le dolió lo que había descubierto, se alegró de no haber cedido a las pretensiones que iba iniciado a hacerle, ella terminó la relación, no sin antes darle una lección, si el título de "salvaje" era lo único que veían, entonces su "salvajismo" era lo que iban a obtener. Lo citó supuestamente porque la había convencido para hacer el amor, aquel llegó al supuesto lugar para un íntimo encuentro, cuando ingresó fue recibido por algunos oficiales del ejército de Fontana.
Los nobles podían librarse de las misiones del peligroso entrenamiento marino; sin embargo, si se ofrecían de voluntarios debían llegar a un lugar secreto, de acuerdo a un mapa que les daban; los recibían poniéndole una mordaza y una capucha y los embarcaban en un barco sin saber su destino, recién los liberaron cuando estaban en medio de alta mar para continuar con el resto de ejercicios. Cuando aquel muchacho pudo por fin regresar a tierra firme, y exigir un castigo para Karoly, el rey de Fontana, era Georgeus, el mejor amigo de ella; sería una sentencia de muerte si la acusaba y el rey decidía protegerla. Karoly a veces no entendía esa naturaleza, pero era instintivo causar más dolor del que le causaron.
Ahora Karoly estaba frente al príncipe Carpio mirándolo con aquellos ojos avellanas que no podían ocultar la emoción que había sentido. El príncipe de Susumira estaba encantado con el beso, con sentir aquel curvilíneo cuerpo temblar cuando la acercó hacia él, ella le siguió el ritmo sin complicaciones y la mirada tierna de Karoly al terminar, lo enloquecía, no se había topado con alguien tierna y salvaje al mismo tiempo, y lo más extraño, que le gustara exactamente así.
Karoly se dio media vuelta, y siguió caminando, Carpio fue tras ella...
- "Usted tomó más de lo que quería darle, me he ganado el derecho de avanzar", dijo Karoly con convicción.
- "¿Así vas pagando a todos por el camino?, tal vez no sea algo único lo que me estás dando sino algo común, y si es así...", Carpio no pudo seguir hablando, Karoly le dio un rodillazo entre las piernas con todas sus fuerzas, dejando al príncipe adolorido.
- "Yo decido a quién, cuándo, cómo y dónde beso a alguien, agradezca que aún tiene las "joyas" del reino en sus pantalones, si me vuelve a ofender tal vez las pierda", manifestó Karoly con fiereza.
Karoly siguió su camino rápidamente, Carpio estaba furioso, sobreponiéndose al dolor la siguió sin fijarse mucho en el rumbo que estaba tomando.
De pronto, Karoly se topó con un profundo abismo, llegar a la montaña del frente, a muchos metros de distancia parecía imposible.
- "Parece que tienes otro problema", dijo Carpio, sin guardar ninguna formalidad.
Karoly se sorprendió que la haya alcanzado tan rápido, suponía que aún estaría retorciéndose de dolor, ella estaba parada dando la espalda al abismo, y frente suyo estaba el príncipe de Susumira con mirada fiera.
- "Tal vez decidas quién, cuándo, cómo y dónde, pero no puedes jugar con un hombre, sin que piense que tiene la misma libertad; además hay un problema con lo que hiciste, soy demasiado posesivo", dijo Carpio dando un paso más para estar muy cerca de ella.
Karoly retrocede y queda con un pie en el abismo, Carpio la tomó fuerte de la cintura y la pega hacia él, mirándola fijamente con aquellos ojos violetas; si ella intentara soltarse caería inevitablemente al abismo.
Era embriagador para ambos sentir la respiración del otro, mientras el viento hace agitar sus cabellos y sus ropas, se miran fijamente, las grandes manos de Carpio en el cuerpo de Karoly, se sienten cálidas y un imán para el hormigueo de su cuerpo. Ella sabía que si seguía mirando de frente a Carpio, acabaría besándolo una vez más, como sí su cuerpo estuviera teniendo voluntad propia, así que volteó la mirada.
