Layla es una princesa que está destinada a casarse con alguien desconocido, pero todo eso cambia al conocer a su tutor.
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capitulo 4: Susto.
Después de terminar la cena que Darcy preparó. Sin darme cuenta, hablábamos con confianza... Ahora discutimos el tema de mi familia.
— por eso no me gusta que mi madre ahora pase tiempo a sola con mi padre. Él la trata de manera machista. He tenido muchos problemas por defenderla, y lo seguiré haciendo... Sin embargo, la forma de que mi padre se está vengando de mí es no contarme nada de mi prometido misterioso, solo se que es un príncipe de otro reino.
— ¿Ni siquiera sabe su nombre?
— nada...— suspiré agotada — solo rezo a que no sea alguien con la soberbia de mi padre, pues sería un matrimonio agotador... No importa, soy fuerte y podré con ese hombre.
Darcy se ríe débilmente— solo espero no leer en el futuro los periódicos locales que la emperatriz maltrata al emperador...
— apenas me está conociendo para decir eso, pero quizás pase.— sonreí, luego miré directamente a sus ojos escarlata que me prestaban muchas atención.
“¿Que esta pasando?"
Tenía que cambiar de tema ya que si seguía así, podría simplemente perderme en ellos.
— Sr Darcy, me tengo que ir ...— me levanté del taburete —... Estuvo exquisita la cena, ojalá y pueda tener la oportunidad de probarla nuevamente. He pensado sobre esto y quisiera seguir aprendiendo lo de convocar a mi protector.
— de acuerdo. Me da gusto saber que si le ha interesado la clase de hoy. Sé que mi deber es solo enseñarle, pero me gusta ser servicial ante la princesa, he leído mucho de usted.
— ¿Que?... ¿De mi?— me detuve antes de irme a mi habitación.
— acepté el puesto para poderla conocer. Cuándo su padre estaba buscando un tutor para enseñarle más sobre magia, al recibí la noticia no sabe lo emocionado que estaba. Dice que no la conozco, y es verdad, pero he leído sobre sus actos y actitudes con su país. Ha seguido el camino de su madre, por eso siento admiración de la emperatriz.
— yo... No he hecho nada grande para tener la admiración del Sr Darcy. Solo pequeños pasos que mis madre me inculcó, lo que ha hecho de mi lo que soy ahora.
— y esos pequeños pasos la convertirá en gran soberana, de eso estoy seguro, pero no quisiera retenerla mas está noche. Buenas noches, princesa.
Y con una breve reverencia, Darcy se marchó. Yo había quedado con un sentimiento totalmente nuevo, no sabía cómo describirlo, así que no pensé más en ello
_______ en la habitación de Layla.
Estaba lista para irme a la cama, cuándo voy a cerrar las ventanas del balcón, veo con claridad un bicho del color marrón en el vidrio, quedé pasmada por tan solo un segundo cuando me di cuenta de que era una cucaracha.
Lentamente levante una de mi sandalias y determinada a matarla, las alas de esa maldita se desplegan para volar.
— ¡AAAAAAAAAAAAAAAH!
Corrí despavorida hacia la puerta, cuando voy, me tropiezo con la alfombra y caigo. Al levantarme miré al rededor y no la encontraba.
— señorita.... ¿Está bien?— era una de mis sirvientas afuera de la habitación.
Aún me temblaba las manos y como pude abrir la puerta. Esperaba encontrarme con solo a Sacha y me sorprendo de que detrás de ella estuviera mi tutor. Él fue el primero en preguntarme.
— señorita Layla... ¿Se encuentra bien?... Me preocupo mucho el grito.
— Sacha... Estoy bien, podrías dejarme con el Sr Darcy un momento.
— si.
Al déjanos sólos, Darcy apenas pudo soltar una palabra cuando lo entre a mi habitación sin avisar.
— ¡Necesito su ayuda!
— ¿Que ocurre?
— no podía pedírselo a mis doncellas ya también le causa miedo las... Cucarachas.
— ¿Cucarachas?... No sabía que la princesa le tenía miedo a un pequeño insecto que no hace nada.
— ¡Era voladora!... No le tengo miedo, pero la que tiene alas son de otra clase.
— está bien. ¿Que necesitas?
— ¿Podría encontrarla?... No puedo dormir sabiendo que en cualquier momento podría aterrizar en mi cara.
