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Maten A La Más Bella Del Mundo

Maten A La Más Bella Del Mundo

Status: Terminada
Genre:Completas / Mujer poderosa / Malentendidos / Traiciones y engaños / Mi novio es un famoso
Popularitas:6k
Nilai: 5
nombre de autor: Edgar Romero

Ser la más bella del mundo no es fácil. Mil enredos, aventuras, romances, amor y buen humor, se suscitan en la vida de la mujer elegida como la más hermosa del planeta. Luego de ser proclamada Miss Sideral, Marisol pondrá en riesgo el amor que siente por Jonathan, su novio, viéndose acosada por hombres millonarios, deportistas campeones y cotizados actores que intentarán conquistar su corazón, atraídos por su belleza. Deslumbrada por una vida de ensueño, lujos, viajes y rodeada de grandes personalidades, Marisol se verá tentada de mil maneras para dejar su tranquila vida de estudiante de abogacía, pero también encontrará engaños, traiciones, proposiciones indecentes y de matrimonio convenido, de parte de hombres de toda posición social, queriendo conquistar a la más hermosa del mundo. Ella deberá enfrentar a todas esas tentaciones pero también tendrá que lidiar con el peligro, pues su vida correrá peligro atacada por mafias de apuestas, tratas de personas y políticos corruptos y maquiavélicos que la ven como una rival influyente en la opinión pública. Marisol, igualmente, pondrá a prueba su temple envuelta en guerras y conflictos y saldrá en defensa del bien contra la maldad en todas sus formas, aprovechando su vigencia como belleza mundial. Una novela apasionante, diferente, audaz, divertida y con mucha adrenalina, que cautivará al lector de principio a fin. En sus capítulos encontraremos amor, romance, peligro, crímenes, mafias y toda suerte de enredos e hilarantes situaciones que hacen de "Los enredos de la más bella del mundo" una novela imperdible.

NovelToon tiene autorización de Edgar Romero para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 5

Nueva York me pareció caótico, como un garabato que me alteraba mucho. Veía ríos de gente en las esquinas, muchas luces, edificios enormes, apuro y una interminable vocinglería. Estaba mareada en realidad y parpadeaba angustiada viendo el desorden, los empellones, el apuro y las voces alzándose como fuegos artificiales, zumbando y estallando en mis oídos.

  A Reynolds le molestaba que no hablara inglés. Nunca lo aprendí. En la universidad es obligatorio saber dos idiomas y yo opté por el francés que, sin embargo, solo lo masticaba discretamente.

-Como Miss Sideral debes hablar correctamente el inglés-, estaba molesta mientras el taxi iba de prisa por la quinta avenida. Yo tenía pegada las narices en los vidrios de la ventanilla, admirada de los edificios enormes, las calles inundadas de gente, las luces reventando en fulgores y las grandes tiendas completamente atiborradas.

-Pero hablo bien el checo-, arrugué mi naricita y mordí coqueta mi lengüita. También alcé un hombro.

-¿Checo?-, se sorprendió Reynolds. También el chofer.

-Mis abuelos eran de República Checa-, seguí riendo.

La oficina de la organización estaba en el trigésimo quinto piso de un rascacielos. Freddy Schelott, me esperaba impaciente en la puerta del ascensor.

-Marisol Adamec, qué dicha de mis ojos volver a verla-, me dijo en correcto español.  Él ya sabía que no hablaba inglés. Me llenó de besos y me quedó mirando los ojos.

-Sus ojos celestes son hermosos, Marisol Adamec-, decía encandilado a los brillos de mis pupilas.

-Gracias-, me sentí azorada.

-Y esos pelos rubios, parecen pintados con crayolas-, metió sus dedos en medio de mis cabellos.

-He says that his friends were from Prague-, le informó Reynolds a  Schelott.

-Ahhh ¿no eran de Uzbekistán?-, se extrañó  el presidente de la organización, respondiendo en español.

