Romance Prohibido

Justin iba por la carretera montado en su moto, estaba sonriendo y la razón, su profesora de francés e italiano, esa mujer le encantaba y eso que solo la conocí hace una semana. habían pasado dos días desde aquel fugas pero delicioso beso, sí así lo describía, delicioso, su profesora usaba un labial con sabor a cereza y eso le encantó, además que la sensación que le causó ese pequeño beso fué increíble, sintió una electricidad recorrer sus espina dorsal, aquello nunca le había pasado con una mujer y valla que ha pesar de su corta edad había besado a muchas. estaba loco por volver a probar esos labios y saber que otras cosas exquisitas podía provocarle.

La pequeña sonrisa que tenía en su labios se ensanchó al pensar en aquello.

Llegó al portón de su casa y se detuvo mientras esperaba que el gran portón se abriera y lo dejara pasar. Salido al guardia con un movimiento de cabeza y se adentro a los predio de su familia, manejo un poco más y estaciono la moto, entro a su casa y en las escaleras se encontró con su madre.

- Hola hijo, ¿Cómo te fue hoy? - cuestionó la mujer sonriendo.

- Bien. - respondió y sin más término de subir las escaleras.

Llegó a su habitación, tiró el morral en la cama, se quitó la corbata y camisa del uniforme, tomo su morral saco su Macbook y mientras está encendia se quitó el calzado, las medias y se tiró en la enorme cama Kings. Ya una vez lista la Macbook se metió a internet y rápidamente se metió a su Instagram, colocó el nombre completo de su profesora y alzó una de sus cejas al ver tantas personas con el mismo nombre.

- Que se le va hacer, manos a la obra. - dijo y comenzó a ver cuál de todas esa era su profe.

Hora y media después por fin la encontró, se quedó admirando su foto de perfil casi hipnotizado, Camila era demaciado hermosa, sus ojos miel brillaban, sus labios se curvaban en una bella sonrisa adornada por dos hoyuelos que se hacian a cada lado en su mejillas, sus dientes blancos perfectamente alineados. Aquella sonrisa era genuina, no era solo por salir bonita en la foto, bajo a las demás fotos que había publicado y pudo notar que no la mayoría de ellas salía acompañada por dos chicas, una era rubia, de ojos azules, y la otra era castaña, como de la misma edad de el, podría asegurar que era su hermana ya que tenían ciertas similitudes, sus ojos eran uno de ellas, en otras las más antigua salía con un chico, era rubio, de ojos café, con apariencia tonto, o bueno eso era lo que el pensaba, pues le daba rabia imaginar que era el novio de ella.

- Seguramente es su ex. - pensó ya que en las fotos más recientes o estaba sola o con las otras dos chicas. Sintió un poco de alivio al pensar así, decidió dejar de seguir revisando el perfil de la profesora , pero ante de salír, hizo click en seguir. Sonrío y cerró la Macbook.

Se levantó de la cama y en ese momento su teléfono sonó lo tomo y frunció en entrecejo al ver un número desconocido, decidió responder.

- ¿Quién eres y porque tienes mi número? - cuestionó sin saludar.

- ¡Hola Justin, soy tu compañera Maxine! - respondió la persona, Justin rodó los ojos al recordar a la pelinegra lanzada.

- ¿Quién te dió mi número? - cuestionó.

- Lo siento no te lo puedo decir. - respondió está y se rió. - ¿ Sabes? Hay una fiesta en mi casa, mis padres no están, ¿Quería saber si te gustaría venir? - pregunto la chica.

- No me interesa. - respondió este mientras se 1uitaba el pantalón del uniforme y camino hacia su armario.

- Hmm. No seas así, la fiesta va a estar super, va haber alcohol, hierba y si prefieres otros dulces, también. - dijo y Justin torció la boca al por aquello. - Además te prometo hacerte muy feliz. - dijo coqueta. Justin sonrió con ironía y negó.

- No me interesa y no vuelvas a llamarme. - dijo y colgó. - Tonta. - susurro.

Busco una sudadera y un suéter en el armario, se vistió y se dirigió a ser un poco de ejercicio en el gimnacio de la casa.

...........

Camila se encontraba tirada en la cama navegando viendo sus redes sociales cuando una notificación de Instagram llegó a u celular, leyó el mensaje y frunció el entrecejo.

