El Italiano Y Yo

Veo a los comensales extranjeros, desde lejos y la verdad es que Emi tiene tanta razón en decir que están para chuparse los dedos.

Son guapos, Noooo, son super guapos, y por lo que escucho según me acerco son Italianos, pues ese idioma están hablando y Wowww el idioma Italiano me fascina, desde que vi esa película romántica donde ame al protagonista que era un Italiano, decidí aprender el idioma por si algún día me encuentro con un Italiano romántico, amable, y sonriente, como el de la película, así que si estos Italianitos borrachines piensan que nadie les entiende están equivocados.

Porque para su mala suerte Elieth Maria está aquí para escuchar el chisme y creo será superinteresante jajaja.

Me acerco serenamente, con la educación y amabilidad que me caracteriza, me dirijo a ellos.

¡¡Buenas noches, Señores, mi nombre es Elieth!!.

Mi Compañera Emily tuvo que retirarse por ese motivo me es un gusto poder servirles.

Si desean algo más, yo estoy a la orden... cuando digo mi nombre el hombre que estaba casi de espalda a mi, el más borracho gira su cabeza y fija sus ojos azules como zafiros en Mí y Yoooo...

Me quedo muda, paralizada, e hipnotizada

ante sus ojos.

Jamás en mis 22 años había visto un hombre tan guapo, no, no es guapo es bello, es hermoso, y sus ojos son tan profundos e intimidantes.

Aquí estoy yo... viéndolo a los ojos como él a mí, sus ojos son tan bellos pero también tan tristes a la vez, pero porque este hombre no deja de verme y porque no puedo dejar de verle esos ojos tan alucinantes.

Dios como es que existe un hombre como Él.

La voz del acompañante me hace reaccionar.

—Señorita nos podría traer una botella más.

—Ahhh siii con gusto en un momento la tendrán, con permiso

Me retiro hacia el bar a pedir la botella para los italianitos borrachines, pero voy en otro universo, en el universo de los ojos más hermosos que he visto en mi vida.

Me entregan la botella y camino hacia la mesa con precisión, pero esta vez con algún tipo de cosquilleo en mi estómago y en realidad no sé que me paso cuando vi a ese hombre creí que me derretiría.

¡¡Pero yaaaa... tranquila, Elieth Maria, tú nunca te comportas así!!.

Respira profundo y camina, que los borrachines quieren seguir sufriendo más...

Cuando ya voy cerca escucho al acompañante del Italiano ojos de zafiro, que le dice: ya deja de torturarte, tú no tuviste la culpa de lo que pasó con tu esposa.

Cuando dijo esposa sentí una sensación de molestia.

Era de suponerse ese Italiano es casado seguramente discutió con su esposa y por eso se vino a emborrachar, y es que ese hombre es demasiado hermoso para ser soltero.

Con su permiso Señores aquí está su orden, si se les ofrece algo más estaré cerca.

Cuando dige eso el Italiano de ojos bellos, se gira con un poco de brusquedad y vuelve a poner de nuevo sus ojos fijos en mi.

Pero en este momento ocurre algo inesperado, con el movimiento de sus manos, pasó golpeando la botella de alcohol que acabo de poner en la mesa; y está se estrelló cerca de mis pies.

El escandaloso sonido del vidrio contra el piso, hizo que las miradas de la poca gente que aún queda en el restaurante, se fijen en mi y en el par de borrachines.

Yo inmediatamente hago señas al encargado de limpieza, para que nos ayude con los vidrios.

Trato de ayudar a mi compañero, pero en ese momento siento un ardor en mi pie, me veo y me doy cuenta, que me está escurriendo sangre.

Tanto que en el piso ya no solo está el líquido ardiente de la botella, sino también mi sangre, cuando los Italianos se dan cuenta de que estoy herida, al Italiano de ojos bellos, parece que le volvió la sobriedad por arte de magia.

Me toma entre sus brazos, como si yo fuera una princesa y camina sin pronunciar ni una sola palabra...

