La princesa imperial Calypso Aziel Zandell Leroy toma el trono después de la muerte de su padre, aún ella siendo la segunda en la línea de sucesión dado que su hermana la primera princesa imperial Cataleya no quiso regresar al imperio después del accidente...
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Capítulo 2 Llegando a Lirio
Al llegar al puerto del Reino de Lirio, mi madre se abrazó efusivamente a un hombre rubio de ojos azules, mi tío. A su lado estaba mi abuela, una señora igualmente rubia de ojos azules.
—Mi preciosa Zafiro, no sabes cuanto te he echado de menos, cariño —dijo mi abuela, abrazando a mi madre.
—Mamá, yo también te extrañé mucho, los extrañé mucho —respondió mi madre, viendo a mi tío.
—Hermana, me alegra por fin verte de nuevo, hace años que no te veía, estás más hermosa que la última vez —dijo mi tío, abrazándola.
—A mí también me da gusto verte de nuevo, hermano —respondió mi madre.
—Cuñado, que bueno que pudieron venir, ya quería ver a mis sobrinas. No cabe duda que son una copia exacta de ti —dijo mi tío, mirándonos a Cataleya y a mí—. Me hubiera gustado conocer al pequeño Arslan, pero aún es pequeño para viajar.
—Son preciosas mis nietas —dijo mi abuela, tomando la mano de Cataleya—. Tú eres Cataleya.
—Y tú debes ser Calypso —dijo mi tío, besando el dorso de mi mano.
—Un placer conocerlo, Rey de Lirio —dije, haciendo reverencia.
—Oh, querida, solo dime tío. Ustedes son mis sobrinas, hijas de mi única hermana, así que por favor no sean tan formales —dijo mi tío con una risilla.
—Bien, vayamos al carruaje para ir al palacio —dijo mi tío—. Organicé una cena con la familia y en dos días habrá un banquete para darles la bienvenida.
Y así íbamos en camino al palacio, mi hermana iba conversando con la familia mientras yo me dedicaba a observar el lindo paisaje.
Al llegar al palacio, mi tío nos presentó a su familia.
—Mi esposa Katrina, Reina de Lirio —dijo—, mi hijo mayor y príncipe heredero Román, los mellizos Sebastián y Sandra, mis hijos menores, son dos años mayores que ustedes. Familia, ellas son mis queridas sobrinas Cataleya y Calypso. Espero que las traten bien en su estadía por el reino y se lleven bien.
Después de la breve presentación, pasamos al interior.
Horas después, vinieron unas doncellas a despertarme.
—Ya se acercaba la hora de la cena —dijeron—, así que nosotras la arreglamos para estar presentable.
Al entrar al comedor, ya estaban casi todos.
—Ven aquí, Calypso, siéntate conmigo —dijo Román sonriendo—. La abuela está feliz de verlas, así que se sentó con Cataleya.
—Gracias, primo —dije con una leve sonrisa.
Después de unos minutos llegaron los mellizos y cuando Sandra me vio, pude notar asombro y enojo.
—Sandra, tu hermano fue quien le ofreció sentarse ahí, no hagas un escándalo en este momento —dijo mi abuela severamente.
—Sí, abuela… —dijo Sandra aún molesta.
—Primo, debiste decirme que este era el asiento de Sandra —dije susurrando—. No quiero molestarla.
—No te preocupes, ella debe entender —dijo Román susurrando mientras sonreía.
Después de la cena, mi abuela llevó a Cataleya a dar un paseo junto a mi madre.
Sandra se me atravesó en el camino.
—Tú —me señaló—, aléjate de mi hermano. Yo soy su consentida y tú no me vas a quitar su cariño.
—Esa no es mi intención —dije tratando de sonar tranquila—. Él solo trata de ser amable con la familia.
—¡Solo aléjate de mi hermano! —dijo empujándome.
—¡Sandra, qué crees que haces! —dijo mi tío—. ¡Es tu prima a quien empujas!
—Papá, yo… —dijo Sandra.
—Estoy bien, tío —dije—. No es nada grave. Sandra no lo hizo a propósito.
—No la defiendas, Calypso —dijo mi tío—. Vi cómo te empujó.
—Tío, por favor, no la regañes —dije—. Estoy bien, así que no hay que preocuparse.
Mi tío suspiró y asintió.
Mi tío le pidió a Sandra retirarse, así que yo también estaba por irme.
—Ven conmigo, Calypso —dijo mi tío—. Hay un lugar que quiero que conozcas.
Caminamos por un largo jardín donde había diferentes tipos de flores plantadas, había enredaderas y un sin fin de rosas rojas. Al llegar al fondo había una enorme puerta, entramos al cuarto que había ahí y me sorprendí, era una biblioteca antigua.
—Calypso, tu abuelo preparó esta biblioteca exclusivamente para ti —dijo mi tío—, cuando tenías dos años llegó una carta de tu madre contándonos acerca de sus pequeñas, diciendo que Cataleya era un torbellino andante mientras la pequeña Calypso se la pasaba horas en la biblioteca aprendiendo a leer. Ese era tu pasatiempo favorito. Así que, como mis padres no podían viajar al imperio, mi hermana enviaba cartas todo el tiempo, contándonos cómo crecían ustedes. Así que mi padre decidió construir esta biblioteca al fondo del jardín. Personalmente plantó todas las flores y rosas que viste en el camino porque sabía que te encantaba pasar tiempo en el invernadero de tu familia. Llenó cada estante de esta biblioteca con libros desde infantiles hasta libros de magia para que un día pudieras venir y leer cada uno de ellos. Esta biblioteca es exclusivamente para ti, nadie tiene acceso aquí, solo las personas que se encargan de limpiar el lugar.
Me sentí conmovida por el gesto de mi abuelo. No podía creer que una persona que no conocía hiciera todo eso por mí.
—Este es un lugar precioso que dejó tu abuelo antes de desaparecer en el basto mar —dijo mi tío.
—Anteriormente, había escuchado de mi madre que mi abuelo desapareció en el mar, viajando a visitarnos cuando cumplimos 5 años —dije—. Jamás hubo rastros de él y su barco. Por más que hicieron búsquedas, jamás lo encontraron. Crecí sabiendo que había desaparecido, pero en mis sueños veía a un señor que siempre me llamaba. Y hasta ahora sigo soñando con él. Sé que en el fondo de mi alma está la esperanza de que un día regrese a casa con la familia.
Ojalá y se enamoren su hermana y él sería una unión poderosa más si recuperan el Reino😍💃