HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Primera historia corta):
Krasa, hija del conde de Sharaf del reino de Urtesi, ha terminado su compromiso con el príncipe Carpio de Susumira, ante el "irresponsable" comportamiento es enviada por su padre a una escuela de señoritas al reino de Fontana; sin embargo, por un error de la correspondencia termina en la escuela equivocada y se reencontrará con el príncipe Georgeus, que alguna vez le salvó la vida. ¿Descubrirá con él lo que es el verdadero amor?
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5. Una conversación bajo la luna
Después del baile ambos se quedan mirando, la joven Krasa no puede identificar lo que está sintiendo, le gusta el príncipe Georgeus y no quiere separarse de él, los latidos de su corazón se aceleran y su cuerpo parece flotar ante su cercanía; sin embargo, hace unos meses estaba comprometida con el príncipe Carpio y sí estaba ilusionada por ello, hasta que descubrió que con Carpio tendría la vida que ella odiaba, la esposa noble, abnegada, respetuosa, pero engañada y condenada a darlo todo sin que le brinden lo mismo que ella daba.
- "Se dice que los jardines del palacio de Fontana son los más hermosos que existen; sin embargo, parecen palidecer ante su presencia", dijo el príncipe Georgeus, sorprendiéndose por sus propias palabras.
- "¿Le dice lo mismo a todas las chicas?", preguntó Krasa, recordando porque nunca notó el engaño de Carpio, ella siempre confió en él sin dudarlo.
- "No había paseado antes con una señorita por el jardín del palacio bajo la luz de la luna, lamento si mi comentario la ofendió de alguna manera, no es que busque propasarme con usted", dijo nervioso Georgeus.
Krasa dio un paso atrás, odió sentir que lo que ocurrió con Carpio la dejara así de desconfiada, además debía mantener la cordura, el joven frente a ella, era el príncipe heredero de otro reino de Hurmaya, cualquier tipo de relación que no sea de amistad podría ponerlos en una situación bastante incómoda y difícil.
- "Discúlpeme, esta noche he recibido comentarios por decir lo menos extraños, algunos muchachos me han abordado como si creyeran que mi respuesta va a ser de manera instantánea un sí", dijo Krasa, para luego mirar la luna.
- "Siento que se haya sentido así, si me dice quienes fueron les daré una lección", comentó el príncipe algo molesto, preguntándose quiénes habían sido los groseros que habían ofendido a la dulce Krasa.
- "Los jardines del palacio son realmente hermosos, ha sido grata su compañía, aunque creo que ya debo regresar al salón, no es propio estar solos tanto tiempo", expresó Krasa, con cierta melancolía.
- "Cuando te conocí en Susumira, se te cayó este pañuelo (le entrega), ¿qué hacías en ese lugar?", preguntó el príncipe Georgeus.
Krasa se puso nerviosa, sabía que nada podía ocurrir entre ella y él, pero quería disfrutar esa ilusión un poquito más.
- "Iba a ser presentada como la prometida del príncipe Carpio en la sociedad de Susumira; sin embargo, cuando me conoció a punto de ser arrollada por los caballos fue cuando pude comprobar que él tenía a alguien más en su vida; intenté cancelar el compromiso, pero nadie me quiso escuchar, no me dejaron más remedio que hacerlo ante la multitud. No soy de las personas que mienten, y por lo tanto no podría crear una explicación falsa para justificar mi presencia en ese lugar, solo le voy a agradecer que no lo comente", expresó Krasa esforzándose por parecer tranquila.
- "Agradezco su sinceridad, es una cualidad que valoro mucho en las personas, espero poder conocerla más, mi intención jamás sería perjudicarla", manifestó Georgeus con una sonrisa triste.
El príncipe extendió su mano para llevarla al salón, ella hizo una ligera reverencia, al ingresar Georgeus besó la mano de Krasa, se despidió de ella con una sonrisa; algunas miradas curiosas se posaron en la pareja, pero ambos parecían ignorarlos.
Cuando Krasa estuvo de vuelta en la escuela de lenguas, se apresuró en arreglarse para dormir, cuando estuvo por ingresar a su cama, Lady Nivea la jaloneó del brazo y la sacudió con fuerza.
- "Al parecer todas las de Urtesi son unas zorras, primero la princesa Luna que está de ofrecida con Lord Jaezan y ahora tú con el príncipe Georgeus, busquen hombres en Urtesi y dejen a los de Fontana en paz", dijo Lady Nivea furiosa.
- "Yo no me ando ofreciendo a nadie, no tengo esas costumbres, así que suéltame, jamás te he atacado", expresó firmemente Krasa.
- "¿Qué estabas haciendo con el príncipe Georgeus mientras desapareciste?, de nada te conviene ser una ofrecida, acá para ser esposa digna debe haber certificación de pureza, así que por más que retoces con él nada ganarás", expresó con desdén Lady Nivea, tras lo cual fue sorprendida por una bofetada que le dio Krasa y la terminó arrojando por el piso, justo cuando las otras chicas que compartían la habitación ingresaban.
- "Soy una mujer decente y no permito que se dude de eso", profirió Krasa con indignación, la mirada furiosa de la noble de Urtesi, asustó a las otras compañeras de habitación, que desconocían la provocación que había hecho Nivea.
Lady Nivea salió corriendo de la habitación, alegando con las damas encargadas de la residencia de mujeres en la escuela de lenguas, que Krasa la había atacado.
Lamentablemente, las marcas del ataque en el rostro de Lady Nivea la hacían ver víctima de un feroz golpe, no había todavía el personal encargado de hacer una investigación de los comportamientos, por lo que las damas solo llevaron a Krasa al cuarto de soledad; ella se acomodó en una esquina de la estrecha habitación y se abrazó las piernas, para reducir el frío que sentía en ese lugubre lugar.
Por la mañana, cuando Lady Karoly se enteró de lo sucedido, fue de inmediato al cuarto de la soledad, pensó encontrar asustada a Krasa, porque justo ese lugar parecía atraer los sonidos más raros de la noche, pero a través de los pequeños barrotes en una ventana de la puerta, observó que su amiga le daba migajas de pan a un par de ardillas que se habían colado en la pequeña habitación.
- "Parece que sí tuviste compañía", dijo Karoly a través de las rejas, y pasando por debajo de la puerta una pequeña bolsita con frutos secos.
- "Karoly", expresó Krasa sorprendida.
- "¿Qué te hizo Nivea?, porque de esa mujer jamás creeré ninguna palabra", expresó Karoly apretando con sus manos las rejas de la ventana.
- "Sé que debo controlarme, pero todo lo que decía era una vil mentira, ¿no entiendo porqué me arroja tanta basura?, jamás pedí que el príncipe pidiera ser mi amigo", dijo Krasa con cierta tristeza.
- "Nivea, siempre ha aspirado al príncipe Georgeus o a Lord Jaezan, único hijo del duque de Garbé; está enfadada que ninguno se haya fijado en ella. Te voy a sacar de acá Krasa, no dejaré que se cometa una injusticia contigo", expresó Karoly con convicción.
Ambas sonríen a través de rejas, apenas se pueden tomar de los dedos, se conocían de hace poco, pero la conexión que estaban formando parecía de toda la vida.