UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Ella comenzó a llorar por las duras palabras de Ever, se dio cuenta que ya no era el mismo hombre cariñoso que conoció, había cambiado mucho desde que se casaron, el al verla llorar se subió encima de ella y le dijo.

EVER: ¿Todo esto por s*xo? ¿Tan necesitada esta Dainis?

DAINIS: tienes días que no me tocas, que crees que no tengo necesidades.

El la miró con rabia y la besó bruscamente, le separó las piernas y con una mano apartó la panty, luego se posicionó y entró en ella, todo fue tan rápido e inesperado que ella solo pudo sentir dolor cuando entró sin ningún tipo de preparación, comenzó a moverse bruscamente encima de ella y le dijo.

EVER: ¿quieres s*xo? Pues tengamos s*xo.

Ella comenzó a llorar porque la embi*tió sin miramientos, ella lloraba y le decía que le dolía mientras la tomaba con brusquedad.

Dainis lloraba y le pedía que se detuviera, pero el noble hacía caso solo decía.

EVER: querías s*xo, es lo que te estoy dando.

Su mano libre retorció uno de sus p*zones dejándolos doloridos, le mordió el cuello sin ningún tipo de contemplación, Dainis gemia de dolor mientras él jadeaba de placer, emb*stió un par de veces más y lo sintió vaciarse en su interior, se acostó a su lado sin decir una sola palabra, ella se quedó quieta, no conocía al hombre que estaba a su lado, no entendía que lo hizo cambiar tanto, o tal vez era así y había camuflado su verdadera personalidad.

Dainis se quedo pensando un buen rato, después decidió ir al baño para darse una ducha, bajo la lluvia artificial lloró de impotencia, estaba confundida y quería que todo eso fuera una pesadilla, pero era consciente que estaba viviendo la realidad.

Después de desahogarse en la ducha, Dainis salió más tranquila y se acostó aún pensando en lo sucedido, pasó casi toda la noche despierta pensando y escuchando los ronquidos del hombre que la tenia desvelada por lo sucedido, como no podia dormir se puso a orar mentalmente hasta que se quedó dormida, por la mañana sintió cuando Ever se movió para desactivar la alarma, ella abrió los ojos y se acordó de lo sucedido, pero tenía una confusión, no sabía si todo había sido real o fue un sueño porque acababa de despertar, estaba casi segura que fue un sueño, una terrible pesadilla, pero en el momento se dio cuenta que no fue así, el dolor en su cuerpo era la prueba fehaciente de que todo había sido dolorosamente real.

Ella no se movió, permaneció quieta esperando a que se levantara e hiciera su rutina diaria antes de irse al trabajo, ella se sentía confundida, no quería pasar de nuevo por un episodio de esos, Dainis escuchó todos los movimientos que Ever hacía en la habitación, pero no, no se movió en ningún momento deseando que se marchara lo más pronto posible al trabajo.

Después de tanto esperar escuchó la puerta abrirse y después cerrar, se levantó un poco para confirmar si había salido, espero unos segundos sentada en la cama hasta que escuchó cuando salió el auto.

Dainis fue al baño, al entrar se miró al espejo y revivió todas las emociones que la azotaron la noche anterior en ese mismo lugar. Había llorado bajo la lluvia artificial silenciosamente, no sabe por cuánto tiempo, intentando de alguna manera borrar ese amargo y doloroso momento. Ella no podía creer que el hombre al que tanto había amado abusó de ella sin ninguna compasión, no podía comprender cómo logró dormir tan plácidamente después de lo que había hecho y más porque ella no conocía de él esa faceta violenta y egoísta.

Ella comenzó a bañarse, mientras lo hacía la azotó la incomodidad del dolor físico, se sentía adolorida, inflamada, y, sin embargo, podía dejar todo aquello en un segundo plano, lo que experimentaba iba más allá del dolor físico, era una opresión en el pecho que le impedía respirar, una mezcla entre decepción, tristeza y miedo.

En el transcurso del día Dainis estaba acostada en una hamaca en el jardín, se puso a leer un libro para distraerse, quería olvidar lo sucedido, intentaba no darle más importancia de la que ya tenía, pero todo estaba estaba ahí intacto; cerró los ojos como si con ese acto pudiera olvidarlo, pero era consciente de que era imposible, ella sabía que le llevaría días, meses, años o quizás nunca lo olvide.

A las 9 de la noche Ever llegó a su casa, Dainis salía del baño y escuchó la puerta de la habitación abrirse ella cerró los ojos con fuerza porque se dio cuenta que no lo queria cerca, un momento después sintió sus manos acariciando los hombros y a sus labios besaban su cabeza, ella permaneció quieta con su cuerpo tensionado esperando que algo terrible sucediera, ella sentía miedo, el no era el mismo hombre del que ella se había enamorado, ella se relajo cuando el dijo.

EVER: lo siento mi amor, lamento mucho lo que hice anoche, créeme que no sé lo que me pasó.

Ella al escuchar lo que le estaba diciendo tragó para desaparecer el nudo que tenía en la garganta y permitió que las lágrimas corrieran por su rostro, le dolía muchísimo porque no podía creer en ese arrepentimiento repentino, no sabía que pensar o creer, pero una vocecita en su interior, que quizá era la del orgullo o tal vez la razón que le aseguraba totalmente que quien ama no lástima.

Dainis sintió cuando Ever la atrajo a su cuerpo abrazándola, ella permaneció inmóvil asustada sin corresponder a su abrazo, el le dijo.

EVER ¿Puedes perdonarme, mi amor? Por favor, no sé qué me pasó, simplemente descargué contigo mi ira y sé que no estuvo bien, no sabes lo sucio que me siento.

El volvió a abrazarla y esta vez Dainis correspondió a su abrazo, lo hizo porque necesitaba creerle, porque en el fondo de su corazón guardaba la esperanza de que todo volvería a ser como antes.

Ella levantó la mira y se encontró con los ojos de Ever llenos de lágrimas, sintió en ese momento que él estaba siendo sincero y le respondió.

DAINIS: no vuelvas a hacerlo, porque no te perdonaré.

EVER: no vá a volver a pasar, te lo prometo.

El le dio un beso suave y delicado, un beso como los primeros que compartieron, sintio quebera el hombre del cual se habia enamorado, el la miró y le hizo saber saber lo arrepentido que estaba.