*Einar, un joven valiente cuyo destino se entrelaza con los misterios de un mundo encantado. En lo profundo de un bosque ancestral, Einar descubre una fuente de agua cristalina. Su superficie refleja una luz sobrenatural, como si los dioses mismos la hubieran bendecido. A su alrededor, espíritus guardianes, invisibles para los ojos mortales, velan por la armonía del lugar. Los fragmentos de luz que flotan en el aire son portadores de secretos ancestrales.
Pero Einar no está allí por casualidad. Ha llegado al valle de los espíritus para enfrentar una prueba: demostrar la fortaleza de su corazón. ¿Será capaz de resistir las tentaciones, las ilusiones y las pruebas que le aguardan? Solo aquellos con un corazón puro pueden atravesar este umbral y descubrir los secretos ocultos en el corazón mismo de este lugar.
Así comienza la leyenda de Einar, un joven cuya valentía y determinación lo llevarán a descubrir su verdadero propósito en este mundo mágico.
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El Encuentro con Althea
El viaje de Einar lo llevó a través de colinas onduladas y ríos serpenteantes, guiado siempre por el resplandor constante de su amuleto. La sensación de que algo importante estaba por suceder no lo abandonaba. Después de días de caminata, llegó a una región conocida como el Jardín de las Estrellas, un lugar famoso por su belleza y serenidad.
El Jardín de las Estrellas era un paraje encantado donde flores luminosas florecían bajo la luz del sol y de la luna, creando un espectáculo deslumbrante. Einar se maravilló ante la vista, pero pronto su atención se centró en una figura que se movía entre las flores. Era una joven, recolectando pétalos brillantes en una cesta de mimbre.
Einar se acercó con cautela, sin querer asustarla. La joven levantó la vista y sus ojos se encontraron. Tenía cabellos dorados que caían en suaves rizos y ojos azules como el cielo. Su sonrisa era cálida y acogedora.
"Hola", dijo Einar, intentando sonar amistoso. "Soy Einar. Estoy en una misión para recolectar los Fragmentos de Luz. ¿Podrías ayudarme?"
La joven sonrió y se acercó. "Hola, Einar. Soy Althea. He oído hablar de tu misión. Este jardín también guarda uno de los fragmentos que buscas. Pero para obtenerlo, debes pasar una prueba."
Einar asintió, ya acostumbrado a enfrentar desafíos. "¿Qué tipo de prueba es?"
Althea lo miró con ternura. "Debes demostrar el poder del amor. Aquí, en el Jardín de las Estrellas, el amor florece y se manifiesta de formas únicas. Sígueme."
Lo guió a través del jardín hasta un claro donde una fuente de agua cristalina burbujeaba alegremente. Alrededor de la fuente, las flores brillaban con un resplandor especial. Althea se arrodilló junto a la fuente y extendió la mano, indicando que Einar hiciera lo mismo.
"El amor verdadero no solo se siente, sino que se muestra a través de acciones y sacrificios", explicó Althea. "Quiero que pienses en alguien a quien ames profundamente y en un momento en que ese amor haya marcado una diferencia."
Einar cerró los ojos y recordó a su abuela. Pensó en todas las veces que ella había cuidado de él, enseñándole con paciencia y amor. Recordó una noche en particular cuando él había estado enfermo y ella se había quedado despierta toda la noche a su lado, velando por su bienestar.
"Mi abuela", dijo Einar suavemente. "Ella siempre ha estado allí para mí, sacrificando su tiempo y energía para asegurarse de que estuviera bien."
Althea sonrió, viendo la sinceridad en los ojos de Einar. "El amor de una abuela es un vínculo poderoso. Ahora, coloca tus manos en el agua de la fuente y deja que el amor que sientes fluya a través de ti."
Einar hizo lo que le pidió. Al tocar el agua, sintió una calidez que se extendía desde sus manos hasta su corazón. La fuente comenzó a brillar intensamente, y de sus aguas emergió el tercer Fragmento de Luz, resplandeciente y puro.
"Lo has logrado", dijo Althea, tomando el fragmento y entregándoselo a Einar. "El amor que tienes en tu corazón es verdadero y poderoso. Este fragmento es una prueba de ello."
Einar tomó el fragmento, sintiendo una conexión profunda con Althea. "Gracias, Althea. No solo por el fragmento, sino por ayudarme a recordar lo importante que es el amor."
Althea sonrió y tomó la mano de Einar. "La misión que tienes por delante es peligrosa, pero nunca olvides que el amor te dará la fuerza para seguir adelante. Si alguna vez necesitas ayuda, regresa a este jardín. Siempre estaré aquí para ti."
Einar sintió un calor en su pecho, no solo por la gratitud, sino por un sentimiento nuevo y profundo que surgía al estar cerca de Althea. Sabía que había encontrado no solo un aliado, sino alguien especial que ya ocupaba un lugar en su corazón.
Mientras el sol se ponía, pintando el cielo con colores dorados y rosados, Einar se despidió de Althea con la promesa de volver. Con el tercer fragmento en su poder y un nuevo sentido de propósito, continuó su viaje. El amor, en todas sus formas, se había convertido en su mayor fuerza y guía.