Cambiando El Final

"Maldito estúpido, es un bastardo, el muy imbécil se atrevió a besarme"

Rebecca atacaba con todo a su oponente que era uno de los capitanes de la guardia del archiducado. Estaba tan furiosa que estaba desquitando todo su enojo con el pobre hombre, que para su desgracia terminó en el suelo con una espada a centímetros de su rostro.

– Señorita, creo que por hoy es suficiente – la regaño Sarina, mientras le entregaba una toalla para el sudor – a este paso va a terminar matando a uno de los caballeros del archiducado

–Está bien – miro con algo de pena al capitán – lo siento, no debí pagar mi frustración con usted

– No se preocupe lady Rebecca, es bueno entrenar con usted siempre se aprende algo nuevo

El capitán se retira y Rebecca pasa a sentarse un momento mientras recupera fuerzas. En la novela nunca se menciona a ese chico, bueno en realidad no le vio el rostro así que no sabe quién es.

– Señorita, debe ir a bañarse para estar presentable en una hora llegan sus padres y su hermana

– Es verdad, prepararme el baño Sarina y llévame algo de comer a la habitación

Horas más tarde se encontraban a las afueras de la mansión principal la mayoría de sirvientes, del archiducado, el mayordomo, y el hermano de Rebecca, Alex a quien no veía casi, solo para cenar y muy pocas veces.

Las rejas se abrieron y dieron paso a un lujoso carruaje con el símbolo del archiducado Ibek, el cual era representado por dos rosas entrelazadas, una era negra y la otra blanca y en fondo se podía observar los representantes de cada elemento.

Las puertas del carruaje se abrieron y de esta bajo un hombre muy apuesto que no parecía pasar de los 30, tenía una presencia imponente, era un hombre alto de cabellera rubia y ojos azules, ese era el Gran Archiduque Adrik Ibek, el padre de Rebecca.

Él extendió su mano ayudando a bajar a una hermosa mujer que al igual que él su presencia demostraba respeto y fuerza, era de tez clara, una cabellera azabache larga y ondulada con dos hermosos ojos grises que hacían juego con su piel, la Gran Archiduquesa Marie Ibek y por último una joven de la misma edad de Rebecca, al igual que ella y la archiduquesa tenía la piel blanca como de porcelana, pero se parecía más al archiduque era una réplica solo que en versión femenina, cabellera larga y rubia y unos ojos azules que si te quedas mirándolos por mucho tiempo podrían helarte, ella era la cuarta hija de los archiduques, Romina Ibek North, conocida como el Hada de Hielo.

– Hermanita – Romina salto precipitadamente sobre Rebecca haciendo que retrocediera un poco – no sabes cuanto te extrañé, te tengo que contar tantas cosas del viaje

– Romi, no la agobies y deja espacio para que también podamos saludarla –

– Yo también te extrañé Romi – le devuelve el abrazo antes de apartarse – y a ustedes también

Y así se la pasaron unos minutos la familia recibiendo abrazos y besos. Al final el mayordomo tuvo que indicarles que entraran, ya que pronto comenzaría hacer frío porque se acercaba el invierno. Tuvieron una agradable cena en familia, mientras Romina le comentaba a sus hermanos lo bien que se la paso en el viaje y todos los lugares que visito.

– Rebe, el hermano Alex nos informó a papá y a mí que empezaste a usar tu magia

– Si, me dio curiosidad saber cuáles serian mis habilidades, así que le pedí a mi instructor que me enseñará

– Y dime cariño cuál es tu elemento

– Controlo el agua y el aire, aún estoy aprendiendo a manejar los bien

– Genial – Romina se acercó a su hermana y la tomo de las manos – yo podría enseñarte a controlar mejor el agua, ya que ese es el elemento en que me especializo

– Eso sería genial

– Entonces yo te enseñaré a controlar mejor el aire, quiero ver si eres capaz de superarme Rebe

– Me estás desafiando Alex – enmarcó una ceja hacia arriba – porque si es así acepto el desafío

– Encantado, veremos quien gana Hermanita

Y así transcurrió casi toda la cena, hasta que al final de esta Romina y Alex se retiraron a sus habitaciones a descansar, y Rebecca se quedó hablando un rato más con sus padres.