Justin-M a comenzado a seguirte.

No tenía que ser adivina para saber de quién se trataba, además no había podido dejar de pensar en ese estúpido chico.

¿Cómo se atrevía a robarle un beso?¡ A ella , su profesora, cinco años mayor que él! ¿Que le pasaba a ese chico!

Recordar ese pequeño beso la llenaba de irá y otra sensación que prefería mejor no analizar.

Resoplo, pero sintió curiosidad, así que hizo clik en la notificación y el celular se traslado a la aplicación, ya estando allí, hizo click en el perfil del chico y bajo viendo las fotos.

Se dió cuenta de cuatro cosas, la primera, no sonreía en ninguna de las fotos, la segunda, las fotos solo era de él, en ninguna de ellas estaba acompañado, la tercera en la mayoría de esa fotos salía sin camisa y eso la llevaba a la cuarta, el estúpido chico tenía un cuerpo esculpido de infarto. Sintió cierro cosquilleo en su bajo vientre y se sorprendió por eso. Salió de la aplicación y dejo su teléfono aún lado.

¿Que había Sido eso?

Osea, si sabía, pero ella no podía sentir eso al ver así alumno sin camisa semidesnudo.

¡No, no, no definitivamente no!

- Camila ya está la cena. - escucho a su hermana.

Inhaló y exhaló profundo, no pasaba nada, no había porque alterarse, era solo una pequeña reacción de su cuerpo.

Reacción que muy pocas veces he tenido! - dijo aquella vocecita interior que decidió ignorar.

No pasa nada. reafirmo y con ese pensamiento salió de la habitación.

...........

Justin estaba guardando algunos útiles en su casillero cuando alguien llegó a su lado.

- Hola Justin, ¿cómo amaneces? - pregunto una chica, Justin rodó los ojos al escucharla.

- Hola Maxine, ¿Que quieres? - cuestionó.

- ¡Ay que grosero eres! - exclamó, Justin la miro y está se encontraba haciendo un puchero, eso hizo que rodará los ojos, si ella creí que lo iba a convencer con aquello, estaba muy equivocado.

Había que admitir que la chica era bonita, tenía la piel muy clara,, cabello negro y ojos igual, cejas perfectamente pintadas y pestañas un poco demaciado largas, no eran reales, tenía un bello rostro, y debía admitir que su cuerpo no era nada feo, aunque era muy delgada para su gusto, tenía pocos senos y poco trasero, no estaba mal, pero a él le gustaban las mujeres con un poco más de dónde agarrar además era muy bajita.

- Hola profe Camila. - escucho a una chica hablar, el giro la mirada hacia la voz y vio a la mujer protagonistas de sus últimos sueños húmedos.

Estaba hermosa ese día, bueno ella siempre se veía hermosa, pero ese día el atuendo que llevaba lo dejaba apreciar su belleza aún más.

Vestía una blusa blanca encajada, manga tres cuartos, con un pequeño corbatín del mismo color que la falda, la cual era negra , se ajustaba a su cuerpo, le llegaba un poco debajo de las rodillas, dejando solo ver un tercio de sus largas piernas, las cuales terminaban adornada por unos tacones cerrados del mismo color de la falda, no eran ni altos ni bajo.

- Hola, Megan. - saludo y sonrió, mostrando esos hermoso hoyuelos.

Escucho un carraspeó y volvió su atención a la chica que tenía al lado. se dijo que tenía que ser más cuidadoso, lo último que necesitaba era que demás se dieran cuenta que estaba loquito por su profesora.

- ¿Que quieres? - repito cerrando su casillero.

- Te quiero dar otra oportunidad. - dijo está y sonrió coqueta. - Este sábado es mi cumpleaños número 17. - dijo y saco una tarjeta de su bolso. - Estas cordialmente invitado. - termino de hablar y le entrego la tarjeta.

Justin tomo la tarjeta y está sonrió.

- ¿Irás? - cuestionó enticiasmadas la chica.

- Tal vez. - respondió dando media vuelta.

Ni loco iría a esa fiesta, la chica estaba detrás de él, la Hiba a tener pegada toda la noche, además las chicas como ella tenía cierto problema, si les dabas al menos una señal de que les gustas, ya andaban por ahí proclamando que eran novios, ya le había pasado eso una vez y no pensaba repetir ese error, era mejor mantenerla a kilómetros.