Soy La Urraca En Este Cuerpo!

Europa despertó luego de un largo sueño, su cuerpo se sentía pesado, le dolía todo el cuerpo y su garganta estaba seca, aunque la comodidad de la cama aliviaba un poco su tortura.

Mientas tarareaba para tratar de abrir los ojos, sintió como si mil agujas impactaran con su cerebro. Retuvo un grito ahogado, sus instintos la hicieron envolverse en forma fetal mientras cubría su cabeza debajo de la frazada.

Y así como llegó el dolor desapareció. Su cuerpo estaba un poco agitado, no tenía fuerzas, se limitó a tratar de regular su respiración y calmarse.

¿Dónde estaba? ¿Quién era ahora? ¿Era real o solo un sueño? Son preguntas que rondaban en su mente.

Como si alguien escuchara sus preguntas, pareció recordar la vida que la anfitriona anterior del cuerpo había tenido.

Era una chica optimista ingenua y alegre; sin embargo, pareciera que estaba cegada, porque sin importar lo que hiciera para los demás no era más que una persona que tenía el objetivo de encajar para poder estar con ellos. Creció casi dos décadas y media en el campo, a la edad de 18 años fue traída a casa como la joven señorita de la familia. No lo creía, cuando se verificó que era verdad se imaginó posibles escenarios con su familia. Poder tener unos padres amorosos y; un hermano al cual admirar y seguir.

Todo era nuevo para ella, pero se esforzó por adaptarse yadaptarser a sus padres y hermanos. Quería demostrar que ella podía estar a la altura de la familia y merecer el título de señorita mayor.

Al llegar a casa se encontró por primera vez con sus padres biológicos, asi que no pudo evitar hacer notar su entusiasmo.

- Soy Europa - pronuncio nerviosa.

- Tiene tus ojos Elisa - pronuncio el hombre sentado junto a una mujer que sospecho que eran sus padres.

- Me recuerdas a mi juventud mi niña - pronuncio con una sonrisa y los ojos empañados - acércate para verte mejor.

Europa se acercó a ellos tímidamente, ellos se pararon, la madre tomo su mano y no despejo la mirada de ella ni por un momento - Has vuelto a casa - la abrazo.

El hombre junto a ellas también las abrazó, estuvieron por un tiempo en un ambiente cálido, hasta que una vos dulce rompió el silencio.

- Ya regresé mamá, te traje los pasteles de tu repostería favorita, ¿ella es mi hermana? - preguntó dulcemente una rubia alta, que vestía un conjunto colorido y animado, acompañado por unos calzados blancos. Su sonrisa era dulce y contenía un expectación, sus ojos eran puros y de un color celeste, su rostro no contenía ninguna imperfección, era una pequeña dama hermosa.

Los padres se separaron de Europa y la presentaron con Clara. Después supo que sus padres habían adoptado a una niña poco después de haver sido robada, su madre no podía con la desesperación de no tener a su hija y no había noticias de su paradero.

Por lo que el Padre Son al ver a la madre Son tan demacrada, enferma y con una gran depresión, decidió adoptar a una bebe para que reemplace a su hija hasta que la encuentren.

El tiempo pasó y madre Son logro ponerse de pie nuevamente, se comenzó a recuperar y padre Son volvió a oír sus risas de nuevo. Después de unos años decidieron presentar a Clara como hija de la familia, la trataron y criaron como la joven señorita de la casa. La madre Son la crio como le hubiera gustado criar a su hija biológica. Sin embargo, a pesar de los años cuando era el cumpleaños de su hija biológica se aislaba unos días para pensar en ella e imaginar cuanto abría crecido y cuan hermosa se había vuelto.

Por la tarde Europa conoció a su hermano mayor y aunque parecía un cubo de hielo sin emociones e inaccesible, se sorprendió al ver que Isaac le servía platillos sin decirle nada.

Europa estaba feliz, sus padres la amaban, su hermano la cuidaba y su hermana la ayudaba a adaptarse a su nueva vida. Su hermana la llevaba a conocer a sus amigos y los lugares que frecuentaba, tuvo varios profesores, estilistas y sirvientes a su disposición, aunque le incomodaba un poco, trato de seguir con lo que le decía Clara y comportarse como señorita de la familia.

Su madre la matriculo en la mejor universidad del lugar, salía con ella y no se despegaba de su lado si podía, conocía nuevas caras cada que salía y las exigencias aumentaron. En uno de esos días, se enteró de su compromiso con la familia Arco, su prometido sería el joven Alonso Arco.

En su cumpleaños número 19 fue presentada formalmente a todos, en una gran fiesta elegante, ahí también conoció por primera vez a su prometido y se enamoró perdidamente de él, tenía hombros anchos, era alto, venía pulcramente vestido, su rostro sobresalía por sus fracciones, tenía unos ojos encantadores y una sonrisa que hacía gritar a muchas jóvenes invitadas de la fiesta.

Ese día ella usaba un largo vestido blanco, resaltando sus rasgos físicos e iluminando su rostro, el vestido era una combinación entre elegante y dulce, madre Son lo había escogido personalmente para ella. Su tés se había aclarado, ya no estaba quemada por el sol, lucia un maquillaje natural sin ser exagerado y su cabello estaba sujetado delicadamente cayendo solo los mechones necesarios en su rostro, cualquiera que la veía pensaría que era un hada. Sin duda madre Son había trabajado tanto para que su pequeña destacara entre todas esas jóvenes damas nobles y lograra conquistar el corazón de su prometido.

Es una lástima que luego de la fiesta se esparciera el rumor de que Europa había robado al prometido de Clara, sin tomar en cuenta las emociones de su hermana, por celos y codicia, transformandose asi en la tercera rueda que impide a los enamorados estar juntos. Alonso y Clara se conocían desde niños, a los ojos de todos eran novios de la infancia, con un compromiso que tendrían que cumplir dentro de unos años.

Al llegar Europa, madre Son lucho para que padre Son hablara con la familia Arco sobre el matrimonio acordado, aunque padre Son se negó al principio, al final termino cediendo y reuniéndose con el patriarca de la familia Arco.

Al final se decidió que Europa era la prometida legítima del joven Alonso, sin embargo, Clara no estaba contenta al igual que Alonso. Clara sentía que Europa le estaba robando demasiado, había ocultado sus garras, pero no lo haría más, Alonso era su luz de luna (primer amor) y no estaba dispuesta a dejárselo a Europa. Por otro lado, Alonso no se sentía contento por tener una prometida del campo, la despreciaba completamente que la evitaba.