Atracción Pasional

Dylan:

Esperaba a Julian, le había dicho a las 9:30 de la noche que estuviera lista para ir a cenar, después de todo lo sucedido quería dejarla tranquila y que no siguiera con sus cosas. Levanté mi mano viendo la hora…. 9: 40 pm, con lo que sabe que odio la impuntualidad y ella haciendo las cosas solo para hacerme pagar lo que ella sabe…

Reposé mi codo en la ventana mirando hacia su puerta, por un momento pasó en mi mente que si Laura fuera la mujer con la que tendría una cita… verla salir del área de dormitorios, sonreí a la tonta idea de pensar que esa mujer que está dedicada al oficio más antiguo pudiera estar cerca de una base, ella ni tiene el perfil ni la capacidad de lo que es un Marine que está dedicado a pelear y proteger nuestra nación, para su oficio es muy fácil solo conseguir clientes que le paguen bien…

Dylan: ¿Por qué con ese empleo muchachita? Habiendo tantos empleos dignos, siendo una mujer hermosa y terminas en lo más fácil sin esforzarte.

Suspiré… tomé mi celular, tenía que hacer una llamada.

Llamada:

- Señor.

- Marco… ¿has conseguido algo de lo que te pedí?

- No mucho, señor, como le dije sin apellido es un poco complicado, pero creo que claro si usted lo aprueba, tendría que ir a Baltimore e investigar un poco más.

Traté de guardar silencio, tampoco es que me muera por saber el paradero de esa mujer, pero en unos días debo volver y me gustaría volver a topármela, aunque sería muchísima coincidencia que sucediera. Los pasos de Julian por fin se escucharon…

Julian: Hey…

No hice nada por bajar y abrir la puerta, ella se dio cuenta, ahora tenía que aguantar ese momento durante el viaje… abrió la puerta subiéndose, me miró reclamando en gestos que tenía que estar llamando…

- Si, me parece mejor esa opción, mañana mismo tienes el permiso, todos los viáticos pagados.

- Como usted diga señor. No lo voy a defraudar.

- Está de más en decirte que es confidencial.

- Por supuesto.

Terminé la llamada dejando mi celular al lado de la puerta.

Julian: ¿confidencial? ¿una nueva misión?

Dylan: sabes que los enemigos quieren apoderarse de los territorios cercanos.

Aceleré girando un poco el volante. Jaló el cinturón abrochándoselo.

Julian: Vamos a cenar… se me antoja unos ravioles con salsa de apio.

Asentí con la cabeza, tenía una gran debilidad por el apio y si eso quería, pues estaba para complacerla…

Miraba hacia el frente, me acaba de dar cuenta que esa emoción de tener a Julian a mi lado como antes ya no existía…

Debo decir que cuando ella tomó la decisión de darnos un tiempo, me dolió, no comprendía sus motivos, no entendía lo que por su mente pasaba, pero aun así opté por respetar su decisión, donde los días para mi fueron complicados por que el sentimiento hacia ella existía, pero con lo sucedido ese sentimiento no lo encontraba dentro de mi.

Julian: ¿Qué piensas?

La miré de reojo pasando hacia la carretera… un descuido y podíamos tener serias consecuencias.

Dylan: En nosotros.

Sonrió, pasó sus dedos por debajo del tirante del vestido dejando caer, luego en el otro bajando el vestido por la parte de arriba, sus pechos redondos y preciosos estaban expuestos para mi. Reí negando con la cabeza.

Julian: ¿te gusta lo que ves?

Dylan: Eres hermosa, lo sabes.

Julian: Pero mírame.

Dylan: Estoy conduciendo.

Julian: solo unos segundos.

Pasé la mirada en sus pechos, suspiré mirando hacia el frente.

Dylan: Julian.

Rodó los ojos acomodándose el vestido… cruzó las piernas y los brazos, ahora se ponía seria.

Julian: Este tiempo que tuvimos separados me sirvió de mucho ¿sabes?

Quedé serio completamente, ahora ella daría sus razones…

Julian: Te extrañé como nunca, quería estar segura de dar el paso de formalizar ante todos, sé que éramos formales, pero sentía que no íbamos a llegar a nada, no veo nada de malo el hecho de saber que dos personas que se aman pueden vivir en la distancia, pero veo que no es así. Cumplí la promesa que cuando estuviera segura de lo que quiero en mi vida, te aceptaría nuevamente… pero veo que por tu parte no fue así… hiciste todo lo contrario, te refugiaste en la primera mujer que pasó por tus narices… ¿Qué me esperará cuando nos casemos y tengamos nuestros primeros problemas?

Dylan: Te di tu espacio, sé que resulto agobiante. Me frustro porque tengo la intención de quererte con todo y bien bonito, pero tu preferiste la distancia, las caminatas a solas, el silencio de tu crisis interna u otras personas. Eres tan libre que vives, sonríes, cantas y lloras para ti. Enserio admiro tu convicción de ser tan inmutable e independiente. Entiendo que talvez antes no hubo alguien que se diera cuenta de todo el arrecife marino que traes dentro, tú eres reserva natural de todo lo bello, la eventualidad de un milagro habita en tu piel. Esperé en silencio… a detalles, cotidianamente repetí actos que expresen mi amor por ti hasta que creen un camino neuronal en tu cerebro y se te quede bien grabado en tu hipocampo que te amaba.

