Dilata reencarna en su primera vida, con recuerdos de la segunda. Hará de todo para poder tener una mejor vida y ser feliz junto a su hijo.
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Baile.
Estoy muy nerviosa, hoy ya es el cumpleaños de Raymond.
Estoy buscando a la princesa Rayna para poder entregarle el vestido que me ofrecí a crear para ella.
–Princesa– Llamó al verla sentada en el jardín tomando té.
–Dilara, siéntate por favor.
–No es necesario su alteza, la buscaba para entregarle el vestido para hoy.
Colocó con cuidado la caja llevo sobre la mesa.
–Muchas gracias Dilara ¿Vamos a mi habitación para verlo?
–Por supuesto.
Al llegar a la habitación deja la caja sobre la cama y quita la tapa.
Con cuidado lo toma por los hombros y lo levanta.
–Es hermoso Dilara– Dice Raina con voz sorprendida.
Es un vestido en distintos tonos de azul. La parte de arriba es celeste con cuello en forma de “V” y mangas de campana muy largas y transparentes, la falda larga hasta un poco más abajo de los tobillos, tiene un corset azul oscuro con diseños un poco más claros y dorados en la cintura, tiene aberturas a ambos lados.
–Debajo hay otro regalo para usted.
–¿En serio? No tenias que molestarte Dilara, con el vestido era suficiente.
–Pero este es el complemento del vestido.
Debajo hay otras cajas más pequeñas que contienen joyas.
Un collar ancho de zafiros, 6 son más grandes que los demás todos rodeados por pequeños diamantes, los mismos que simulan las cadenas, en el centro de todo hay una piedra de poder color azul.
Ha juegos tiene unos aretes colgantes en forma de lágrimas y una tiara.
–Me encanta Dilara, no se como pagarte.
–Eso no es necesario, de verdad.
Después de hablar un rato más salgo de su habitación para ir a la mía y poder comenzar a prepararme.
Lo primero de todo es tomar un baño, cosa que ya estaba listo gracias a las eficientes sirvientas que hay en el Ducado.
Me relajo en el baño unos 15 minutos antes de salir.
Una necesidad básica para mi en este mundo o en cualquier mundo es el secador de cabello junto con la alisadora o rizadora y el maquillaje, así que fue una de las primeras cosas que cree solo para mi, aunque últimamente he pensado en comercializar pero no se como se hacen, tendría que darle unos a Augusto para que los replique o busque a alguien que pueda hacerlo, los maquillajes que existen aquí son muy tóxicos y pesados, la piel de siente como si tuvieras una tela encima, muy molesta.q
Término de maquillarme y voy hasta el armario para sacar el vestido.
Es uno de color rojo sangre de cuello en “V” con detalles en dorado, mangas largas y acampanadas, la falda es larga hasta el piso con una abetura en la pierna derecha, lo acompaño con unas medias marrones casi rojas con detalles en dorado.
Una gargantilla de oro con 5 rubíes, debajo del tubo del medio hay un cristal de poder rojo en forma de lágrima, aretes a juego en forma de lágrimas.
Me levanto cuando tocan la puerta.
–El baile está por comenzar señora.
–Voy en un momento.
Salgo y voy a la habitación donde están mis hijos
Drystan salta sorprendido al verme.
–Mami, pareces una princesa.
–Muchas gracias cariño– Me agacho a su altura, le acarició el cabello mientras le hablo– Hoy tienes que hacer caso a Greta y dormir temprano cariño, tal vez llegue muy tarde en la noche, pero en la mañana estaré con ustedes.
–Si mami, me portaré muy bien y cuidaré de mi hermano.
–Buenas noches cariño.
Salgo de la habitación de los niños y pasó por la mía para buscar el regalo de Raymond.
Luego caminó por los pasillos detrás de la sirvienta que me guía hacia el salón en donde se llevará a cabo la velada.
En la puerta del salón se encuentra Raymond y se ve espectacular.
Lleva un traje negro con detalles en el cuello, mangas, bolsillos de color rojo y dorado.
–Se ve hermosa Condesa.
–Usted también se ve muy bien Archiduque.
Hago una reverencia al llegar a su lado.
–Feliz cumpleaños.
–Muchas gracias Condesa ¿Me permite?
Me tiende su mano y yo con gusto la tomó, deja un beso en el dorso de esta y luego pasa mi brazo por debajo del suyo y comenzamos a caminar hacia la puerta.
–¡Entrando su Gracia el Archiduque Raymond Teherán junto con la Condesa Dilara Dupeyrón!
Anuncian mientras abren las puertas, las personas de inmediato abren un camino para dejarnos pasar hasta un pequeño escenario donde se encuentra la mesa más elegante del lugar, donde se encuentran los emperadores y los príncipes.
–Saludos a su Majestad el sol del imperio, Saludos a su Majestad la madre del imperio.
Saludo mientras hago una reverencia.
–Saludos sus majestades.
–Adelante Archiduque, usted es el festejado hoy.
Pasamos a sentarnos junto a sus majestades.
Cuando ya estamos en nuestros lugares el emperador se levanta y comienza a hablar.
–Saludos a todos y muchas gracias por venir el día de hoy– Levanta una copa– Hoy estamos aquí para celebrar el cumpleaños del Archiduque Raymond.
–¡Felicidades su Gracia!
Se escucha como todos dicen en el salón.
–Por favor sírvanse todo lo que gusten y luego comenzaremos con el baile.
La velada pasa de forma muy amena hasta que llega el momento de presentar los regalos.
De uno en uno pasan todos los invitados a entregar sus regalos, joyas, telas, armas y un sin fin de cosas.
Hasta que llega mi momento de entregar el regalo.
–Su Gracia hoy le voy a dar algo único en este mundo, es uno de los primeros en ser creados por mi, espero de todo corazón que le guste y sea de su agrado.
Raymond toma la pequeña caja y se comienzan a escuchar algunos murmullos entre la multitud, algunos de curiosidad y otros malintencionados.
Es entendible, entre del brazo del Archiduque y es uno de los solteros más codiciados de todo el imperio.
Cuando abre la caja se muestra muy confundido, saca el pequeño objeto.
–¿Qué es esto, Condesa?
–Eso se llama teléfono su Gracia ¿Me lo permite?
Lo tomo en la mano cuando me lo extiende.
Presionó el botón que tiene en el lado derecho y le comienzo a explicar.
–Esta es la pantalla principal, como puede ver aquí tiene un dibujos que se llaman “aplicaciones” y cada una tiene su nombre debajo –asiente cuando le muestro– Para poder ocuparla tiene que presionar encima suyo.
En la pantalla se abre la aplicación de teléfono, marcó el número 1.
–En esta aplicación se pueden realizar llamadas a larga distancia– De inmediato comienza a sonar un sonido– Este es mi número, porque fue el primero que cree.
–Dice mi nombre.
–Exacto, porque le puse su nombre antes de dárselo, su teléfono es el número 3, por lo tanto si yo marco ese número en el mío, el suyo sonará.
Hago el mismo procedimiento de antes y ahora es el suyo el que suena.
Me llevó un buen rato explicar todas las funciones que tenía el teléfono, algunos juegos, cámara, mensajes y llamadas.
no se arrepiente solo es su marido el dilema debería acabar con esa farsa ya que tiene apoyo así no va sola no le hará nada y este Raymond de todo por ella ya que puede ser que pronto haya bebe a bordo