Amor En La Mentira

Dos semanas pasaron después de esa conversación y Daniel estaba devastado por los resultados de su presentación ante la junta directiva, sus planes se fueron al caño después una votación cerrada en la que el voto de desempate que era el de su padre le negó la oportunidad de escoger lo que haría con su vida.

Así que una llamada bastó para que su madre planeara una gran cena que se realizaría al día siguiente, todos sabían la finalidad de la cena menos Camila y su hermano mayor German, sus padres sabían que el se reusaría a esa cena y a la petición que se haría, así que lo mejor sería decirle que era una cena normal entre amigos, se negaría a asistir y se enteraría de los resultados después.

La madre de Daniel invitó a los padres de Camila y a algunos amigos cercanos que habían hecho, así como algunos socios importantes los cuales debían estar allí para dar fe de que su hijo se casaría con la hija de uno de los hombres más influyentes y millonarios del país.

Al comenzar la cena todos sabían lo que sucedería allí menos Camila y su hermano que obviamente no había asistido, ya que no soportaba a German y mucho menos a su familia, era el único que se había dado cuenta de la trampa en la que la estaban envolviendo.

De ese tema ya había hablado con ella y con sus padres en innumerables ocasiones, sin que nadie le prestara atención, si fuera por él no dejaría que Camila siguiera en esa espiral de ilusiones que le habían creado, pero él había renunciado a mucho y no podía revelar el secreto que lo carcomía por dentro.

Los padres de Camila sabían que, si la obligaban a casarse con Daniel, eso no pasaría nunca, ella tenía un carácter fuerte, aunque era una romántica empedernida y ya habían comenzado a hacer negocios con los padres de Daniel, por lo que era de vital importancia que ella creyera que el chico estaba enamorado de ella y que todo eso no era un simple arreglo comercial.

La cena transcurrió de manera tranquila, aunque Camila sentía un poco de tensión, le parecía que algo sucedía y estaba un poco intranquila, luego del postre se dio cuenta de que su intuición nuevamente le estaba demostrando que estaba allí para ella.

Daniel se levantó frente a ella con una copa en la mano y comenzó a darle pequeños golpes para llamar la atención de los presentes, le dio una sonrisa a Camila que hizo que ella sonriera un poco nerviosa y comenzó a hablar.

-Desde hace unos meses hemos tenido una maravillosa amistad y día a día me has demostrado que eres una persona muy especial en ti, creando en mi un sentimiento no ha hecho más que crecer y tomar forma hasta convertirse en lo que es ahora, es algo que no puedo, ni quiero, ocultar – Daniel tomó aire, lo que estaba a punto de decir era muy difícil ya que no lo sentía

-Camila, me he enamorado de ti, de una manera tan profunda y verdadera que cada día sin ti se siente como un día perdido, se que me dijiste que nuestra relación seria solo de amistad y no quiero confundirte ni presionarte para que tomes decisiones apresuradas, y creo en nosotros y en el potencial de lo que podríamos construir juntos tanto en el amor como en la vida – él veía como ella se emocionaba y veía a sus padres de reojo

-Te expreso delante de nuestros padres y de todas estas personas mi deseo más sincero y profundo de unir nuestras vidas, quiero que te cases conmigo con la certeza que tengo de que juntos seremos una pareja increíble para que compartamos un hogar, una vida en común, así como metas, sueños y la pasión de hacer del mundo un lugar mejor – ella estaba pálida, en realidad no esperaba nada de lo que le estaba sucediendo

-Camila, estar contigo sería mi mayor logro y me gustaría que consideres mi propuesta no como una obligación o una salida rápida a situaciones complejas, sino como una oportunidad para que ambos construyamos una vida plena de amor, respeto y crecimiento mutuo, por lo que espero que veas en mí no solo a un amigo, sino a tu compañero de vida potencial y no importa la decisión que tomes, quiero que sepas que siempre estarás en mi corazón – Camila no respondió y Daniel esperaba con todas sus ganas que dijera que no

-¿Tu estas seguro de lo que me estás diciendo o esto es solo por presión de tu familia? – hubo un silencio absoluto en la sala

-Camila eres muy especial para mi y quiero compartir contigo el resto de mi vida, mis sentimientos hacia ti no tienen que ver con los negocios familiares – Daniel tragó grueso, en cierta forma Camila podía ver a través de él

-Si Daniel, quiero casarme contigo – Camila estaba emocionada, se casaría con ese hombre que poco a poco se había ganado su corazón

Daniel le dio un suave beso en los labios y le colocó el anillo de compromiso en su dedo, todos aplaudieron y hubo algunas miradas cómplices entre los padres de los novios.

Camila estaba contenta y su amiga Ana que estaba presente la felicitó, las dos veían el anillo con emoción.

-Siempre pensé que sería la primera en tener un anillo así y ahora mi pequeña Camila será la esposa del guapo Daniel Monasterios, ¡te felicito amiga! – le dio un abrazo fuerte, Ana estaba contenta por su amiga

-¿Y para cuándo será la boda? – se escuchó a alguien preguntar al fondo

-En tres meses - respondió la madre de Camila dejándola fría

-Madre eso es muy poco tiempo – respondió ella sin pensar en las personas que estaban a su alrededor

-Es el tiempo justo para hacer una boda especial y tu no tienes que preocuparte de nada, será cuando terminen el semestre para que no tengan ningún problema con sus estudios, déjamelo todo a mi – Camila confiaba en su madre y no puso oposición alguna, pronto se casaría con el hombre que amaba