– Dentro de poco es tu cumpleaños número 18, y también será tu presentación en sociedad

– Ya lo sé padre

– Rebecca lo único que tu padre y yo te queremos pedir es que no aceptes por ahora ningún compromiso, a menos de que tú de verdad lo quieras

– Sabe que nunca te obligaríamos a nada

– Ya lo sé, por eso los amo – les sonríe dulcemente – no pienso casarme tan pronto, solo quería pedirles algo como regalo de cumpleaños

– ¿Y qué es?

– Quiero empezar con unos negocios, y necesito de vuestra ayuda para comprar el local

– Está bien, yo me encargaré de ayudarte – su madre se acerca a ella y le agarra de las manos – además hay algo que queremos comentarte

– Que es

– Sabes que tu madre es la única heredera de tus abuelos así que le dejaron el marquesado y el título, tu hermano Alex va a heredar el archiducado, Romina le interesa más seguir con sus metas que es ser recorrer el continente, y ayudar a las personas, tu hermano Alan quiere convertirse en el próximo líder de los magos, así que queríamos que te hicieras cargo del Marquesado hasta que te cases

– Claro que me haré cargo y no los decepcionaré

Días después Rebecca empezaron a entrenarla sus hermanos, Romina le enseñaba todo lo sabía sobre las técnicas de combate y encantamientos sobre el elemento agua y lo mismo hacia Alex pero con el elemento aire.

En el tiempo seguía pasando y Rebecca consiguió el local para abrir su negocio que era una tienda de ropa, no le gustaban esos vestidos tan ostentosos y pomposo que se usaban en esa época. Además de que Sarina era quien la ayudaba en todo y fue que se dio cuenta de que era muy buena diseñando, por lo que tenía pensado convertirla en su socia.

Antes de realizar su venganza Rebecca tenía que hacerse de influencias y dinero, ser respetada en la sociedad por sus propios logros. Así que empezó a participar en más eventos sociales y entre estos estaban asistir a las dichosas fiestas de té.

Y justo hoy se estaba terminando de preparar para ir a la fiesta de té de la condesa Bianchi, una de las damas con más influencias en la sociedad, debido a sus múltiples negocios. Ya se encontraba en el carruaje con Sarina, cuando iban llegando a la mansión de la condesa.

Al llegar son recibidas por la doncella personal de la condesa que las guía hasta el jardín donde se celebra dicha fiesta, ahí observa como todas se quedan mirándola, y no es para menos porque la verdadera Rebecca no salía mucho a esta clase de eventos.

– Lady Ibek me alegra que haya aceptado mi invitación

– Si no quería hacerle tal desplante a la Condesa – sonríe amablemente –

– Espero que la fiesta sea de su agrado

Al momento que la condesa se fue para atender a los demás invitados, un grupo de chicas de su edad la rodearon

– Lady Rebecca, hace mucho que no se le veía en ningún evento social

– Y no es para menos, hasta a mí me daría vergüenza salir de mi casa después de lo que pasó en la última fiesta

– Como es que no tiene vergüenza, acaso no le da pena estar en el mismo lugar que Lady Sabrina

– Y porque debería darme vergüenza – Rebecca sonrió y miro fijamente a todas aquellas chicas – yo no le hice nada, tengo yo culpa que ella sea tan torpe

Y este era uno de los problemas por los cuales Rebecca no salía mucho, debido a que ella era tachada como alguien que siempre abusaba de Lady Sabrina, quien era la hija del Vizconde Metle. Sabrina era la típica chica que lloraba por todo y necesitaba siempre que los demás la defendieran, Sabrina en un futuro sería una de las concubinas del emperador, ella fue una de las que más hizo sufrir a Rebecca y a su hija en la novela. Y tal parece que el acoso empezó desde mucho antes. Bien si guerra quiere guerra le dará.

