Addie James está a punto de casarse con el que cree que es el amor de su vida pero la boda se verá interrumpida por unas vacaciones de verano que decide hacer su familia a Londres Inglaterra, aplazando su casamiento pero... ¿Qué pasará cuando Addison conozca a uno de los hijos del mejor amigo de su padre?
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LIBRO I
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CAPITULO 4
Diez horas de vuelo de Moscú a Londres... parece mentira que dejamos nuestra casa sola una vez más. El avión aterrizó y todos nos bajamos con nuestros equipajes, y quiero imaginar que ya papá lo ha tenido todo planeado ya que dos camionetas negras nos recogieron y nos llevaron a una hotelería muy lujosa en medio de la ciudad que por cierto yo me quedé fascinada. Hermoso lugar, más lindo que en las fotos que me quedé viendo la noche anterior acerca de esta. Mis hermanos todos se quedaron boquiabiertos mientras cruzábamos la ciudad mientras caía el atardecer. Autos, edificios y hasta tiendas con mucho lujo se podía presenciar desde la carretera, puentes con muchas luces y las carreteras bien pulcras, el asfalto era maravilloso y las personas muy bien vestidas como si hubieran salido de alguna revista de esas que promocionan ropa nueva y muy costosa, en fin parecían salidas de una gala reconocida.
Llegamos a la entrada de una hotelería muy lujosa la cual tenía un montón de pisos, al llegar a recepción a papá le entregaron una llave plateada mientras todos los seguíamos. Un encargado del personal nos guío incluyendo a papá.
Tomamos un elevador que nos llevó último piso, papá introdujo la llave en la cerradura de la puerta y nos adentramos en este lujoso lugar que parecía de película. El lugar contaba con cinco habitaciones uno para huéspedes, todo era lujoso, grandes ventanales de dónde se podía apreciar gran parte del centro de la ciudad, la cocina, los muebles y hasta el piso todo se veía lujoso, el apartamento era grande para una familia entera como los que acabábamos de llegar.
Papá nos entregó una llave a cada uno, no sé en qué momento se la habrán dado o bueno yo no ví talvez por despistada, mamá se paseó por la cocina y...hubiera jurado de que estaba emocionada como en diferentes ocasiones cuando llegamos a un lugar de esos de vacaciones pero este no fue el caso. Ella simplemente recorrió el lugar y se encaminó con papá a una puerta donde estaba su alcoba con papá. ¿Ya no estaba molesta cómo ayer? No, se le había pasado después del acuerdo de Thiago con papá, supongo que por eso había cambiado de humor tan rápido esta mañana, ya que ayer nadie cenó y en el desayuno todos desayunamos en silencio y solo nos dimos los buenos días unos a otros.
Los gemelos se metieron a la que iba a hacer su alcoba y Axel también arrastró su maleta a otra puerta y yo hice lo mismo, mi boca se abrió con caricatura cuando al abrir la puerta quedé frente a una enorme cama a lado de un ventanal con unas enormes sábanas de color pastel así como eran las paredes y la parte de afuera dónde todos estábamos hace un rato. Me tiré en ella y me levanté rápidamente asustada pero me volví a acostar cuando noté que todo estaba limpio y muy pulcro como si cambiaran las sábanas a diario. Había un enorme armario, lo ví y me levanté para acercarme a él, abrí sus puertas y estaba completamente vacío, rápidamente me giré hacia mi maleta y la arrastré un poco más cerca para luego desempacar toda mi ropa y en partes unas cositas que me había traído de casa.
Había pasado alrededor de una hora cuando alguien tocó mi puerta. Mamá.
___ Addie la cena está lista, ven a cenar.
___ Voy mamá, dame un segundo mientras termino.- me acomodé mi pijama salí. En la mesa ya hacían todos mis hermanos cenando en completo silencio pero y... ¿Papá? ¿Y mamá por qué no se había colocado su pijama? Me senté y comencé a comer, mamá había hecho una cena improvisada con unas cosas que habíamos traído de casa. Ramen o fideos chinos como los gemelos le solían decir y mientras que Axel le decía comida china yo le decía maruchan... Y cada quien tenía su respectivo nombre. A Charlotte no le gustaba así que no tiene uno.
Todos los enfocamos en papá quién portaba un traje oscuro con una camisa gris por dentro mientras se acomodaba la corbata gris con negro que combinaba perfectamente con el traje.
