Hecha A Mi Medida

Narra Perla.

El esperado día de la boda de Ximena y Marco llego, yo me levanto temprano, ya que tengo que estar con Tania y Ximena para que nos arreglen, quedamos de vernos en la casa de sus padres, llego y nos esperan con un delicioso desayuno, mi amiga come demasiado, el embarazo de esta dando mucha hambre, pero como su mamá preparó solo cosas sanas y ligeras, no creo que pase nada, se ve muy nerviosa, espero que se le pase, han contratado una peinadora y un maquillista para arreglarnos a todas, la novia, las damas, que en este caso somos Tania y yo, la mamá y la suegra, y claro que incluimos a la, madre de Gael. Pasamos toda la mañana en manos de los profesionales, que nos arreglaron las, manos, cabello y maquillaje, con mascarillas para lucir radiantes, mi amiga se ve hermosa, le hicieron un maquillaje natural, pero realzando sus bellos ojos, el peinado con un recogido en la parte superior que desciende en cascada, enfatizando sus rizos naturales, unas uñas con manicura francesa con brillitos sutiles qué le dan una elegancia digna de una princesa, su madre le entregó un juego de joyería que ha pasado de generación en generación por las mujeres de su familia, consta de unos aretes de brillantes formando corazones entrelazados de oro blanco y una cadena con un dije del mismo diseño pero un poco más grande, por aquello de usar algo viejo, obviamente lo nuevo es el vestido, un modelo con escote corazón y corte sirena en seda y aplicaciones en encaje con pedrería qué le queda como un guante y realza su figura curvilinea, lo azul será una liga de encaje blanco con listón azul, sus zapatos son un verdadero sueño, unos estiletos bblancos nomuy altos, pero acojinados y tan suaves qué parece que caminas entre algodón, como el embarazo aún no se nota, mi querida Ximena lucirá espectacular para su príncipe azul. Por último un velo corto y muy sencillo que no quita el protagonismo al vestido ni oculta su cabello sujetador por un prendedor prestado por la peinadora, con pequeñas flores plateadas con brillantes y perlas. El ramo era un bouquet de rosas blancas con follaje verde muy delicado.

Las mamás de Marco y Ximena llevan vestidos azul marino al cuerpo, con chaquetas de encaje y brillo, no son iguales, pero si parecidos, peinados y maquillaje muy elegantes, realzando la belleza natural de cada una, Tania y ya llevamos vestidos color celeste, tipo halter de arriba y la falda con un diseño irregular más corto en el frente con cintura marcada por una fajilla de pedrería al color, el cabello suelto y ondulado, peinado de lado y maquillaje muy natural. Mi suegra, superelegante con un vestido color vino con detalles en dorado. Su cabello en un recogido muy refinado y sus zapatos color vino no muy altos, para disfrutar de la fiesta.

Cuando estaba ya próxima la hora de partir a la iglesia, le dieron a la novia un té cargadito de 12 azares para aliviar los nervios, y ya llegado el momento se subió a una limosna blanca adorada de flores, acompañada de sus padres, el resto los seguimos en el coche de Daniel, que se veía muy conmovido, tal vez pensaba que ese hubiera sido su día especial de no haber terminado con Fabiola, pero no dijo nada.

Llegamos a la iglesia y nos adelantamos a entrar para que todo estuviera listo para la entrada triunfal de la novia, ahí estaban los chicos, todos guapos, trajeaditos, y el novio hecho un manojo de nervios pero muy guapo también con un traje negro y una rosa blanca en la solapa del saco.

La marcha nupcial comenzó a sonar y mi querida Ximena fue entregada en el altar por su papá que se veía feliz de ver a su hermosa princesa casarse con un excelente hombre.

La ceremonia fue hermosa, el padre como sermón solo les dio algunos consejos y lo demás fueron buenos deseos y bendiciones.

Al terminar y como dicta la tradición se besaron delante de Dios y todos aplaudimos entusiasmados.

La recepción se llevó a cabo en un salón hermosamente decorado con ramos de flores naturales las mesas elegantemente dispuestas y una iluminación con candelabros qué daba un brillo especial a todo el conjunto. Cenamos, brindamos y la feliz pareja abrió el baile con una pieza muy romántica, después de que Ximena también bailó con su padre y su hermano, mientras Marco hacía lo propio con su madre y su suegra, nos unimos a ellos en la pista y disfrutamos toda la fiesta. El pastel estaba delicioso y todos los detalles salieron a la perfección. Los novios se despidieron y entre aplausos salieron rumbo al aeropuerto para iniciar su luna de miel. A petición de los papás de Ximena, la fiesta continuó un rato más y después nos despedimos.