Karina es una chica alegre que le apasiona la literatura y esta a a punto de graduarse la universidad, ademas de casarse con quien creía que era el amor de su vida.
Leonarod es un exitoso empresario quien esta comprometido con Sara Amelia desde joven por sus padres.
Dos personas totalmente desconocidas, con vidas distintas y planes diferentes que parecian no tener nada en comun, pero al parecer destino tenia otros planes para ellos.
-¿Quien es esa mujer con un vestido de novia mojada por la lluvia en medio de la nada?- Se pregunta Leonardo cautivado por su belleza
Dejandose llevar por el deseo, se entregan el uno al otro, pero ella confundida y con muchas dudas huye sin saber que los planes para su vida cambiaron... y 6 años después debe regresar a su hogar y sin esperarlo él pasado la puerta de su corazón volvio a tocar.
NovelToon tiene autorización de @keily_smilimg para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 4
🤎LEONARDO🤎
-Señor Leonardo… El señor Morris acaba de cancelar la reunión sobre la propuesta de negocios en la queríamos que invirtiera- Dijo el señor Osmán; asistente de Leonardo
-¿Otra vez? Cómo es posible, le encanta cancelar a última hora, ve y cancela el contrato con él, además dile que esta era el último negocio y no volveremos a negociar.
- Pero señor… Él es uno de nuestros mejores socios\, siempre negociaba con su padre.
-Pero tenemos más, y mejores que él, no te preocupes, tengo mis propios planes.
-Como ordene.
El señor Osmán salió de la oficina y Leonardo se quedó observando desde su ventanal gigante que se ubicaba en el último piso de su edificio.
Enserio creía que seguiría aguantando sus exigencias y berrinches. Que ya no este mi padre al mando no significa que me podrán tomar el pelo. No te preocupes papá haré que te sientas orgulloso de mi- Pensaba mientras observaba el horizonte con ambas manos en su traje. Cuando de repente sonó su celular.
-Dime Madre
-Hijo
-¿Qué sucede madre? ¿Paso algo?
-No, no sucedió nada es solo que te quería recordar la cena hoy con los Worman, apuesto a que Amelia estará feliz de verte.
-Madre ya te dije que no me casare con ella, es mejor no darle esperanzas.
-Hijo ella es una buena chica, además es el partido perfecto para ti y siempre te ha admirado… Ahora que eres tú quien está al mando de la empresa sería perfecto que tuvieras alguien a tu lado apoyándote… Ella sería una esposa genial
-Mamá Amelia es como una hermana para mí, entiendo que su madre y tu sean muy amigas y todo, pero- No digas más, colgaré antes de que me hagas perder la paciencia ¿Vendrás o no?
-No madre, esta vez pasaré
- Bien como quieras\, pero este asunto aún no está decidido\, no te zafarás de esto fácilmente.
-Como digas. Nos vemos, tengo una reunión en veinte minutos, cuídate madre
Se terminó la llamada y no entendía como las cosas habían llegado a ese punto, si tan solo su padre no hubiera muerto repentinamente hubiera podido llevar la vida que deseaba pero sucedió lo peor y ahora él era el hombre de la familia y los socios de su padre no lo tomaban en serio… Terminó sus reuniones exhausto por discutir con todo mundo para ganar la confianza de los más importantes salió y se subió a su auto.
-Señor Osmán valla a casa, iré en mi auto a casa
-Me encantaría, pero sé que no se encuentra muy bien, déjeme llevarlo
Leonardo acepto porque realmente no tenía cabeza para conducir y se subió al asiento trasero viendo al horizonte
-Señor Osmán, no quiero ir a casa, por favor solo de vueltas alrededor de la ciudad, necesito pensar
-Como dijo Joven Leonardo- No me diga así señor Leonardo, usted es como familia para mi Dígame Leo como siempre
-No me atrevería señor, usted es el presidente de la empresa, le debo respeto- Entonces al menos cuando estemos solos llámeme como antes- Por supuesto Joven Leo… A mire, comenzó a llover, parece que la tormenta va a ser larga
-Sí, eso parece….
Condujeron a la deriva por mucho tiempo, Leonardo vio la hora y pensó que él señor Osmán ya debía descansar así que rompió el silencio
-Señor Osmán, lléveme a casa y luego puede ir a descan- ¿Qué es eso? – Pensó Leonardo viendo algo blanco a lo lejos en medio de la lluvia
-Señor Osmán acérquese un poco a esa persona –Claro Joven Leonardo
-¿Qué hace una mujer con vestido de novia en medio de la nada con esta lluvia? ¿Estará bien?- Se preguntó a sí mismo. La observo por unos minutos y no se movía de la posición en la que estaba, se estaba abrazando a si misma con sus piernas en medio de sus brazos.
