soy un escritor famoso y siempre he amado la literatura, mi obra más famosa fue una sobre romance entre un ceo y una secretaria, en cuanto viene la novela solo pasaron unos cuantos meses hasta que me dieron la noticia de que me había ganado un premio yo estaba muy emocionado así que mientras iba conduciendo hacia la entrega de premios ocurrió un accidente muy extraño y en cuanto abrí los ojos encontré en un lugar muy extraño.
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Enfrentando a la reina
Mi madre se sentó junto a su hermana parecía estar feliz de verla, en cuanto mamá tomó asiento me miró y me dijo:
-Liam, voy a hablar un rato con mi hermana mientras tanto tú puedes jugar con tus primos.
yo los miré intentando sonreírlas pero ellos me ignoraron por completo, por lo que miré a mamá y ella acarició mi cabeza y luego le dijo a la reina:
¿- Hermana será posible que mi hijo pueda ir a la biblioteca?
ella rápidamente cambió su rostro de feliz a enojada y dijo:
- por qué tu hijo no quiere jugar con los míos?
- No es que no quiera es que él es muy retraído y ama mucho estar solo y leer un buen libro rara vez juega con otros niños por eso creo que es mejor que esté en una biblioteca leyendo un buen libro mientras que tus hijos mis sobrinos juegan alegremente, ya que si él se une a ellos no la van a pasar del todo bien.
¿- Así que eso significa que él es un total y completo amargado no es así?
- hermana no creo que sea adecuado que tú hables así de un niño.
- dejemos de fingir Dayana, tú jamás me has caído bien a mí yo jamás te he caído bien a ti y es obvio, ya que no somos hermanas de sangre realmente, mis padres te adoptaron tú eres como uno de sus proyectos de caridad y por eso intento ser cordial contigo, sin embargo, lo que tu hijo está haciendo con los míos no tiene nombre.
En cuanto vi la cara de tristeza de mi madre me Enojé y en ese momento no me importa si me podía meter en problemas así que dije:
- Su Majestad no tiene por qué hablarle así a mi madre cuando ella no está haciendo nada malo ni cometiendo ningún crimen, por otro lado,, el desplante no es de mi parte sino de parte de sus hijos, ya que hace un momento cuando le sonreí ellos me ignoraron por completo lo que significa que no quieren que yo me les acerque por eso mi madre optó por enviarme a la biblioteca para que yo no perturbe la paz, tranquilidad y felicidad de sus hijos mientras juegan.
-ja que niño ta arrogante, que edad tienes.
Yo no sabía con esa actitud que edad tenía así que miré a mi madre ella con una sonrisa tranquila respondió:
- respondiendo a su majestad, mi hijo tiene 7 años y 9 meses.
- Ja qué niño tan estúpido, supo responderme bastante bien cuando ofendía su querida madre, pero ahora que le hago una simple pregunta cómo es verdad ni siquiera pudo pronunciar palabra.
Yo me enojé un poco, pero intenté, pero aun así le respondí:
- respondiendo a su majestad, es cierto que no sé mi edad, pero si se sobre filosofía también manejo tres idiomas además de eso se sobre historia y también sobre negocios cosa que seguramente sus hijos no podrán hacer aunque conozcan su edad.
Mi madre entró en el pánico al escucharme decir aquellas palabras y ver la expresión que hacía la reina, por lo que tomó mi mano se levantó de la mesa y con una reverencia dijo:
- Su Majestad creo que es mejor que nos vayamos de una vez, ya que no queremos que usarle más inconvenientes.
Luego sin siquiera esperar su respuesta nos fuimos de allí, pasamos por el salón para ver si ya habían terminado de charlar mi padre y el rey y afortunadamente así fue así que todos tres regresamos a casa mi madre está un poco angustiada, ya que yo había ofendido a la Reina, sin embargo, también estaba complacida por lo que había dicho, ya que ella no había tenido el valor suficiente para poderla encarar por lo que me felicitó, pero también me recordó que debía medir un poco mis palabras, ya que si la realeza quería borrar nuestro rastro de la faz de la tierra lo haría con facilidad.
Yo me disculpé con mi madre y le prometí no volverlo a hacer, ya que yo entendía muy bien que la había metido en un gran aprieto, pero también me sentí un poco feliz, ya que la pude defender y además me enteré de algo bastante importante y eso era el hecho de que mi madre no era hermana biológica de la reina Y eso explicaba todo el rencor y resentimiento que tenía el rey de aquella época en contra de mí el cual seguramente sería alguno de sus dos niños que había visto en el patio jugando y que me habían ignorado.
En cuanto llegamos a casa mi madre le contó mi padre lo que había sucedido en el Palacio, él lo tomó con gracia, ya que no se podía imaginar que un niño tan pequeño hubiese sido capaz de encarar a la mismísima reina la cual siempre llevaba una cara de enojo a donde quiera que iba, papá me abrazó y me susurró en el oído:
- Gracias por defender a tu madre, hiciste lo correcto así que no te sientas mal.
Al escucharlo sonreí y me sentí mucho mejor, luego de que todo se tranquilizó, nuestra vida volvió a la normalidad.
El tiempo pasó volando y en un abrir y cerrar de ojos ya era invierno lo que significaba que había pasado cuatro meses luego de nuestra visita al palacio, en ese tiempo el rey corroboró la información que mi padre le suministro y además encontró al infiltrado bien escapó de un intento de asesinato orquestado por el reino norte, luego de ello el rey le envió algunos regalos a mi padre como agradecimiento por el rey estuvo atento y pudo evitar el desastre.
gracias 🙂