Amelia y Ruben se amaron desde niños, pero la envidia de Ana los separa, podra su amor soportar tanto dolor y traiciones .
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Así fueron pasando los días y Amelia y Rubén se reúnen seguido, ella sale con cualquier excusa de la casa y su madre se ha dado cuenta y lo peor que su padre también. Este último le advierte a su esposa que tome medidas o el tendrá que intervenir.
Amelia - madre saldré a dar un paseo por los alrededores.
Madre de Amelia- sé perfectamente donde vas, así que informa a Rubén que venga mañana a tomar el té porque necesito tener una charla con él.
Amelia- madre que pretendes.
Madre de Amelia - silo entrega mi recado.
Amelia se digirió enojada al encuentro con Rubén, ella sabía que no hacían nada incorrecto tan solo se sientan bajo un viejo sauce para conversar.
Rubén - ¿ qué te sucede, pareces enojada?
Amelia - lo estoy
Rubén - puedo saber por qué, cuéntame
Amelia- antes de salir de casa, mi madre me dijo que te informara que te espera mañana a tomar té, que tiene que charlar contigo.
Rubén- entiendo, por eso te molestaste.
Amelia- nosotros no hacemos nada malo, siempre hemos sido amigos
Rubén- no te preocupes mañana iré a tomar te a tu casa y le explicaré todo a tu madre.
Día siguiente.
En la sala de la casa de Amelia está ella su madre y Rubén.
Madre de Amelia- hija retírate por favor deseo hablar a solas con Rubén.
Amelia- pero.
Rubén - Amelia, ve
Amelia salió de la habitación y su madre sirvió una te para Rubén y otro para ella.
Rubén - señora, creo que usted quiere decirme algo, como le pidió retirarse a Amelia, supongo que se trata de un tema sobre ella.
Madre de Amelia- así es, yo te vi crecer y jugar con mi hija desde niños y ser buenos amigos; sin embargo, ahora ya no son niños son un hombre y ella una señorita.
Rubén - eso lo sé.
Madre de Amelia- por lo mismo debo cuidar a mi hija, tú entenderás que no es correcto que una señorita se encuentre a solas contigo, si alguien los ve y lo divulga la reputación y el buen nombre de mi hija puede verse afectado.
Rubén - no lo había pensado de esa forma y pienso que usted tiene razón, pese a que nosotros solo nos sentamos a conversar un rato bajo el sauce y no hacemos nada incorrecto, yo siempre he respetado a Amelia y no quiero dañarla bajo ninguna circunstancia y mucho menos que hablen mal de ella, sé que eso es lo peor que puede pasarle a una señorita.
Madre de Amelia- me alegra que entiendas mi preocupación, como madre debo velar por ella.
Rubén - entonces no podremos vernos más.
Madre de Amelia- si pueden seguirme viendo, pero no a solas o en lugares apartados, puedes venir y estar en el jardín hablando con ella o aquí mismo en la casa.
Rubén - sé que puede ser un poco atrevido de mi parte, pero me gustaría decirle las intenciones que tengo con su hija.
Madre de Amelia - ¿ qué quieres decir?
Rubén - yo desde niño he estado enamorado de Amelia, ahora que volví confirme mis sentimientos por ella y deseo a futuro convertirla en mi esposa si ella acepta.
Madre de Amelia- Por Dios eso lo cambia todo, mi hija ha aceptado tus sentimientos.
Rubén - no, ella no lo ha hecho, dice que estuvimos mucho tiempo sin vernos y crecimos y debemos volver a tratarnos para ver si nuestros sentimientos son reales.
Madre de Amelia- por lo menos mi hija fue criteriosa, pero entiende Rubén si tus intenciones son amorosas, deberás cuidar mucho tu forma de tratar a mi hija respetarla y no hacer nada indebido aunque la tentación sea fuerte
Rubén ruborizado - yo quiero mucho a Amelia y deseo que ella sienta lo mismo por mí, pero se también que hay cosas que no podemos hacer hasta casarnos, así que no se preocupe. Si Amelia me acepta yo vendré con mis padres a pedir la mano de su hija.
Madre de Rubén - espero que así sea entonces y gracias.
Rubén- gracias a usted, porque siempre me ha tratado muy bien, y me ayudo mucho también cuando lo necesite. Me permite hablar con Amelia.
Madre de Amelia- espera acá yo le diré que venga.
Después de un momento llego Amelia muy ansiosa al salón.
Amelia - Rubén cuéntame que sucedió, porque mi madre quería hablar contigo.
Rubén - no te enojes con tu madre, ella solo te está cuidando, entiéndela.
Amelia - dime entonces.
Rubén - tu madre me explico que debemos tener cuidado, si bien somos amigos desde niños ahora la situación cambio, tú eres una señorita y yo un hombre no es adecuado que nos veamos a solas, en un lugar apartado, ya que eso puede afectar tu reputación si alguien nos ve y esparce rumores.
Amelia- eso yo nunca lo pensé.
Rubén - yo tampoco, pero agradezco que tu madre fuese clara al respecto, no quiero dañarte.
Amelia- entonces prohibió que nos veamos.
Rubén- no, solo que debe ser una casa y nunca estando solos, podemos estar juntos en el jardín o acá en la sala.
Amelia - me alegro
Rubén - porque te alegras, sufrirás si no me ves.
Amelia roja - si sufriría.
Rubén - entonces sientes algo por mí.
Amelia- estos días que hemos compartido desde que llegaste me he sentido bien a tu lado y pude comprobar que te quiero.
Rubén - que feliz me haces- le toma las manos
Amelia - no hagas eso, mi madre debe estar atenta.
Rubén - yo le dije a tu madre mis intenciones.
Amelia - ¿ qué hiciste?
Rubén - le dije que te quiero y deseo casarme contigo.
Amelia- que vergüenza.
Rubén - porque vergüenza.
Amelia - es mi madre y si antes me cuidaba, ahora lo hará más.
Rubén - me advirtió que debo ser un caballero.
Amelia- ella pensará que nos vamos a casar luego.
Rubén - por mí me caso mañana, si me aceptas.
Amelia - seguramente mi madre le contará a mi padre y se me viene una terrible conversación, lo peor Ana se enojará y hará de las suyas.
Rubén - que tiene que ver tu hermana en todo esto.
Amelia- no le gustará saber que alguien tiene intenciones de pedir mi mano en matrimonio, cuando ella que es la mayor y debuto socialmente todavía no está comprometida.
Rubén - deja a Ana con sus envidias, yo estoy tan feliz hoy que nada podrá amargarme este día.