A los dieciséis años, Eliana Safra pasó por la experiencia más dolorosa de su vida; ante ello, la dulce y amorosa chica sufrió una transformación. Cinco años después, ella es una mujer peligrosa e inalcanzable, la apodan "la fiera" y nadie ha podido acercarse lo suficiente para ganar su amor.
Ha llegado el momento de hacer frente a quien lastimó todo lo que amaba, aunque eso signifique destruir la única familia que conoce.
En medio de tanta lucha y dolor, aparecerá Alex, que la hará creer en el amor nuevamente. ¿Podrá la pareja hacer frente a las adversidades? ¿Podrán superar la maldad que se empeñará en arruinarles la felicidad? ¿Eliana será lo suficientemente fuerte para hacer frente a los secretos y proteger a todos a quienes ama?
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23. Una velada romántica
En el departamento que ha rentado todavía hay muchas cosas que aún no están ordenadas, pero Alex no ha querido perder la oportunidad y ha citado a Eliana para cenar algo que el mismo preparará. Ella mira atenta como su novio está preparando un filet Mignon, el solomillo de ternera se ve exquisito, para finalizar lo acompaña con una rica salsa de vino tinto.
Ambos se sientan a la mesa decorada con hermosas rosas; ambos sonríen y conversan de diversos temas, Eliana se pierde en los ojos de Alex y por ese tiempo, el dolor de la vida parecía menos intenso, si pudiera elegir claro que escogería que nunca haya ocurrido el atentado que le arrebató todo; sin embargo, el tiempo no retrocede y no puede devolver a la vida a los que partieron, así que disfruta del momento, como si después de tanto tiempo la vida le brindara el consuelo que le hacía falta.
- "Ahora voy a traer el postre, bombones de chocolate con trufas, espero que te gusten", dijo Alex poniéndose de pie para traer los bombones.
- "¿Sabías que las trufas son afrodisíacas?", preguntó Eliana.
Alex voltea a mirarla, ambos se quedan en silencio con una expresión extraña en el rostro, él se pregunta si fue una invitación para algo más, y ella se sonroja al darse cuenta de que tal vez no era el comentario adecuado.
Eliana baja la mirada, Alex sonríe y va por el bocado, ha sido extremadamente cuidadoso para dejar que ella marque el paso de como quiere que avance la relación, aunque sería tonto negarse a él mismo que en algún momento la quiere en sus brazos, hacerle el amor y descubrir el fuego que puede guardar dentro aquella que parece dejar una estela por donde pasa.
Pone los bocadillos en la mesa y mirándola fijamente le pone una trufa frente a la boca de Eliana, que luce especialmente tentadora en ese momento.
- "He leído que por muchos siglos se ha creído que las trufas poseían ciertos poderes místicos afrodisíacos y que varios amantes del buen comer describían el aroma de la trufa como sensual y seductor", manifestó Alex sin dejar de mirarla, mientras ella introduce la trufa rozando con sus rosados labios sus dedos.
Eliana saborea la trufa, y aunque quisiera no puede evitar pensar cómo debe avanzar en su relación, ha pasado más de cinco años en que intimó con alguien, Lucas y ella prácticamente eran unos adolescentes que experimentaron su sexualidad en medio de su enamoramiento.
Ahora no tenía un adolescente enfrente sino un hombre, que aún con la ropa puesta podía evidenciar que tenía un cuerpo cuidado; y ella ya no era una niña asustada que se embarazó al poco tiempo de iniciar su vida sexual; se había convertido en una mujer bastante atractiva.
- "Me gustas mucho, estoy enamorado de ti, busco una relación seria y te aseguro que no voy a presionarte a nada; solo quiero dejar el canal de comunicación abierto para cualquier tema, entenderé. Así que sigamos disfrutando de la cena y luego señorita Safra concédame algunas piezas de baile; pasar el tiempo contigo es maravilloso de cualquier forma que sea", manifestó Alex, para luego tomar una trufa y comérsela.
Eliana sonríe, Alex había hecho todas las cosas bien, era en muchos sentidos el novio perfecto, quiere disfrutar un poco más de esa experiencia antes de contarle el pasado que le partió el corazón; se siente confundida sobre la reacción que podría tomar el hombre frente a ella, pero no puede avanzar a algo más serio si no es completamente sincera.
Minutos más tarde, están bailando un clásico "Cuando un hombre ama a una mujer" de Percy Sledge; de pronto una sensación de angustia se apodera de Eliana, todo es demasiado perfecto, se abraza fuerte a Alex. Él no entiende que pueda significar aquello y solo acaricia su espalda. El aroma del perfume de la joven de ojos azules parece grabarse dentro de sí y lo reconocería a kilómetros; es extraño porque siente que no se ha enamorado así antes, no se había preocupado tanto por gustarle a una mujer, en su mundo siempre venían fáciles, sin complicaciones y deseosas de aplacar los deseos desde el primer momento.
De un momento a otro, Eliana se abraza a su cuello y lo besa con intensidad, siente su cuerpo estremecerse y él solo puede responderle con la misma intensidad, mientras la acerca aún más; hay momentos que ella le da señales confusas, pero la tiene tan cerca que es imposible no desearla.
El beso se vuelve anhelante y la cercanía enciende la piel sin poder evitarlo; los labios parecen danzar en la boca del otro con frenesí, mientras las manos acarician sus cuerpos sobre la ropa que parece estorbar; cuando se separan la respiración agitada les alerta que ambos quieren mucho más del otro.