Inmortalidad Y Una Corona. El Poder De La Bruja

Por un segundo no la pudieron reconocer, además de que se encontraban en shock por lo sucedido, no fue hasta que la luz desapareció por completo que se percataron de que esta “Bruja” como dijeron algunos o “Diosa” como pensaron otros era nada más y nada menos que la misma joven de antes, Lyra.

-       ¿Qué haces tu aquí? – Cuestiono Helio después de un momento cuando pudo formular palabras, pero su tono era de absoluta incredulidad, en ese momento no sabía cómo sentirse si preocupado, asustado o intrigado, probablemente las tres, pues la repentina aparición de la chica era la cosa más extraña que había visto, pero no solo eso, sino con lo que acababa de hacer, ella apareció y las serpientes se fueron, ¿Cómo lo había hecho?, se preguntaba, y ese gran esplendor, ¿Qué fue?

-       ¿Quién eres? – Cuestiono Kieran con más seriedad, después de lo acababa de pasar estaba más alerta que nunca y la llegada de Lyra despertó aún más sus sospechas.

-       Si, por nada. – Respondió Lyra rodando los ojos con todo el sarcasmo del que era capaz, definitivamente ella y sus presentimientos se auto regañaba, pero después de todo ellos la habían salvado dos veces, así que era justo devolver la bondad.

-       Gracias. – Dijo Eamon, manteniendo su tono serio, pero aun así expresando su gratitud, esto para que su señor también bajara un poco sus defensas, pues sin importar porque, ella los acababa de salvar.

Kieran al escuchar sus palabras observo a Eamon que sin palabras le recordó que no era el momento para ello, lo cual entendió, una de las razones por las que Eamon era el segundo al mano, era justamente esa su forma analítica de resolver cualquier situación, sin dejarse llevar por emociones o sentimientos.

-       Te lo agradezco. – Dijo después de un momento.

-       ¿Cómo es que están aquí, si habíamos tomado caminos diferentes? – Indago Helio, él era más práctico y despreocupado al actuar y de los que no se guardaba nada, así que quería resolver sus dudas, algo que todos también querían, pero nadie se atrevía y Kieran directamente no sabía cómo manejar la situación que ahora era mucho más extraña.

-       Pues. – Dijo Lyra.

Una hora antes.

-       Lyra, ¿Por qué te detienes? – Cuestiona Eira al ver como su compañera detiene sus pasos de pronto.

-       Es un presentimiento. – Dice llevando su mano al pecho un poco confundida, sabe que algo malo está a punto de suceder, pero, ¿a quién?, se pregunta, pues aun cuando ella es bastante sensible a los acontecimientos futuros, normalmente sucede cuando es un asunto de gravedad que la puede afectar a ella, a su padre, a alguien muy cercano, o al mismo reino. La última vez fue durante la guerra entre Vylonia y Nefaria de allí que ellos prestaran su ayuda lo que derivó en el compromiso que hoy tiene con el archiduque.

-       ¿Un presentimiento? – Cuestiona Eira confundida. ¿Qué quería decir con eso? Se preguntaba en su mente.

-       Si. – Responde Lyra desviando su mirada hacia una dirección, la sensación de preocupación aumentando en su corazón, obligándola a tomar una decisión, así que sin pensarlo mucho anuncia. – Vamos a desviarnos un poco, si todo está bien, retomaremos el camino. – Eira no está muy convencida que digamos, si de por si ha estado asustada todo el camino, la idea de desviarse le parece aún peor, pero como ve que Lyra está realmente preocupada decide aceptar.

-       Está bien. – Dice al fin y sigue a Lyra que parece ser guiada por algo, aunque Eira no puede ver nada.

Presente.

-       Lyra, ¿estas bien? – Cuestiona Eira llegando al lugar. – En un momento saliste corriendo y no te pude alcanzar, ¿todo bien? – Dice intentando regular su respiración que aun esta errática después de correr tan rápido como pudo para alcanzarla y sorprenderse al darse cuenta de que nuevamente estaban con los hombres que las habían ayudado.

-       Si Eira, todo está bien. – Dice Lyra con una sonrisa tranquilizadora, en su corazón agradece que Eira no vio las serpientes, de lo contrario está segura que se habría traumatizado. Además de que llego en el momento justo para interrumpir la conversación, pues no sabía exactamente cómo explicar la razón de que los allá seguido, estaba segura de que hablar de sus presentimientos le parecería más loco aún.

-       ¿Cómo hiciste para espantarlas? – Cuestiona Helio después de un momento mas no sin antes agradecer por su ayuda y que los demás soldados también lo hicieran.

-       El sello. – Explica Lyra con calma. – Justo esa es una de sus funciones. – Sonríe, y aunque es cierto en realidad eso es solo una parte de la verdad, pero sabe que lo demás es mejor no mencionarlo.

-       Ya veo. – Comento Helio pensativo.

Lyra iba a añadir algo más, pero se detuvo abruptamente cuando de pronto algo cruza su mente, haciendo que mirara a los lados como en busca de algo o de alguien, está segura que cuando llego escuchó una melodía y por lo que vio las serpientes se movían en son de la misma.

-       ¿Pasa algo? – Pregunta Eira al ver la expresión y los movimientos de Lyra.

-       Hay alguien cerca. – Explica intentando descubrir en qué dirección podría estar, pero al parecer ya se ha alejado lo suficiente. – Les aconsejo que abandonen el bosque, algo está pasando, no es seguro quedarse aquí. – Dice Lyra adoptando una postura seria, ahora está más preocupada que antes, pues por lo que ha podido sentir en definitiva algo muy raro está sucediendo en el bosque, ella lo puede presentir, es normal que ellos no, pues son humanos y no tienen tan desarrollados los sentidos.

-       ¿Cómo lo sabes? – Pregunta Kieran entrecerrando los ojos con sospecha, ahora está más intrigado.

-       Solo lo se. – Responde ella, pero no puede decir más, no es conveniente.

Obviamente esa respuesta no satisface para nada al archiduque, pero puede ver que no lograra nada más por ahora, así que decide explicar.

-       Antes de salir, necesitamos buscar a las personas que ingresaron, es parte de nuestro trabajo procurar la seguridad de todos los habitantes del reino. – Dice Kieran con seriedad, aunque la joven tenga razón en que lo más sensato es salir del bosque, no puede solo irse sin saber que sucedió con las demás personas que ingresaron antes que ellos.

En ese momento más que la misión le preocupa las personas que han ingresado allí, mucho más después de enfrentarse ante tal peligro.