Soltó el cinturón acomodándose a quedar frente a mi…

Julian: ¿Ya no me amas?

Dylan: Julian que nunca dudes, ni te espante lo que lo nuestro avance. Que te sientas segura en un abrazo, en un grito o en un llanto, que mis besos te sepan a casa, que mi cariño te devuelva la vida que te falta. Hace tanto tiempo que no estaba seguro de algo o de alguien y es que yo a ti te te quiero en todos los poemas, idiomas, caricias, alientos… Tengo la intención de quererte, estoy comprometido con la loca idea de que tu y yo seremos todo lo lindo, la pareja utópica, el atardecer de verano, la playa y el mojito, la brisa y el rocío, el latido con sentido. Ya te tengo en la mira como proyecto de vida. Ojalá un día consiga entrar completamente en tu vida y que compartas conmigo esas cosas tan bonitas que traes y eres… Cosas que ocultas y haces bolita bien profundo en tu esternón porque sueles asumir que no eres lo suficientemente bonita, talentosa, creativa, prodigiosa, artística. Ahora que te miro como para no dejarte ir nunca, espero ser lo suficientemente bueno como para atravesar el espacio entre nosotros.

Aparqué en el estacionamiento del restaurante… pero me di cuenta que no era a Julian que quería profesar esas palabras que tenía en la punta de la lengua, que hubiera preferido no mencionar en voz alta.

Julian: ¿en verdad quieres hacer una vida conmigo? Dímelo.

Respiré profundamente soltando el cinturón de seguridad, la miré fijamente a esos hermosos ojos que brillaban de felicidad de las palabras que acaba de mencionar.

Dylan: quiero estar bien… en verdad, creo que lo necesitamos, 7 años no se tiran a la basura por terceras personas.

Se arrojó a mis brazos, me fue difícil abrazarla, por que en mi mente estaba deseando a otra persona, una mujer que ahora Julian tendrá que vivir con la sombra de esa mujer que realmente ni su nombre sé, pero que me bastaba con su nombre artístico y el recuerdo que tuve ante mi la inocencia que con cualquier otro hombre debe estar teniendo.

Mis brazos rodearon su cuerpo, ella se apartó mirándome con una sonrisa encantadora… juntó sus labios con los míos, mis dedos se enredaban en su cabello semejando que era Laura a la que estaba besando… negué con la cabeza apartándome..

Julian: ¿No que?

Dylan: Vamos tarde para la reservación, que si seguimos dentro… no… no… no me aguantaré…

Bajé casi corriendo de la camioneta… ¿en que estaba pensando? Cerré la puerta con fuerza, ella me seguía con la mirada es lo mínimo que podía hacer, abrí la puerta, entregó su mano, la ayudaba a bajar con cuidado. El mesero ya nos estaba esperando en la puerta.

Julian: Mi propuesta de matrimonio, sé que será genial… te conozco y te vas a lucir.

Caminaba hacia la entrada, ella abrazó mi brazo.

Mesero: bienvenidos señores… su reservación está lista.

Subimos los escalones, en efecto la misma reservación de siempre nos estaba esperando. Jalé el respaldo de la silla dejando que se sentara, acomodó su vestido… me senté frente a ella. Reposó sus codos en la mesa entrelazando sus dedos dejando encima su cabeza de sus dedos.

Dylan: Una botella de vino tinto Melot.

Julian: Un tonic.

La miré entrecerrando los ojos, nunca pide tonic, el mesero apuntaba…

Mesero: Se les ofrece pedir de una vez.

Julian: Unos ravioles con salsa de Apio.

Dylan: sopa de brócoli y champiñón.

Mesero: En seguida…

El mesero se retiró, dejé el celular sobre la mesa… en eso llegó por fin la botella de vino, el mesero la abría con mucho cuidado sirviendo a media copa. Asentó la copa retirándose.

Julian: Esta noche no has dicho como me veo.

Dylan: Herm…

Llegó el mesero con la bebida de ella dejando sobre la mesa… se retiró, solo faltaba que en cualquier momento llegara la cena.

Levantó su vaso chocando con mi copa. Sonreí tomando la copa.

Julian: Brindo por que esta noche nunca la olvidemos ni tú ni yo.

Dylan: Que así sea…

Los dos dimos un sorbo, sin dejar de mirarnos, pero la mirada de Julian mostraba la intención de siempre en querer preguntar algo. Dejó su vaso mirándome. Pasaba lentamente su dedo índice sobre el vaso.

Julian: Será la ultima vez que te lo diga y quiero la verdad. Por que si vamos a ser pareja, no quiero tener la sombra de otra mujer…

Dylan: No hay otra mujer… ya te dije.

Julian: Pero lo hubo… ¿sentiste algo por ella?