-This is what the file that Jacqueline Harper sent us from Lima said-, siguió diciendo Harper.

-Bien, bien, bien, Marisol Adamec, la vamos a presentar ante la prensa y mañana parte a Europa Oriental-, me anunció.

-¿Europa Oriental?-, quedé estupefacta, pero él no me escuchó. Había desaparecido por una oficina alfombrada y ¡pum! había tirado la puerta.

-¿Qué voy hacer allá?-, le pregunté a Reynolds, pero ella también había desaparecido por arte de magia.

  Estaba perdida en medio de esas enormes oficinas, alfombradas, con espejos grandes, cuadros enormes y muchos candelabros colgando del techo. Iban y venían muchas personas hablando en inglés y me miraban entre sorprendidos y extrañados. Yo estaba boquiabierta.

-You better sit down, Mrs. Reynolds will be here shortly, she's looking at her band and the crown-, me dijo una jovencita muy hermosa, haciendo una venia y señalándome un sofá grande, de cuero. Deduje que quería que me sentara.

-Thank you-, se me ocurrió decir e hice una video conferencia con Jonathan. Él se iluminó como un gran foco.

-¿Ya estás en tu hotel?-, me preguntó entusiasmado haciendo brillar la mirada.

-No, aún estoy en las oficinas de la organización y quieren que viaje mañana a Europa Oriental-, arrugué mi naricita.

-¿A la guerra?-, erizó sus pelos mi enamorado.

-Eso creo-, estaba fastidiada.

  -No lo voy a permitir-, se puso como un tirano, sin embargo Jonathan no podía hacer nada, menos desde tan lejos. Me dio risa.

Reynolds volvió a aparecer con su cara ajada y tuve que colgar, de improviso.  -Esta es tu banda y la corona ya está ajustada a tu cabeza-, me dijo y me lo puso en mis manos. Me jaló del brazo y me dijo que debía ir al hotel a descansar, cenar y dormir porque habría una conferencia de prensa en la mañana y luego la salida del vuelo a Europa Oriental era  en la tarde.

La suite que me asignaron era de ensueño. Enorme, alfombrada, repleta de espejos, muchos candelabros, un jacuzzi, cómodas y sillones confortables y súper elegantes. Tenía dos cuartos contiguos y la camas eran queen size junto a  veladores costosos y elegantes. Me emocioné y tapé mi boca riéndome feliz y empecé a dar vueltas en la alfombra sintiéndome en medio de un sueño.

  Lo primero que hice fue meterme al jacuzzi. Aunque ya lo había hecho otras veces, ésta vez me pareció delicioso y maravilloso, chapoteé en las aguas tibias como una adolescente, incluso me zambullí coqueta y me alcé lanzando el agua de mis pelos por todo el gigantesco baño, sin dejar de reírme.

-Marisol-, escuché a Reynolds, abriendo a puerta.

-Estoy en el jacuzzi-, soplé mi satisfacción refrescándome en sus olas. De repente habían dos chicas enormes paradas frente a mí, elegantes, vestidas en sastre con minifaldas y pantimedias, los pelos lisos cayendo en sus hombros, mirándome divertidas y jocosas. Quedé turbada y me volví a zambullir azorada.

-No seas una niña tonta y sal del agua-, se molestó Reynolds.

Turbada como estaba, roja como un tomate, me envolví en una toalla. Las dos mujeres no dejaban de reír.

-Ellas son Sandra Smith y Melissa Slone, serán tus guardaespaldas. Te seguirán a todas partes-, me dijo muy seria Reynolds.

-Es un gusto, me sequé apurada una mano.

  -Eres muy linda-, me quedó mirando mis ojos Slone. Ella era rubia, delgada y preciosa.

  -¿Son policías?-, parpadeé aún turbada.

-No. Trabajamos para la organización. Venimos cuidando a todas las Miss Sideral desde hace seis años-, dijo Smith, una pelirroja  también muy bella.

  -¿Dormirán conmigo?-, seguía parpadeando.