Pero sus ojos se cruzan con los míos y sus ojos hablan por sí solos, sus ojos me dicen que está preocupado y avergonzado por haberme lastimado, sus ojos me dicen que quiere que este bien.

Llegamos a la puerta de entrada y en italiano le dice su amigo que abra la puerta del restaurante, a lo que su amigo obedece con rapidez.

Yo voy como en un sueño...porque creo que esto no puede ser real...

Estar en los brazos de un hombre completamente desconocido y que me cargue, al estilo princesa debe ser un sueño.

Tampoco entiendo por qué mi cuerpo está temblando al tacto de este extraño.

Me hace sentir algo raro, es una corriente eléctrica que me recorre completa y un cosquilleo en mi estómago que realmente me hace preguntarme, que le está pasando a mi cuerpo?.

Porque reacciono así? que es esto que siento con el roce de las manos de este hombre en mi piel?.

Llegamos al que parece que es su carro esta un hombre vestido formalmente a lado del piloto.

El amigo del Italiano se sube al asiento del copiloto y el Italiano Guapo me deja caer con tanta delicadeza y cuidado en el asiento trasero cierra la puerta y se sube al otro lado.

Mi pierna no ha dejado de sangrar y el color rojo escandaloso ya está cayendo sobre el vehículo.

En español le dice al Chófer llevanos al mejor hospital de la ciudad, pero que sea el más cercano, es la primera vez que lo escucho hablar, y su voz es realmente varonil, voz grave firme, sexy imponente.

Dios mío y este hombre será real o es un espejismo mío por haberme enamorado del Italiano de mi película favorita.

Su vos me dejó aún más muda y temblorosa solo puedo verlo, sus ojos me tienen hipnotizada y con esta electricidad que me recorre completa.

Los Italianos comienzan a hablar en su idioma, pero yo sé perfectamente lo que dicen.

—Está perdiendo mucha sangre, y se está poniendo pálida, la herida debe ser profunda porque el pantalón está bastante rasgado.

No entiendo como paso esto, solo sé que este día es un día de mala suerte y parece que siempre será así, odio este día, me odio a mi mismo...

¡¡Odio mi vida y si una mujer se cruza en mi camino también la odio!!.

Cuando lo escucho decir eso, me horrorizó y salgo del trance donde estaba y me pongo rígida pero trato de disimular para que los Italianos no sepan que les entiendo.

—Jajajaja hay Karlo, Segun Tú odias a las mujeres y estas con la cara de aflicción que jamás te he visto.

Mírate estás preocupado por ella y ella es una mujer, por si no te habías dado cuenta.

No, no es una mujer, es un mujerón, una hembra y está rebuena, jamás pensé que aquí en El Salvador hubieran mujeres tan bellas, como ella y su otra compañera.

Pero definitivamente, ella es la más hermosa, mírala todo lo tiene hermoso esta mujer y mira la llevas a tu lado.

Pero como tú odias a las mujeres, es mejor que cambiemos de lugar, para cuidarla yo, así tú vas tranquilo lejos de lo que mas odias.

Estaciónate un momento Antonio que mi amigo y yo vamos a cambiar de lugar.—Fue lo que el amigo, le dijo al chófer, en español.

Mientras que El Italiano bello, me vuelve a ver a mí.

Su mirada simplemente es arrolladora y con esa voz tan fascinante,

habla al chofer también en español y le dice continúa tu camino, no estamos para juegos hay una persona sangrando, no tenemos tiempo que perder.

Sigue con su mirada puesta en mis ojos, y en ese momento veo como su mirada cambia a mis labios, la fija en ellos por unos segundos que a mí me parecieron largos minutos.

Me dice tranquila ya vamos a llegar; es la primera vez, que me habla a mi.

Su voz dirigida ami, me pareció exageradamente maravillosa.

Lo único que pude hacer fue asentir con mi cabeza y seguirlo viendo a los ojos...