___ Te queda perfecto cariño.- mamá se acercó a él y le ayudó con la corbata.
___ ¿Vas a salir papá?.- pregunté curiosa mientras dejaba de comer.
___ Braulio nos invitó a cenar a una de sus hotelerías que acaba de inaugurar en medio de la ciudad.
___ ¿Y mamá no va contigo?.- seguí de curiosa.
___ Se arreglará pronto. ¿Quién de ustedes viene conmigo? .- preguntó entusiasmado. Nos echó una mirada a todos.
Axel: Estoy cansado por el viaje, no gracias, será para la próxima. Supongo que cenarás muy seguido con tu amigo¿no? Digo, acabamos de llegar y ustedes se van a ver muy seguido después de todo.
___ Está bien, descansa.- respondió lo más relajado posible. Tanto así que me sorprendió de que no nos haya obligado y digo por qué luego les preguntó a mis otros dos hermanos.
___ No te preocupes por eso cariño.- dijo mamá.
___ ¿Y ustedes...?.- les echó una mirada a los gemelos.
Ethan: No gracias, acabamos de darnos cuenta de que podemos instalar nuestro play en el gran televisor.- señaló el gran televisión que casi ocupaba la mitad de una pared. De hecho yo lo había visto en cuanto entramos al departamento. También había cuadros que se veían muy costosos los cuales colgaban en la pared y que por supuesto ni en sueños me atrevería a tocarlos.
Luke: Ya lo has escuchado. Y por los platos no te preocupes mamá, nosotros nos encargamos. Ve con papá y distraete un poco. Te hace falta.
___ Gracias mis amores, espero tengan una linda noche.- comentó mamá mirando con un brillo maternal a sus dos demonios.
___ ¿Y tú Addie?.- preguntó papá.
___ Yo... bueno no estoy muy cansada que digamos pero...
___ Ven con nosotros cariño, no queremos llegar sin ningún primogénito a la mesa de los Lombardi.- objetó mi madre antes de dedicarme una amplía sonrisa.
Suspiré y lo pensé por un segundo, mamá tenía razón, nadie de mis hermanos iba a acompañarlos y Charlotte no estaba.
___ Terminaré la cena y me cambiaré.- me limité a decir antes de volver a mi cena y devorarla por completo. Mis hermanos recogieron los platos de la mesa y le dieron una limpiada, la mesa de comedor era enorme como para diez personas y contaba con ocho sillas, el oscuro mantel caía al suelo se veía muy costoso por cierto. Después de arreglar la cocina mis hermanos cada quien se encerró en su alcoba, los gemelos compartían la misma ya que ninguno quería separarse del otro. Axel no lucía muy contento por lo que mamá ya no le dijo nada. Mamá salió de su alcoba portando un largo vestido gris mientras que yo utilicé uno pastel que caía a las rodillas, las perlitas decoraban y brillaban bajo la luz y los zapatos no tan altos ya que normalmente no estaba acostumbrada estos también combinaban a fuego con lo que traía puesto, también traía un pequeño bolso de manos con mi celular,este era del mismo color del vestido, el color pastel del vestido dejaba resaltar mi blanca piel y mi maquillaje...no llevaba una sola pizca de maquillaje.
___ Addison por Dios.- mamá me alzó del mentón con sus manos mientras negaba con la cabeza.
___ ¿Qué...? ¿Qué tengo?
___ No llevas una sola pizca de maquillaje, por favor ve a echarte un poco.- exigió soltando mi mentón.
___ ¿Para qué si se puede saber?.- dije con desinterés.
___ Iremos a cenar con él flamante mejor amigo de tu padre a quien no ve en mucho tiempo y que digo no ve...no nos ve en mucho tiempo.- objetó con algo de molestia.
___ Ya, ¿Y eso que tiene que ver con mi presentación ante él? Que yo sepa no estoy interesada en impresionar a nadie y mucho menos a un hombre que ni conozco, es más ni a él ni a su esposa o familia, lo que sea que tenga.
___ Qué es un..- se calló cuando mi padre salió de su alcoba mientras su fragancia se propinaba por toda la casa.
___ ¿Nos vamos?.- sonó sus palmas. Estaba muy emocionado y no lo podía disimular ni un poco. Mamá me jaló hacía ella y pegó su brazo al mío dedicándole una falsa sonrisa a mi padre, supongo que no quería dañar el momento.
Papá me miró y me dió una sonrisa como gesto de aprobación.
Ethan:¿Ya se van?