  -No. Lo hará tu secretaria, Margot Hart. Ella se encargará de tu agenda-, dijo Reynolds.

  -¿Quién es Hart?-, estaba extrañada.

  -Ya vendrá, está coordinando con  Jaclyn Majors, ella será tu prensa personal-, siguió diciendo como si yo estuviera enterada de todo. Tantos nombres empezaron a marearme.

  -El ropero está lleno de vestidos de tu talla, allí tienes zapatos, ropa interior, pantimedias, abrigos,  cosméticos, tampones, todo lo que necesites ya está en los cajones-, siguió diciendo ella, paseándose por el cuarto.

-Me falta una doctora-, quise ser bromista. Ella arrugó aún más la cara.

  -Yo soy neurocirujana titulada, no solo soy tu chaperona, y también seré tu cocinera-, dijo y junto a Smith y Slone salieron. -¡Ponte tu pijama y a dormir!-, me ordenó y ¡pum! tiró la puerta.

  Como hacía calor opté por un top y un short de tela y me metí entre los edredones, aún confundida y admirada a la vez.

  Ya estaba dormitando porque estaba muy cansada, cuando alguien abrió la puerta. ¿Acaso no podía tener privacidad? Me levanté furiosa y tomé un jarrón para romperle la cabeza al intruso y apenas di tres pasos cuando, plop, me estrellé con una chica delgada, pelo negro, que estalló en carcajadas.

-Un poco más y nos rompemos las narices-, dijo riéndose.

  -¿Y tú quién eres?-, me molesté. Ella miró el jarrón que sostenía en mis manos.

  -Espero no me tires eso a la cabeza, je je je-, seguía riéndose.

  Yo no tenía ganas de reír. -¿Eres mi secretaria o la chica de prensa?-, intenté adivinar.

-¡¡¡Soy tu peor pesadilla!!!, dijo ella desorbitando los ojos, ja ja ja, no, mentira, tu secretaria personal, yo me encargo todo de ti ja ja ja, mentira, mentira-

La chica no paraba de reír. Era una fiesta. Lanzó sobre la otra coma un sin fin de revistas, diarios, un tablet y una laptop, también su móvil y después hizo volar sus zapatos por los aires. Si no me agacho me daba en medio del cráneo.

  -Eres Margot Hart, entonces-, recordé.

La chica abrió una maleta y sacó decenas de peluches que acomodó en su cama.

-Exacto-, dijo y se desnudó por completo frente a mis ojos como si fuera lo más natural del mundo. -Me ducho y a dormir porque mañana nos espera mucho trabajo, iremos a Europa donde están estallando las bombas, bum bum bum, qué emoción-, dijo, y ¡plam! se metió al baño a ducharse.

   Yo siempre me he considerado muy loca, chiflada y capaz de hacer mil tonteras por segundo, sin embargo la tal Margot Hart me ganaba. Parecía una adolescente saltando por todo.

   Me metí a la cama, y luego de un rato quedé dormida. Sin embargo volví  sentir a Margot. Había entrado de puntitas,  seleccionó el vestido que llevaría a la conferencia de prensa, la ropa interior, las pantimedias, puso los zapatos con taco catorce  pegados a la cama, seleccionó las joyas que luciría, puso la corona en una urna de cristal, dobló con cuidado la banda de Miss Sideral, acomodó mi edredón, apagó una lámpara que había dejado prendida, y riéndose apenitas, se fue igualito como había entrado, de puntitas.

1
Alcira Lezama
se hizo muy larga la historia.
Alcira Lezama
😬🫣🫢🫢
Alcira Lezama
Relato velado pero explícito.
Alcira Lezama
si de verdad hablara así la miss en la realidad seria removida del cargo por algún motivo .
Alcira Lezama
Un tema diferente . Encantado con gran despliegue de buen relato . felicitaciones.
tiburuncin
pues fiel no fuiste
Quién sabe de que tamaño tiene los cuernos que le pusiste
y sin remordimiento
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