Sin poder quitar su mirada de ella tomo su paraguas y bajo del auto para acercarse a aquella joven en medio de la lluvia.
Ya frente a ella coloco su paraguas sobre ella lentamente, y ella levanto su mirada, era la mirada más hermosa que había visto, miles de preguntas pasaron por su mente ¿Qué hacia ella en ese lugar? ¿Por qué llevaba un vestido de novia? ¿Por qué lloraba? ¿La habrían dejado plantada o se habría arrepentido a última hora?... Ninguno decía palabra alguna, la mujer solo lo miraba con sus hipnotizantes ojos llenos de lágrimas, él sintió su corazón temblar y desarmarse al verla en ese estado… Luego llevo su mano al rostro de ella para limpiar sus lágrimas y ella se dejó caer sobre él mientras abrazaba su torso.
Conmovido la cubrió con su abrigo y la cargo para llevarla a casa y cuidarla, estaba muy fría
- ¿Cuánto tiempo lleva bajo la lluvia?- Pensó curiosamente.
Ya en su casa la tomo en sus brazos y la subió a su recamara, la chica estaba casi inconsciente.
Fue por una toalla para secar su rostro y al volver ella se estaba quitando el vestido
-a-a e-es-estas despierta- Dijo mientas se volteaba, cualquiera pensaría que un hombre como él mantenía de mujer en mujer, pero la realidad era totalmente distinta.
-MMM mmm- Decía Karina con sus ojos cerrados mientras se desvestía.
-Leonardo se acercó a pasos lentos nerviosamente mirando si estaba bien
-Oye ¿Estas bien? Te ayudare, ven- Dijo tomándola con sus manos, pero al tocarla y ya no estaba fría, por el contrario se sentía caliente
-Oye estás muy caliente, ¿Tienes fiebre? –Dijo pero al tratar de alejarse Karina llevo sus manos al pecho de él, ella no sabía lo que hacía, solo sentía que se sofocaba y quemaba, quería apagar ese fuego en interior que crecía al tenerlo cerca.
-¿Oye que haces?- Dijo él nervioso mientras la apartaba, Karina sentía su cuerpo extraño, ya no era su razón y conciencia la que mandaba sino su deseo que pedía a gritos salir. –No te vayas- Dijo con su suave voz la cual hizo temblar a Leonardo. Él dudo un poco, pero luego tomo su mano y la pego a él, y sus respiraciones se mezclaron. Era extraño para él ese sentimiento, no era de los que se atraía fácilmente por cualquier mujer, ¿Qué tenía Karina que le hacía perder la cordura?
-Oye ¿Por qué tienes un vestido de novia? –pregunto agitado y con su respiración entrecortada pero Karina no respondió, lo observaba pero veía borroso y sin mediar palabra comenzó a besarlo de manera absorbente, llevo ambas manos y las entrelazo en su cuello. Leonardo no se hizo esperar y la pego a él más fuerte tomando el mando de aquel beso demandante.
Se alejaron para respirar y Karina se comenzó a quitar el Corset que tenía, Leonardo la veía hipnotizado, no podía aportar su mirada de ella y como vio que ella no podía quitárselo sola se arrancó de un solo dejándola al descubierto.
Después Karina se acercó de manera sensual, jugueteo con él y se subió a la cama como una gata y con su mano palmeo para que Leonardo subiera. Él sonrió mientras desabrochaba su camisa y obedeció subiendo encima de ella, poco a poco el fuego creció y en cuestión de segundos ambos estaban desnudos, Karina estaba desesperada, actuaba salvajemente y sin freno al igual que Leonardo.
Luego él se acomodó para entrar de un solo, ella enterró sus uñas en su espalda del dolor, él era realmente grande, podía sentirlo en su pecho y músculos, por no hablar de lo demás. Leonardo soltó un gemido cuando ella enterró sus uñas, y lo hizo lentamente, hasta que ella se relajó y empezó a pedirle más y más. Leonardo felizmente obedeció y siguieron haciendo el amor.
Después de unos minutos, ambos estaban exhaustos y sudados, se alejaron un poco y se dejaron caer al lado del otro. Después de tomar aire y respirar Leonardo le habló a Karina pero al no recibir respuesta la miro y ella ya estaba dormida profundamente.
Él solo sonreía y pensaba en la locura que acababa de hacer, esos no eran los planes que tenía precisamente, pero algo en Karina lo atraía como un imán.
La observo por varios minutos felizmente y después la abrazo por la espalda pegándola a él quedando profundamente dormido.