SOMBRA

Luego de que los gemelos se fueron, la casa se sentía vacía, antes eran risas, apapachos, domingos de solo asados y familia, y las grandes fiestas que muchas veces duraban días, ahora la cena eran de Carlo y Luz, ya que Carla los evitaba.

Carlo: Luz no crees que ya dos meses de castigo es suficiente, practicamente la ignoramos y ella solo se dirige a mi, como su jefe, eso me esta matando

Luz: se que es duro, pero no se puede premiar, pronto ingresara a la universidad y debe ser madura, porque la próxima vez será algo peor.

Carlo no quiso seguir cenando, subió a su habitación, estaba cansado.

Carla solo trabajaba y evitaba estar con sus padres, ella sentía que todavía la juzgaban, ya había pasado casi dos meses, estaban a días de la boda de Emilia, quien era la única que no le había dado la espalda.

Estaban planificando la venganza, como no asistiría a la boda, ayudaría en lo más importante, ver caer a Yaco.

Emilia: me da tanta pena que no puedas estar como mi dama de honor, no creo que sea justo.

Carla: mis tíos tiene razón, Franco estará ahí, será muy incómodo para el, no te preocupes estaré mirando que todo salga como lo planeaste.

Ana: Emilia... mira lo que te traje

Carla: ya me voy sabes que mis tíos, me hacen la ley del hielo.

Emilia: no es justo.

Carla: al menos no me han prohibido la entrada.

Las dos salen, Carla saluda

Ana y Marco: devuelven el saludo muy frío, como lo harían con cualquier extraño.

Emilia: me dan vergüenza ustedes dos

Marco: Emilia, ella abuso de la confianza, agradece que la dejo entrar.

Ana: tampoco Marco, esta también es mi casa y mi sobrina puede entrar.

Marco: así, quieres que haga lo mismo con tu hijo.

Ana: te desconozco

Emilia se sintió mal por Carla, ya había pasado 2 meses y la familia seguía en la misma tónica, Carla estaba tan mal que había perdido peso, ella era igual que la tía Luz llenita, pura curva.

En la mansión de Luz....

Carla ingresa a su casa hoy ha tenido muchas náuseas, ve unos sobres, algunos con su nombre en la mesa de la entrada, los coge y va a su habitación.

Cuando los abre son alguna cuentas que debe pagar, y la matricula de la universidad, es demasiado dinero, ella no gana esa cantidad, sube a su habitación debe arreglarse para ir al restaurante.

Su celular muestra un mensaje, le indica que lleva casi 40 días de retraso, esto la alarma enormemente, ella con todos los problemas no había pensado en su periodo.

sale de su casa a la farmacia, nunca se alcanzó a imaginar algo así, compra dos pruebas ingresa a un baño público del centro comercial, y espera, cuando ve el resultado, su mundo se viene al piso, esta embarazada.

Pasan las horas, Carla esta sentada en la banca de un parque, camino y camino hasta llegar allí, la prueba todavía en sus manos, 18 años con tantos problemas, y todo resultado de su inmadurez y estupidez, su mundo se cerró, sus lágrimas no paraban de salir.

En la mansión...

Carlo: Amor y Carla

Luz: estoy furiosa, no llego a trabajar, que creyó, que estoy jugando, acá no está, porque nana la vio salir.

Carlo, se quedó callado su esposa cuando se enojaba era mejor dejarla quieta, le dolía su hija, quien pagaría por su irresponsabilidad.

Pasada la media noche llegó Carla a la mansión, al ingresar se encontro a su madre furiosa.

Luz: porque no fuiste a trabajar.

Carla: lo siento, mañana recupero el tiempo.

Luz: claro que si, mañana atenderas las mesas medio tiempo y ayudaras al aseo el otro medio tiempo.

Carla solo asintió, subió a su habitación.

Carlo se acercó a ver a su hija quien la veia pálida.

Carlo: puedo pasar

Carla: si señor

Carlo: porque no fuiste a trabajar al restaurante,

Carla: estaba haciendo una diligencia se me paso el tiempo.

Carlo vio las cuentas de su hija, las iba a coger, pero se acordó de las palabras de su esposa, ella debía aprender, se despidió y salió.

Esa noche no durmió pensando en que sería lo mejor tanto para ella como para el bb, si algo aprendió de su familia es que un hijo es una bendición, así que no planeaba abortar, pero tampoco avergonzaria la familia, decidio, que se iría y comenzaría de cero, no tenía mucho dinero pero si joyas.

A la mañana siguiente, Carla bajo para ir a la empresa, sus padres desayunaban, solo se despidió y salió.

Carlo: lo siento Luz, pero ya no puedo más, mi hija ya ni come, esta pálida, la he sentido como llega a la cocina y se devuelve como si le diera pena comer y eso ya no lo permitiré más.

Luz, vio la furia de su esposo, tenía razón, Carla tampoco comía en el restaurante, ya se lo habían dicho, si tomaba agua la pagaba, era igual de orgullosa a Carlo.

Carlo salió de su casa furioso, su hija ya había pagado caro, no más, al llegar a la empresa la vio sentada en una de las bancas del parqueadero del bus, comiendo algo, eso lo desgarro, se acerco a ella.

Carlo: hija, desayunando

Carla: si señor.

Carlo: y que comes, muéstrame

Carla le mostró, medio sándwiches y un jugo.

Carlo: eso no es desayuno, porque no lo haces en casa.

Carla: no quiero incomodar

Carlo: es tu casa Carla no incómodas,

Carla: quería decirte que me voy

Carlo: que me estas diciendo

Carla: papa, quiero irme, como me dijeron ustedes, debo madurar.

Carlo, se enojo, su hija no madurada, seguía con sus caprichos, ahora quiere irse para no trabajar

Carlo: otro capricho,

Carla: no,

Carlo: si quieres viajar, como pagaras porque del cielo no cae el dinero, solo llevas dos meses trabajando y no creo que hallas ahorrado lo suficiente.

Carla: no te preocupes me las arreglaré

Carlo: eso espero porque de nosotros no recibirás dinero, queremos corregirte que aprendas de tus errores, pero en vez de eso como que los aumentas.

Carla: he aprendido,

Carlo: tienes 5 minutos de retraso, la gente que no es puntual he irresponsable, ninguna puerta se le abre.

Carla: disculpe ya voy.

Carla ingresa a la empresa, trabaja normal, su padre tomó las cosas a mal, ella creía que como se acercó a ella, estaría menos enojado, pensó por un momento contarle del embarazo pero al verlo todavía ofendido mejor cayó.

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