– Por favor no discutan con Lady Rebecca por mi culpa, cierto que yo soy algo torpe – fingió una sonrisa acercándose a Rebecca – No es su culpa que cada vez que me corrija ella sea tan brusca

– No se disculpe Lady Sabrina, usted no tiene la culpa

– Ya terminaste con tu actuación – Rebecca la miro fijamente – bueno tal parce que vuestros padres nunca las educaron, si no me acuerdo mal todas ustedes tienen un rango inferior al mío, y según las reglas de la nobleza ustedes tienen que hacerme reverencia cuando me vean, pero no lo hacen

– Lady Rebecca por favor no se enoje con ellas por intentar defenderme – mira sus manos y luego toma las de Rebecca – puede castigarme solo a mí

– Nunca desperdiciaría mi tiempo con niñas tontas como tú, con mala educación, bobas que no tienen nada más que estupidez en su cabeza

Rebecca siguió de largo su camino ignorando a todas esas niñas bobas u mimadas, quienes se sorprendieron por la manera de actuar de ella, ya que nunca se había defendido de esa manera.

El transcurso de la fiesta fue normal, a pesar de que en estas fiestas se suele hablar sobre matrimonio y esas cosas en esta se habla de negocios y futuras inversiones, así que Rebecca aprovecho esta oportunidad para invitar a todas las presentes al lanzamiento de su tienda.

– Lady Rebecca además de hermosa, es inteligente, son grandes virtudes que no se ven muy a menudo en las personas

– De seguro que toda la ayuda la recibe de sus padres, no puede hacer nada sola

– Si mis padres me están ayudando, pero dígame mmm, como es que te llamabas – hace un gesto con su mano tocándole la cabeza – huy lo siento tu nombre es tan importante que se me olvida, bueno como sea que te llames

– Lady Coled Mart, hija del duque Mart – le dijo algo furiosa

– Bueno, Lady Coled, no importa de quien recibas ayuda sino que la idea sea tuya, de que te sirve tener éxito si en realidad no es tuyo, yo nunca aceptaría eso y menos si es mi amante quien me paga todo y además de que también mi existo es gracias a él porque yo no tengo talento

– Que insinúa con esto

– No insinuó, solo digo la verdad de como son las cosas en vez de criticar y andar por ahí pregonando fama que no es tuya mejor busca algo mejor en que emplear el tiempo

Después de eso todas las chicas empezaron a reírse por disimuladamente de Coled, ella no pudo aguantar tal humillación y se fue corriendo de la fiesta. La fiesta siguió normal hasta que llegó la hora de irse, de camino a su carruaje Rebecca es detenida por una persona que no era otra que Sabrina

– Lady Sabrina tiene algo que decirme

– No tenía que ser tan mala con Lady Coled, entiendo que sienta envidia y eso, pero no le da el derecho de ofender la y menos…

– Jajajá, espera déjame ver si entendí, vienes aquí a decirme todas estas estupideces cuando tú eres una de las que habla mal de ella apenas no está presente. Mira niña las cosas yo las digo de frente y quien no le guste oír sus verdades pues que no intente tapar el sol con un dedo.

– Yo no soy así – y ya le estaban empezando a salir las lágrimas – no hablo mal de las personas, Coled es mi amiga nunca le haría eso

– Sabrina dices que ella es tu amiga, pero, sin embargo, te acuestas con su amante, pero bueno debe ser por la gran amistad de ustedes que lo comparten todo incluso amante

Sabrina abrió los ojos tanto como pudo para después mirar fijamente a Rebecca, levantó su mano y le dio una bofetada dejando enrojecida la cara de Rebecca. Quien se tiró para el suelo y empezó a llorar

– Porque me haces esto, yo no tengo la culpa de lo que pasa entre tú y Coled, no sabía que tú y ellas compartían el mismo hombre

– De que estás hablado – agarra a Rebecca del cabello – deja de decir mentiras maldita zorra

Sabrina le iba dar otra bofetada pero se detúvo cuendo vio la sonrisa de burla de Rebecca, miro hacia atrás y todos estaban mirando la escena horrorizados. Nunca nadie pensaría que la dulce Sabrina sería capaz de esto. En los siguientes días solo se habló de cómo Sabrina terminó agrediendo a una de las hijas del archiduque. además de que todas oyeron cuando Rebecca dijo lo de su amante, son duda Sabrina no volvería a molestarla por un buen tiempo.