Levanté la copa dando un buen sorbo, si era posible beberme toda la copa antes de contestar, pero si no lo hacía seguiría pregunte y pregunte por lo mismo, aunque ella diga que sería la ultima vez. Dejé la copa en la mesa vacía, tomé la botella sirviendo un poco más. llevó a sus labios el vaso de su bebida. Dio un buen sorbo… quedaba un poco, levantó su dedo haciendo señal que quería otro. El mesero ni se demoró cuando ya le estaba dejando el otro vaso en la mesa quitando el vacío.

Dylan: Julian… por tu tranquilidad y paz mental, ya no averigües más. Viste lo que tenias que ver, y ahora ya sabes lo que tenías que saber, ya no insistas, ya no te hagas mas daño, tratar de averiguar todos los detalles y saber pelo y seña de lo que sucedió no solo es inútil sino que solamente te pone el dedo en la llaga y además no te sirve ya de nada. Recoge las piezas que te quedan, Sí, si se puede. No va ser fácil de ninguna manera, pero cuídate, trata de dormir trata de alimentarte bien y has ejercicio por que si nos separamos fue por tu decisión, lo hiciste cuando mas lo necesitabas, ahora no hagas tú lo mismo.

Di un sorbo a la copa, ella solo asintió con la cabeza, me levanté dejando la servilleta caer, la levanté dejando sobre la mesa.

Dylan: Voy al baño.

(…)

Vi a Dylan que se encaminaba hacia el baño, metí mi mano en mi bolso sacando unas pastillas que me habían dado… no apartaba la mirada de donde él se había ido, pasé a mi alrededor de que nadie me mirara… las saqué de su protector dejando caer dentro de la copa, veía como se iban disolviendo demasiado rápido, desenvolví los tenedores metiendo rápidamente uno en su vino, lo removía, no quería que se quedara ni un solo residuo… levanté la copa observándola desde abajo, Dylan es demasiado observador y puede que no funcione… Por que sé y me ha demostrado que esa zorra aun está en su mente, es reciente lo sé, pero no voy a permitir que ninguna mujer se atreva a remover los sentimientos de Dylan, él solo a mí debe amarme. Dejé la copa, sequé el tenedor viendo que se había manchado del vino…

Julian: Rayos… va a sospechar…

Levanté la mirada Dylan ya estaba viniendo, dejé caer la servilleta… el mesero se percató acercándose hacia mi…

Mesero: le cambio la servilleta.

Dylan: ¿todo bien?

Julian: Se me cayó la servilleta… ohh, se ha manchado…

Dylan observaba la servilleta, bajó la mirada hacia el piso donde no había ni una sola gota de vino en el piso.

Mesero: Se la cambio señorita…

Julian: Si, es que la botella estaba dejando caer gotas del vino.

En seguida Dylan miró hacia la botella, pero el mesero tomó la servilleta alzando la botella. Dylan era muy cuidado en eso que el vino no se quedara en la boquilla, odiaba que se derramara, decía que era una manera de contaminar el vino y su reserva.

Mesero: Le cambio la botella.

Dylan: Mejor. Sabes lo que pienso.

Mesero: Señor, no hay problema.

Vi al mesero irse… alcé mi vaso…

Julian: Brindemos.

Dylan: ¿Otra vez?

Julian: tenemos mucho por que brindar.

Rodó los ojos levantando la copa. Chocamos con algo de fuerza, él levantó una ceja, estaba que los nervios me estaban comiendo, pasó su mirada hacia su copa, la miraba con mucha atención.

Julian: Por una vida juntos y sin el pasado presente… solo fueron unos cuantos meses separados.

Dylan: Por una vida sin el pasado presente.

Le dimos un sorbo, me detuve al ver que Dylan se bebió completamente toda la copa… mordí mi labio inferior al saber el efecto que le causaría la pastilla. Tendré una noche más que excelente donde no me dejará dormir para nada.

(…)

La cena había transcurrido, bajó su mano hacia su miembro sobándose un poco. Miró a los lados.

Julian: ¿te sucede algo?

Dylan: No… bueno… será mejor que nos vayamos.

Julian: Claro, es hora de descansar.

Se puso de pie, vi su erección… levanté la mirada sonriendo.

Julian: Vaya, me imagino que iremos a descansar juntos.

Sacó unos billetes dejando sobre la mesa. Se acercó tomando mi mano, la reposó en su miembro haciendo que lo apretara, me puse de pie rosando mis labios en su barbilla.

Julian: dime.

Dylan: quiero hacer el amor contigo. Pero no creo esperar llegar hasta mi casa.

Tomé su mano haciendo que venga tras de mi, él no estaba negándose, teníamos lugar donde empezar esta noche… bajé los escalones… él me alzó con fuerza rodeando mis piernas en su cintura… caminaba hacia su camioneta… de hecho somos los últimos en estar en el estacionamiento. Golpeó mi cuerpo en la puerta de la camioneta… desabrochaba desesperado el botón del pantalón… no dejaba de besarlo, estaba ansiosa por disfrutar a mi hombre, por que le guste a quien le guste me pertenece… levantaba mi vestido desesperado, apartó la tanga… entró en mi con una deliciosa estocada… ya extrañaba sentirlo como siempre, no como en la tarde que ni ganas tenía, pero en este momento me volvía hacer su mujer…

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