Yohei huye de su país y del aplastante peso de su familia, sin saber que allí encontraría a alguien a quien amar, pero aquello de lo que escapa lo terminará encontrando.
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Capítulo 19
Reece
Golpeo con todo lo que tengo el rostro de James, porque el maldito se lo merece. Él pierde el equilibro y cae hacia atrás quedando sentado en el suelo.
-Mierda, ¿no pudiste pegarme un poco más despacio?- pregunta, tomando su mejilla y haciendo una mueca de dolor. No siento compasión, en su lugar quiero golpearlo nuevamente, pero suspiro, sabiendo que sus intenciones eran buenas, aunque sus acciones equivocadas.
-Creo que es lo menos que te mereces- dice Jack, mientras tiendo una mano a James y lo ayudo a levantar.
-Ya lo sé. Simplemente pensé que Reece estaba en peligro, si se quedaba junto a Yohei- se excusa James.
Resultó que no fui el único al que recurrieron con dinero para saber de las posibles parejas de Yohei, también lo hicieron con James y quien sabe quién más. Probablemente cualquiera que tuviera alguna interacción con él. James no dijo nada en un primer momento, aunque sospechaba que teníamos algo, pero cuando vio los exámenes, creyó que me estaba haciendo un bien.
-Ahora entiendo el motivo por el que no contesta su teléfono. Seguramente se lo quitaron- digo, apoyándome en la pared.
Su madre es estricta, pero no le haría nada… ¿cierto?
-¿Crees que estará metido en problemas?- pregunta James, ahora sonando preocupado y culpable.
-Vino huyendo a este país para que no lo casaran a la fuerza- digo y las ganas de golpear a James regresan.
-Oh, hombre- Jack dice, mientras que James se cubre la cara con las manos, después de sentarse en la silla del profesor. -¿No tienes otra manera de comunicarte?
-No responde ni el teléfono, ni los mensajes… Aunque no me extraña.
-Ahora resulta que le arruiné la vida a un tipo inocente. Joder- James levanta la mirada y la posa en mí. –Debe haber una manera de saber si está bien.
-No se me ocurre una- digo, sabiendo que si no hago algo, perderé a Yohei para siempre.
-Sophie, no llegaste a clases nuevamente- escucho a Jack regañar, lo miro y está hablando por teléfono.
No le presto atención y sigo pensando en una manera de comunicarme con Yohei.
Si tan solo hubiera preguntado el nombre de la empresa de su familia, tendría un lugar de donde partir… Ese pensamiento me hace recordar ese día en el restaurant, cuando Yohei le dio la tarjeta del secretario de su abuelo al mesero, para que no me corrieran. Si pudiera obtener esa tarjeta... Una pequeña esperanza empieza a brotar, aunque las probabilidades de que la hayan desechado es alta.
-Nos vamos a Japón, prepara las maletas- esas palabras traspasan la bruma de mis pensamientos y me hacen reaccionar.
-¿Qué dijiste?- pregunto a Jack, mientras que este aleja su celular de su oído por los gritos de Sophie.
-¿Acaso estás loco?- pregunta James al mismo tiempo.
-Cálmate, sé que has querido ir toda tu vida, pero no grites así- dice primero a Sophie, quien es desde luego, siempre su prioridad. –Y tú- dice apuntándome- ¿no quieres de vuelta a tu enamorado?
Trago saliva y asiento.
-Bien, entonces iremos- decide Jack.
-Pero Japón… Tenemos clases- empieza James, pero se rinde al ver nuestras miradas, ya que no tendríamos que ir tan lejos si no fuera por él. –Está bien, iré- dice, con una mirada resignada y tomando su mejilla adolorida con una mano. –Compraré los pasajes con lo que ese sujeto me dio.
Fue una decisión apresurada, pero acordamos ir los cuatro a Japón, aprovechando lo máximo el fin de semana. Así que mientras el resto se dedicó a organizar el viaje, yo fui al restaurant para obtener la tarjeta que era el único indicio para dar con Yohei.
**********
-No puedo dejarte entrar al restaurant si no tienes una reservación- dice un tipo que la vez anterior que estuve aquí, nos recibió de manera extremadamente amable.
-Mira, no me importa entrar, sólo quiero hablar con uno de los meseros- explico nuevamente.
-No puede entrar si no tiene reservación- repite y porque hemos estado así por varios minutos, es que de verdad quiero golpearlo.
-No me interesa entrar, simplemente llama aquí a ese tipo- intento de nuevo, pero obtengo la misma respuesta.
-No puede entrar si no tiene reservación. Debe retirarse o llamaremos a la policía- suma una amenaza esta vez.
-¿Sabes qué? No importa. Puedes irte al demonio- digo, antes de darme la vuelta y dejar el lugar.
Nunca pensé que podría ser bloqueado de entrar a lugares, sólo porque no tengo suficiente dinero y mi ropa no es lo suficientemente buena, porque por más que dio por excusa la falta de reservación, nada más llegar, lo primero que miró fue mi ropa.
Maldita sea, que manera de ser humillado nuevamente en este lugar. Pero algún día voy a obtener mi revancha, pueden apostarlo.
Lo peor de todo, es que sé que si es así en un simple restaurant, no me imagino lo que es estar frente a la familia de Yohei, quienes lo tienen todo.
Seguramente ni siquiera me dejarán acercarme a él… Pero tengo que hacer algo para recuperarlo. Lo quiero a mi lado.
Empujo los pensamientos pesimistas lejos y trato de encontrar una nueva manera. De todos modos, el que el mesero haya conservado la tarjeta de presentación era poco probable. Aún si lo esperara hasta la hora de salida, puede que sea algo inútil.
En lugar de esperar, llamo a mis compañeras de trabajo, las gemelas.
-Hey- saluda Jenna.
-Necesito un favor- voy directo al punto.
-Dime- dice sin dudar.
-Es ilegal y puede que terminen en la cárcel- le advierto.
-¿Estás de broma? Claro que lo haré- dice sin más y esa es la razón por la que las llamé a ellas y no a mis amigos y eso es porque están acostumbradas a embaucar a las personas.