dos gemelas que fueron separadas desde su nacimiento se reencuentran.
un romance con mi cuñado
NovelToon tiene autorización de Guiajirosqui para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Para
contenido sexual explícito para mayores de 18 años
Sebastián: Creí que no querías hacer nada.
Estefany: Quizás no era así.
Sebastián: Eres una viva, pero no sabía que podías hacer eso tan bien.
Estefany: En realidad solo me provocó y lo intenté no estoy segura de que no te haya lastimado.
Sebastián: créeme que no lo hiciste.
Sebastián comenzó a acercarse a mí y toda la valentía que tuve para hacer eso se esfumó y comencé a preguntarme el por qué había actuado de esa manera, con cada centímetro que Sebastián se acercaba yo me aleja un poco más hasta que quede pegada al espaldar de la bañera y Sebastián metido en el agua conmigo, su voz ronca me estaba volviendo loca Pero hay algo que no me deja dar el paso a besarlo.
Sebastián paro y me comenzó a restregar la espalda, yo un poco confundida e intentando cambiar el ambiente me volteo y le doy un beso en el cuello.
Él emite una pequeña sonrisa y luego me roba un beso en los labios.
Estefany: Para.
Sebastián no dijo nada más y terminamos de bañarnos, cuando ambos estábamos en toallas en la habitación él se acercó a mí y aún con la voz ronca me dijo al oído
Sebastián: Te deseo Estefany.
Estefany: Yo también te deseo mucho Sebastián, Pero...
Sebastián me abrazó por detrás y me siguió hablando al oido
Sebastián: te haré una pregunta que quizás no sea la más adecuada para el momento, Pero debo saberlo.
Con la voz un poco temblorosa por los nervios de como me pone su voz le respondí
Estefany: ok
Sebastián: ¿Eres virgen?
En ese momento me puse tensa, de verdad no tenía como adivinar que el sandria con esta pregunta en este momento.
Estefany: Mira una cosa es que yo te satisfaga, fue un impulso, pero otra cosa es...
Sebastián: Esa no es la respuesta a lo que te pregunté.
Para ser sincera lo único que me ha tocado en mi vida son mis manos y hace años un novio que tuve con el cual ni siquiera pasamos de un beso.
Estefany: Sí.
Sebastián: Ok, no te preocupes, dejaré que tú comiences, iremos a tu ritmo
Estefany: Yo no se comenzar, no tengo un ritmo.
En ese momento me volteo para verlo a el .
Estefany: Hazlo tu, yo no sé hacer esto.
Antes de que pudiera pensarlo Sebastián ya me había dado un beso y se había quitado el paño, yo también me quite el paño y él me tomo por las caderas para luego alzarme y hacer que yo enrede mis piernas en su cintura, él no paraba de besarme y aunque al principio yo estaba un poco tímida cuando él comenzó a apretar mi trasero en el aire me éxito mucho más, comencé a dominar él besó, luego de unos minutos él acercó su mano a mi muslo interno y paró de besarme.
Sebastián: (Con la voz agitada) ¿Puedo?
Yo asentí y seguí besándolo, Pero él lo impidió.
Sebastián: Quiero que te dejes llevar, déjame escuchar tu placer.
Aunque no sabía mucho a qué se refería decidí hacerle caso, con sus dedos comenzó a rozar mi clítoris y poco a poco fue introduciendo sus dedos, se sentía tan bien que no pude evitar emitir algunos gemidos mientras miraba hacia arriba mientras mordía mis labios, él me dijo que dejara de retener los sonidos, que estábamos solos y así lo hice, en pocos minutos él estaba de pie en la habitación, cargándome a mí mientras yo gemía en su oído, el metía y sacaba sus dedos de mí y yo hacía círculos con mis caderas mientras subía y bajaba un poco mi cuerpo para seguirle el ritmo a sus dedos.
Sebastián: Te veo muy cómoda, Pero yo quisiera avanzar a otro nivel, si tú quieres claro.
Estefany: (Aún gimiendo un poco) lo que tú quieras, amor.
En ese momento Sebastián saco sus dedos y los metió a su boca estando llenos de mis fluidos por haber llegado a mi límite.
Sebastián me acostó en la cama, se subió encima de mí y me comenzó a besar.
Estefany: ¿Dolerá?
Sebastián: Un poco si, Pero no morirás, solo déjate llevar sí.
Yo le hice caso y cuando él se levantó un poco lamió mi parte íntima y luego acercó su pene a mi vagina y comenzó a rozarlo, poco a poco lo fue metiendo y solo cuando introdujo un poco más que la punta a mí me comenzó a doler así que me aferre de las sabanas y me queje un poco fuerte, él se detuvo y cuando lo iba a sacar yo lo cubrí con mis piernas así impidiendo que él se preocupara por mi dolor.
Estefany: No te preocupes amor, si no duele hoy dolerá cualquier otro día, además lo estoy disfrutando, no te preocupes por mí.
Sebastián: ¿Estás segura? No quiero lastimarte
Estefany: supersegura amor.
Sebastián comenzó a meterlo cada vez más hasta introducirlo por completo haciendo que yo derrame un par de lágrimas, Pero después comenzó a besarme suavemente y comenzó a moverse para adentro y para afuera, cada vez más rápido haciendo que yo olvide el dolor y gima fuerte.
Después de media hora en esa posición Sebastián sale de mí y de un movimiento me levanta para luego ponerme en cuatro en la cama.
Sebastián toso su pene en mi vagina de nuevo y esta vez no puso límites en sus embestidas
Sebastián: Disculpa si te hago daño, Pero tenerte de espaldas y ver cómo tu trasero rebota me vuelve loco.
No podía responderle, no para de gemir y de pedirle más, me duele, pero la excitación es mucha más, después de unos 20 minutos de gemidos, rebotes y nalgadas Sebastián ya está llegando a su límite.
Estefany: Hazlo dentro de mí, quiero saber cómo se siente
No tuve que pedirlo dos veces, era obvio que él quería correrse dentro de mí y así lo hizo.
Sebastián: Te amo.
Estefany: Yo más mi amor