La Villana Escapa

-Esto no puede ser, debe haber un error, que voy a hacer.

-Puedo pasar?

-Señora Luz, si claro.

-Como estás, que te dijo el doctor.

-Bueno como decirle...yo...

-Estás embarazada, nunca tuve hijos, pero has estado enferma toda la semana, dime por eso estás en la frontera, el padre del niño te abandono.

-Es difícil de explicar, él no debe saberlo, señora yo tuve la culpa, él no es culpable, tampoco tiene que hacerse responsable de nada.

-Pero los hijos necesitan a sus padres juntos, piénsalo él debe saberlo, solo así tomará una decisión.

-No, él no me ama, al contrario. **Técnicamente me aproveché de él, pero como pasó esto ella no se embarazaba, en la novela no decía eso, si fuera así jamás le habrían dado el divorcio**

-Aquí no te faltará nada, ni a él o ella, solo algún día va a preguntar quién es su padre.

-Si lo sé, debo pensar que haré.

-No tomaste nada después de pasar la noche con él?

-Cómo?** Oh por dios eso fue lo que pasó, ella si tomo algo, pero yo no, haaa como pude ser tan tonta, bueno que me iba a imaginar que esto pasaría, estaba tan confiada que no se me ocurrió**

-Descansa, no debes hacer mucho esfuerzo, contrataremos a una cocinera, para que te ayude.

-Gracias, se lo agradezco mucho.

-Al contrario, tú eres lo mejor que nos ha pasado, ahora por lo menos alguien nos recordara cuando dejemos este mundo.

-No diga eso, no piensan dejarme o si?

-No, pero es la ley de la vida, somos viejos, tuvimos una buena vida.

La señora Luz la deja para que piense que hacer, si le manda una carta al joven duque, tal vez él ni le crea, pensará que fue un truco.

-Y si me lo quita, ahora soy plebeya, mi bebé será un bastardo, hay como fui tan descuidada, no, no diré nada, él encontrará a su amor, ahora estamos iniciando una nueva vida, solo debemos estar bien, yo lo cuidaré y crecerá aquí en este lugar tan bonito.

Para Eliana él ya debe haber olvidado todo, él jamás quiso ese matrimonio, debe sentirse aliviado que ella no esté, así debe ser, él debe continuar con su vida.

Lo que ella no se imagina es que Bruno la sigue buscando, sus padres han regresado al ducado, él no quiso ir, siente que si se va, sería como rendirse, solo que el ahora siempre está de mal humor.

Su asistente no entiende que sucede, pero intenta ayudarle, para eso pide un favor en la academia de caballeros, pero la información no es alentadora.

-Bruno puedo pasar?

-Que pasa?

-Averigüe quien es el caballero de Eliana.

-Que, dámelo.

Bruno solo se decepciona de la información, aquel joven solo es huérfano, no tiene familia y no hay manera de contactarlo.

-Lo siento, Bruno no crees que exageras, debes estar aliviado, no tienes que casarte con alguien a quien no quieres, por qué no sales, hay muchas opciones, hay...

-No, ella va a regresar, ella me ama...

-Dios Bruno no seas arrogante, si eso fuera cierto ella no se habría ido, aparte se fue con él.

-Que estás insinuando.

-Los nobles ya saben que ella dejó la Baronía, sus amigas saben de su caballero y suponen que se enamoraron y se fueron, de todos modos la Baronía está en ruina, si se fueron juntos debes aceptarlo.

-Cállate, ella es mía, es mi mujer y nadie dirá nada de ella, encárgate de esos rumores.

-Que? y como hago eso?, no es tan fácil, saben que ella está a tras de ti, pero dicen que solo por el dinero, que tal vez se enamoró y desistió de sus planes, eso suena más lógico.

Bruno solo sale a cabalgar, se resiste a pensar en eso, sobre una colina solo ve la ciudad, ella no está ahí, pero por alguna razón no puede dejar de pensar en ella, en su aroma, esa noche ella le entrego todo, al principio estaba molesto, pero con el paso de los días lo acepto, en verdad pensó que funcionaria, y de un día para otro ella se fue, solo una carta con una despedida le ha dejado.

Eliana solo acaricia su vientre y por la ventana, está por cumplir 4 meses y su vientre empieza a crecer, sus malestares fueron confundidos por el cansancio por remodelar la posada, con los días pasando, ella contrata a una joven para que le ayude en la cocina, aprende rápido y hacen platillos sencillos.

Las primeras habitaciones están listas, así como el restaurante que está dentro de la posada, los primeros clientes también llegan, pronto la posada se vuelve famosa no solo por lo cómoda y bonita, sino por los platillos, ligeros y muy ricos.

-Señora, debe descansar no es bueno que esté mucho tiempo de pie.

-Si, solo dejaré los panqueques en el horno, solo debes vigilarlos ya sabes cómo.

-Si vaya, yo los checo.

Eliana mandó hacer tres cabañas atrás de la posada donde ella duerme en una, los dos ancianos en otra y la tercera es para su fiel caballero que desde que su asistente llegó, busca cualquier pretexto para ir a la cocina.

-Al menos alguien encontró el amor, yo tengo al amor de mi vida aquí en mi vientre, oye te contaré un cuento de mi mundo, cada vez te mueves más, quisiera saber que eres, sobre todo como estás, crece grande y fuerte, aquí todos te quieren.

Para ella su vida es tranquila, el trabajo en algunos días es pesado, pero con su personal es ameno todo, prepara la cosas para su bebé.

Su fama por su exquisita comida pronto se conoce en toda la región, así un día llega un señor él es el marqués que vive más adelante del pueblo.

-Buen día, puedo hablar con la dueña?

-Señor, buen día mi nieta está en el jardín, lo acompaño.

Eliana hacia nuevos menús para el invierno, el marqués entra y ella se pone de pie, su vientre es ya notorio.

-Señora soy el marqués Scott, me gustaría hablar con usted.

-Adelante, mucho gusto soy Eliana Harris.

-Harris? De Michael Harris?

-Conoció a mi padre?

-Pero baronesa que hace usted aquí.

-Es una larga historia, pero ya no soy baronesa entregué la Baronía, ahora soy una simple plebeya.

-Pero su padre fue conmigo en la academia, que pasó, supe que lamentablemente falleció junto con su esposa, pero su fortuna era grande.

-El administrador robo toda esa fortuna, ahora paga su crimen en las minas, pero estoy bien, no se preocupe, con el dinero que me quedaba remodele está posada y me va bien, los señores ahora son mi familia.

-Está casada? Su embarazo ya es avanzando.

-Soy viuda.

-Heee! Oh perdón no quise ser grosero.

-No se preocupe.

Eliana decidió decir eso, por qué cuando la gente escucha que es viuda, ya no hacen preguntas, solo le remuerde la consciencia al decirlo.