Karoly se retó a si misma, su desesperación por descubrir su pasado la puso en esa posición, tenía que controlarse, el hombre frente a ella era el ex prometido de su mejor amiga y lo sabía perfectamente, había códigos que respetarse, aún para ella.
Por otro lado, el rey de los Senmorta tomó de las mejillas a su esposa, después de dejarla completamente exhausta y adolorida, el atreverse a creerse superior a él lo hacía hervir en rabia, y no se detenía de someterla hasta que suplicara una y otra vez que se detuviera.
- "Tantos años conmigo y no aprendes, tal vez deje que gobiernes a los demás como una reina, pero para mí no eres más que la perra con quien aplaco mis ganas, ¿un demonio de fuego?, alguna vez fuiste la hija del rey de fuego, pero ya ves solo quiero la legitimidad de tu herencia, no voy a cambiar contigo hasta que tengas a mi hijo, cuando llegue el momento señalado por las estrellas podrás quedar embarazada aunque faltan aún algunos años, aprende de una vez si quieres que te lastime menos. Vengo en dos meses, podrás descansar, espero que para entonces hayas aprendido mejor la lección y no me obligues a lastimarte, mi reina", dijo el rey de los Senmorta, para luego soltarla e irse a vestir.
Cuando el rey de los Senmorta salió de la habitación, la reina Bosszú apenas podía ponerse de pie, sus partes más íntimas le ardían, se obligó a sí misma a retener las lágrimas que querían aflorar, se puso una bata encima; y se miró en el espejo. Ella quería recordar cada sufrimiento, cada humillación, esperaba con ansias poder hacerlo sufrir todo lo que le hizo pasar, se dijo a sí misma que debía hacer una mejor actuación, que no debía cometer esos errores.
De un rato, una anciana mujer ingresó a la habitación, llevaba consigo algunos ungüentos y esencias aromáticas, se acercó a la reina y ayudándola a caminar, la llevó hacia la pequeña laguna que había detrás de la habitación de los reyes
La anciana le quitó la bata, tenía la piel marcada por los látigos, miró el rostro de Bosszú, no había expresión en ella, se hundía en las aguas de la laguna, quería limpiar cualquier rastro de ese hombre, al principio el agua acrecentaba el ardor en sus zonas más sensibles, mientras la anciana tiraba sales al agua que se volvía un color amarillo dándole alivio a la reina.
- "Debería tener más cuidado ese hombre es un animal, no lo desafíe Su Majestad", expresó la anciana.
- "A veces olvido que ya no tengo todos mis poderes, llegará el día en que acabaré con él, el hijo que tanto desea me dará un respiro, y cuando llegue el tiempo eliminaré a ese rey haciéndole pagar cada dolor que me hizo sentir", dijo la reina mirando el cielo.
- "Kuolema no se queda quieta, ha matado a los reyes de Fontana; los príncipes se han salvado junto con su hijo. Como lo ordenaste todo sigue según lo planificado", manifestó la anciana.
- "Krasa tiene que dar a luz a la niña que controla el aire y las aguas, la princesa de las tormentas; él intentará eliminarla, pero debe ser salvada, su destino está escrito y en Pallango se debe desarrollar, cada pieza debe encajar en el rompecabezas", expresó la reina.
- "Hay algo extraño, la hija menor del duque de Husag ha abandonado Fontana, está en Rojo, no se suponía que estuviera ahí", dijo la anciana.
- "Lo sé, debe haberlo provocado Kuolema está empeñaba en que esa niña tiene el fuego marcado en su frente, y ahora creo que sí es cierto", aseveró la reina.
- "Su Majestad, ella es...", dijo la anciana.
- "Mi hija. Lady Karoly es mi hija, y no tiene poderes mágicos; dejaré que Kuolema siga con sus planes, si lo que ella piensa es cierto, entonces tal vez sí nazca una bruja de fuego; y recuperaremos con ella nuestro verdadero lugar", manifestó la reina con una sonrisa.
Bosszú salió de la laguna, la anciana cubrió el cuerpo desnudo de su reina con la bata, mientras veía esa mirada que maquinaba cada uno de sus pasos; cuando tenga el rompecabezas completo, tirará los hilos del destino.