Pernikahan 99 Hari

Después de que ambos permanecieron en silencio por un rato, el hombre tomó la iniciativa de saludar primero a la mujer.

"¿Qué haces aquí?", preguntó Sky, sin esperar encontrarse con Alana cuando necesitaba paz.

Sí, el hombre era Sky Dwight, quien buscaba una brisa nocturna para refrescar su mente agobiada. Agobiada porque siempre lo presionaban para casarse rápidamente, solo porque Sky era el único descendiente y heredero en la familia Dwight.

Alana, a quien se le preguntó, permaneció en silencio, sin ganas de responder a la pregunta de Sky, porque no era importante para ella.

"Realmente eres una mujer arrogante. No es de extrañar que Abian-"

"¿Me traicionara?", interrumpió Alana bruscamente sin mirar a Sky. Para Alana, la vista de la calle era más hermosa que mirar el rostro de Sky. "Si no sabes cómo ocurrió, es mejor que te calles".

"¡Espera!" Sky agarró la mano de Alana mientras intentaba alejarse del lugar. "Eso no es lo que quería decir, pero-"

"¡Suéltame!" Alana interrumpió tratando de liberarse del agarre de Sky.

"Escucha mi explicación", insistió Sky, aferrándose a la mano de Alana.

"Tsk, ¡te dije que me sueltes! No quiero que mi mano sea tocada por manos sucias-", Alana fue interrumpida antes de poder continuar hablando. Cayó primero cuando su agarre en la mano de Sky se soltó repentinamente. "Sky..." gritó enojada. ¿Cómo no iba a estar enojada cuando cayó directamente en un charco de agua sucia, empapando su ropa?

Al ver caer a Alana, en lugar de ayudarla, Sky estalló en risas. "¿Por qué? ¿No pediste que te soltara?".

"¡Tú!".

"Ven aquí", Sky extendió la mano para ayudar a Alana a levantarse porque no podía soportar verla luchar para ponerse de pie.

Alana aceptó de inmediato su mano, pero la tiró con fuerza, haciendo que Sky cayera justo frente a ella.

"¡Oye!" gruñó Sky porque ahora su ropa también estaba sucia.

"Estamos en paz", Alana abandonó rápidamente el lugar sin importarle las maldiciones de Sky. Tenía miedo de quedarse allí demasiado tiempo y perder la cordura y tomar represalias contra las maldiciones del hombre.

Sky solo miró a Alana mientras se iba con un suspiro, sintiéndose ligeramente culpable por mencionar la historia de Alana con Abian. Realmente no tenía intención de mencionar su pasado, pero de alguna manera su boca siempre quería decir algo duro cuando se enfrentaba a Alana Ricardo.

"¿Cómo ha sido tu vida en los últimos tres años?", murmuró Sky para sí mismo. Porque recordaba la noche ajetreada que tuvieron, donde Alana parecía albergar una tristeza profunda que la hizo permitirle tocar su cuerpo, y resultó que esa tristeza fue causada por Abian Atmajaya. "Ah, ¡olvídate de esa mujer arrogante!".

Sky se levantó para limpiar su ropa sucia. Dejando el lugar que lo confundía aún más al encontrarse con Alana.

*

*

Al día siguiente.

Como era habitual en la residencia de los Dwight, todas las mañanas se volvían tensas debido al debate entre el único hijo del dueño de la mansión y sus padres sobre el matrimonio.

"No quiero", Sky rechazó a la quincuagésima mujer que le presentó mamá Sandra.

"Al menos mira su foto primero", Sandra le entregó una foto de una mujer hermosa para que fuera la compañera de su hijo.

Sky no quería ver la foto, porque como era de esperar, la mujer elegida por mamá Sandra tendría la misma apariencia, es decir, hermosa, alta, de cabello largo, sexy, y definitivamente de una familia prestigiosa.

"Mira a tu posible pareja. Es muy hermosa, educada, y ya sabes que es médica", dijo Sandra entusiasmada.

Sky sonrió incómodo porque su suposición era correcta, la mujer elegida por mamá Sandra sería del mismo tipo que las demás.

"Mamá, puedo encontrar a mi futura esposa por mí mismo, una mujer a quien ame realmente. Así que olvídate de este matrimonio arreglado".

"¿De veras? ¿No eres siempre rechazado por las mujeres que amas?", se burló Sandra, riendo.

"Mamá... querida...", dijeron Sky y Dwight al mismo tiempo.

"Sky, a mamá no le importa, tienes que ir a cenar al restaurante La Brasserie a las siete en punto".

Sky se levantó de la mesa del desayuno aunque no había terminado de desayunar. Porque ya se sentía lleno con todos los debates de mamá Sandra.

"¡No olvides venir! De lo contrario, mamá se enojará", gritó Sandra, observando a su hijo alejarse de la sala de comedor.

Frustrada por la indiferencia de su hijo, Sandra olvidó decirle el nombre de la mujer que Sky iba a conocer.