— De acuerdo.
Darcy buscó por cada rincón de mi habitación. No hubo rastro de aquel bicho.
— princesa. Lo lamento, creo que ya no está la cucaracha.
— pero...
— ¿Quiere que me quede?... Ella podría a podría aparecer de nuevo.
— no.. no podría interrumpirle más el descanso.
— no es una molestia. Podría dormir en esa silla. Por supuesto, si la princesa me lo permite.
Lo pensé por unos segundos, no quería molestarlo más, pero realmente me incomodaba más saber que ese bicho está por ahí. Además, no me gustaría preparar otra habitación.
— bien, pero una vez que lo encuentre, puede irse a descansar, ya siento que le estoy causando molestia.
— así será.— en el momento de que Layla se había volteado, Darcy vio lo que nunca pensó encontrar en ese lugar. Con total tranquilidad y una pequeña risa, él tomó a la cucaracha por las antenas que se encontraba en la espalda de la princesa.
— ¿Ocurre algo, Sr Darcy?
— no, nada.— ocultó al insecto detrás de su espalda, posteriormente lo tira por la ventana y hace como si la estuviera cerrando.— buenas noches, princesa. Me aseguraré de que la cucaracha no le interrumpa el sueño.
— buenas noches. Y nuevamente pido disculpas, no debería estar aquí, cuidame por un simple bicho, que vergüenza.
— no tiene que porque sentir pena. Y no se preocupe, para mí no es ningún disgusto.
_______________ al día siguiente.
Cuando me había despertado, Darcy ya no se encontraba, no me di cuenta cuando se había ido. Quizás, él la habra encontrado mientras dormía.
Todo iba bien. Fui a tomar el desayuno en el jardín y en el transcurso del corredizo la concubina Graciela aparece ante mí. A punto de pasarla de lado, ella me sostiene el brazo.
— suéltame.
— niña malcriada. No merece la herencia del trono. Mi hija Isabel es más calificada que tú para casarse con el príncipe...— jale mi brazo para soltarme de su agarre— por eso trataré de convencer al el emperador de que no sea tu quien se case...
— ambas sabemos la razón del porque Isabel nunca será emperatriz al casarse. No es la hija legítima al trono. Además, una amante no puede exigir nada, ya que solo es eso, una vulgar amante como tú— Graciela no se aguantó tal insulto que levanta su mano para darle una bofetada.
— ¡¿Que crees que le haces a mi hija?!...— aparece la emperatriz con su vestido que la hacía lucir majestuosa. Por suerte llegó antes del golpe. Se acerca y pone a Layla a su espalda.— concubina, vuelvo a ver esa acción tuya y usaré mi poder de emperatriz para echarte del palacio. No me importa el emperador.
— no cantes victoria, Miriam.
— su majestad para tí... ¿Acasos se te olvidó los modales, plebeya? Seas lo que seas con el emperador, para mis ojos, sigues siendo una plebeya.
— hpmn... Como quieras, pero esta plebeya tiene al emperador a sus pies...— Graciela se marcha como si hubiera ganado la batalla.
— ella creé que puede ser superior a mi solo por acostarse con Enrique. ¿No te hizo nada mi pequeña?
— no madre... Y si lo hubiera hecho, yo no dudaría en usar magia. ¿Ya te vas?
— si... Pero no quiero que te preocupes por mí. Ya que hay alguien que te vino a visitar.— y como si fuera una señal, sale un hombre elegante y apuesto. Layla lo reconoció de inmediato con una grata sonrisa.
— ¡Julián!
— ¡Layla!...— ambos se dan un cariño abrazo— ¡Como te extrañe!
— ¡Tonto!... ¡Jamás me volviste a enviar una carta!...— él se arrodilla y me declara.
— princesa Layla. Oído que ha sido propuesta a un príncipe que no conoce. Yo, Julián Hearts... Lucharé por su mano en matrimonio.
Layla pensó que era un juego que siempre usaban de pequeños, puesto a que como son mejores amigos desde la infancia le está gastando una broma. Hasta que le saca un anillo de compromiso de verdad.
— Ju-Julian...
La emperatriz se había indo antes de la declaración, sin embargo, había un espectador de más escondido en una esquina y escuchando claramente. no era nada más ni nada menos que su tutor Darcy.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Muchas gracias por leer 💖