Voluntades Inquebrantables

La biblioteca quedaba en el centro de la ciudad, cerca de la Corte de Justicia, asi que me tocó tomar un taxi hasta allá, ya había caminado suficiente.

La biblioteca tenía todo tipo de saber, desde la gastronomía hasta la astrología. Todo estaba separado en secciones.

Con la ayuda de una bonita bibliotecaria, encontré rápidamente la sección de la manipulación elemental.

– Aquí encontrará lo que busca, pero si me permite, ¿por qué no usa los libros de su familia, joven Voltwar? Estoy segura de que su familia tiene los mejores libros para aquello que busca –. Preguntó con la curiosidad escrita en sus ojos verde opaco.

"Si, eras bonita". Pensé con desdén.

– Señorita, le agradezco por su ayuda –. Agradecí con sarcasmo.

Ella notó mi molestia, hizo una mueca a la vez que hacía una reverencia y se marchaba.

Miré mi reloj en la muñeca izquierda y ví que aún faltaba para la reunión en el restaurante.

Me tomé mi tiempo y busqué algún libro relacionado con la manipulación del aire y el agua. Al final tomé como seis libros relacionados con el tema.

"Para usar un elemento con precisión y sacar todo su potencial, es menester, que conozca sus usos y formas".

Me senté en una de las mesas de lectura y tomé el primer libro, el título fue lo que me llevo a tomar el libro: "Física del aire".

El autor enfatizó su obra en la física para manipular el aire, y volverlo letal, más allá de un simple corte o ventarrón. Al leer libro con detenimiento, observé que la atmósfera, el oxígeno, el sonido, la presión, todo aquello que es fundamental para la vida humana, puede ser arrebatado fácilmente con la manipulación del aire.

También agregó que es necesario una voluntad fuerte en inherente del aire. En otras palabras una voluntad que se complemente con este elemento.

Con el aire podía poder hacer frente casi a todos los portadores de voluntad que manipulen el arte elemental. Pues todos se suscita en el entorno, y el aire está en todos lados. Si un portador de voluntad manipula con eficacia dicho elemento, puede volverse un verdadero dolor de trasero.

"El autor tiene problemas con el trasero, he leído varias veces el mismo término".

El libro incluso enseñaba como usar la esencia de voluntad para guiarlos a través de los canales de nuestro cuerpo, para poder usar de manera más eficiente el aire.

El autor parecía un aficionado del vuelo, por lo que, enfatiza con vehemencia su teoría para poder volar. "Esto me interesa bastante".

Me tomé mi tiempo leyendo el libro, y memorizando los puntos más importantes. Luego, tomé el segundo libro: "Conocimientos profundos del agua".

La autora, enfatiza que el agua también yace en nuestro entorno, y que nuestra voluntad debe ser maleable, ya que el agua nunca permanece en su mismo estado. Si un portador de voluntad manipula un elemento diferente al agua, entonces debe cambiar por completo su forma de pensar, no es lo mismo lanzar una roca, lanzar ráfagas de viento, o lanzar llamaradas de fuego, que manipular el agua que es líquida y fácilmente se puede zafar del control del portador.

El agua debe ser tratada como una doncella indomable.

"Si, parece que es una mujer la autora".

El agua puede ser un elemento calmado como puede ser caótico. Para principiantes es necesario que por lo menos tengan una voluntad maleable, es importante que conozcan los fundamentos básicos del agua: líquida, sólido y gaseoso.

Para poder usar dichas fases del agua, es menester que el portador sepa diferenciar entre la esencia del elemento estudiado, de los demás elementos. Si un portador es familiar o descendiente directo de algún manipulador de este elemento, le será más sencillo diferenciarlo y separarlo. En caso contrario, se debe aprender el conocimiento de un portador del elemento.

"Vaya suerte la mía".

Cuando seguía leyendo las formas de ataque y formas de usar el agua con el aire, la extraña e insidiosa fuerza invisible volvió a recaer sobre mí, específicamente en mi espalda.

Para no alertar al curioso, tomé los libros y me los pegué al pecho. Mi corazón comenzaba a acelerarse a mil por hora, temía que incluso se escuchara el sonido de mis latido en la silenciosa sala de lectura.

Me di la vuelta y para mi sorpresa, no había nadie. "Mierda".

El problema estaba en que la sensación no había desaparecido.

Justo cuando comenzaba a sudar frío, un libro sin título, ni autor, estaba en el suelo, cerca de mi pie. Cuando lo vi, la extraña fuerza desapareció sin más.

Recogí el libro de tapas negras, lo abrí. Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón volvió a darse un vuelco.

Solté los demás libros.

Los párrafos estaban escritos en el idioma nuestro, pero también tenía escritos en el idioma del continente oriental, el continente Floral. El pequeño texto decía:

"Erase una vez, un niño que podía causar efectos adversos en las voluntades ajenas, podía manipularlas y usarlas a su favor.

El niño crecería en poder y voluntad, y traería la tragedia a su ciudad. También otorgará increíble poder y eso traerá la desgracia a su reino.

El destino es macabro, el destino es infalible, el destino es tu aliado".

Mis pensamientos volaban desenfrenados. Un libro que describía con certeza lo que hasta ahora, había conseguido, era mortalmente peligroso. El libro no tenía nada más escrito. Todas las páginas estaban en blanco.

Miré a los lados, y no vi nada.

"¡¿Pero que mierda?!".

Inconscientemente me agarre el cabello, tomé el libro y salí de la biblioteca sin mirar atrás.

– ¡Joven Voltwar! –. El grito de la bibliotecaria me importaba un comino horita.

Por salir corriendo sin precaución choqué fuertemente con un chico más o menos de mi edad, tenía el cabello rojizo y una venda verde que tapaba sus ojos, su tez era blanca.

El chico comenzó a tantear el suelo y pedir perdón por tropezar conmigo, su voz era etérea y dejaba una impresión única en la vida.

Sin ayudarlo a levantar salí corriendo.

Sin pensarlo llegue al restaurante donde se había acordado la reunión. Entré con prisa y el recepcionista me preguntó por mi reserva. Yo, sin aire le dí el número de mesa.

Me senté sin prestar atención a los finos decoros que había en el lugar, solo me ahogé en mis pensamientos. Hundí mi rostro entre mis brazos entrelazados.

"¿Y ahora qué? ¿Alguien sabe sobre mi secreto? Si es así, ¿Cuánto sabe? ¿Qué debo hacer?".

Sin querer el miedo se enredó en mi alma, y las lágrimas fluyeron con lentitud por mis mejillas, para estos momentos recordaba lo indefenso que era.

"A la mierda... a la mierda... a la mierda".

Sentía que me hundía en un caos sin fin. Cuando creía que hiba a quedar sin aliento. Una mano se posó en mi hombro, alcé la vista, ví a Richard y Estella, estaban vestidos deportivamente.

– ¿Qué ha pasado? –. Preguntó Richard con preocupación.

Sus expresiones eran de pura confusión.

– No lo sé, solo sé que estoy siendo vigilado –.