___ Si, por favor no rompan nada.- dictaminó mi madre.
Luke: No te preocupes, tu vete tranquila. Nosotros vamos a instalar el play y jugaremos un rato.
___ Por favor bajénle un poco, Axel está descansando.- ordenó mi padre con mucha seriedad.
___ Confío en ustedes, pórtense bien y no salgan a ningún lado.- ordenó mamá, mejor dicho exigió.
***
Estábamos al frente de una hotelería mucho más grande que en la que nosotros nos estábamos quedando, el taxi nos dejó y papá pagó por su servicio. Desde ya yo sentía que mis piernas pesaban por culpa de esos zapatos que traía y eso que solo había bajado de nuestro departamento al primer piso y todavía habíamos tomado el elevador.
Nos adentramos al lugar, el recepcionista nos recibió y nos dió la dirección dónde se encontraba el amigo de mi padre. Y así fue, mis padres se encaminaron al sitio y digo mis padres ya que yo sentía más pesados mis pies por lo que le pedí a papá dinero para una curita. Me regresé por dónde habíamos venido y salí a la calle, caminé hacia una farmacia que había a una calle donde a lado de ella había un lujoso gimnasio y una lujosa tienda de perfumes por lo que se vía un cartel y promoción sobre los productos. Las alumbradas calles cernían bajo mis pies, todo era muy hermoso y yo aún no me lo creía. Compré la curita y me regresé por dónde había venido.
Al llegar a recepción el hombre que nos había recibido hace un rato me reconoció y me dejó pasar mientras que detrás de mi venía hablando un hombre por celular, parecía algo molesto o más bien lo escuché, no ví su cara gracias a que justo cuando iba a girarme a ver de quien se trataba y obviamente no conocía... Mi celular sonó, era la madre de Thiago quién me timbró y cuándo saqué mi celular para contestar, aquel hombre pasó por mi lado aún hablando por celular hablando en ese mismo tono molesto e irritable, en ese preciso momento estaba sacando mi celular de mi bolsita de mano, el desconocido pasó a mi lado rozando mi brazo y dejando caer mi celular el cual ante el golpe se calló y rodó a una corta distancia, estiré mi mano para alcanzar y celular, cuando lo tuve en mis manos me giré para reclamarle al desconocido pero este iba en dirección hacia donde se habían ido mis padres así que mejor me mordí la lengua y me quedé callada. De paso el celular no quería encender y eso me molestó aún más.
___ Genial...lo que me faltaba.- ahogué mi enojo apretando mi celular y dándole pequeños golpes para que encendiera.
Me fui en esa misma dirección en la que mis padres se habían ido, estaba tan concentrada intentando encender mi celular que no me di cuenta de que ya estaba llegando al ascensor. Ojeé uno y estaba en "mantenimiento" un gran cartel estaba impidiendo el paso. Había otro al frente ese parecía funcionar, estaba ese mismo desconocido de espaldas aún hablando por celular, mi celular se encendió y entonces cuando iba a revisar el desconocido se volteó rápidamente y presionó una tecla sin siquiera darse cuenta de que yo grité¡Espera! él estaba entretenido en su celular y por eso no me escuchó y mucho menos me vió, no ví su cara pero de reojo alcancé a ver qué portaba un traje negro.Caminé lo más rápido posible para detenerlo e irme con él en elevador pero se cerró y no tuve más opción que quedarme e irme por las escaleras y se preguntarán¿Por qué no esperar? Por que cuando tenía siete años me quedé atrapada en un elevador junto con mamá, era fin de semana y estábamos en un centro comercial comprando unas camisetas de equipo de los gemelos, ya habíamos terminado las compras cuando regresamos al elevador el cual nos llevaría al primer piso ya que nosotras estábamos en el último y tercer piso del centro comercial. Las luces comenzaron a parpadear y de la nada el elevador se apagó con nosotras dos y una señora con una niña pequeña, en efecto todas éramos mujeres atrapadas en aquel frío y terrorífico elevador o así lo considero. Aquel día tuve tanto miedo de morir atrapada que tengo aquella fobia conocida como Claustrofobia, miedo a los espacios pequeños o cerrados. Gracias a eso que me marcó de por vida yo nunca más en mi vida he vuelto a tomar uno o al menos sola no, pero con alguien más si, así que por eso sacudo mis recuerdos y decido ir escaleras arriba, aún en mi mano mantengo un pequeño papel que papá me dió antes de irme por la curita, es el número de dirección dónde ellos estarían, papá se lo memorizó para entregármelo antes de que me fuera.