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FLAVIA, LA AMANTE EQUIVOCADA

FLAVIA, LA AMANTE EQUIVOCADA

Status: En proceso
Genre:Amor prohibido / Traición / Embarazo no planeado / Malentendidos / Reencuentro / Dejar escapar al amor / Mujer despreciada / Amante arrepentido
Popularitas:822.9k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Adriánex Avila

Con un gran y doloroso problema sobre sus hombros, Flavia es acorralada de nuevo, sin embargo, la gran confusión la sumergirá en un mar de sensaciones y dolor. El amor no siempre es claro, el amor es solo amor.

Como toda madre, su principal deseo es velar por el bienestar de su hijo, aun si tiene que hacer cosas que la degradarían a más no poder. Como aquel contrato que firmó, donde a cambio de salvar a su hijo, tendría que darse como pago. Volviéndose así en la amante de su benefactor.

Una vez acabado aquel acuerdo, ya no tendría nada que hacer como aquel hombre que devoró sin piedad todo su ser; sin embargo, la vida caprichosa tenía preparado otros planes.

¿Podrá su herido corazón tener espacio para volver a creer en el amor?

¿Podrá el destino apiadarse de aquella madre abnegada?

NovelToon tiene autorización de Adriánex Avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap. 24 Señora, párece, por favor

Flavia entró al lugar y se dio la vuelta para encarar la situación de frente.

—Señora Perla, sé que usted no me quiere y es recíproco, pero espero que sepa la razón por la que estoy aquí, no voy a dejar a mis hijos. Espero que Santiago se lo haya informado, no voy a permitir que Saúl o los Bebés salgan lastimados, esto tiene que ser una norma y es innegociable, así que espero que me haya escuchado bien, no voy a explicar sobre Santiago y nuestros hijos. No me interesa la opinión que tenga de mí, lo cierto es que espero que aproveche muy bien de sus nietos, en un año me los llevo y eso es todo — dijo la rubia mirándola con determinación y firmeza, pero lo que vino en ese momento no lo esperaba ni en su más estúpido, hilarante y lúdica epifanía.

Perla se acercó de repente, cayó de rodillas ante ella de forma pesada, aunque es una mujer delgada, el impacto en la cerámica fina produjo un golpe seco haciendo que Flavia se estremezca.

—Flavia Santino, lo siento tanto, yo…, yo fui injusta y despreciable, Flavia, lo que hizo Santiago, lo que te obligó a hacer para cancelar la cirugía. Es realmente despreciable, jamás me imaginé que llegaría a tanto, pero lo peor de todo, es que mis pensamientos y deseos hacia tu niño, hacia ese hermoso niño que nunca tuvo la culpa de nada, eran atroces. Quería pedirle a ese estúpido hijo mío que lo deje morir, que tú sufras por ser la amante de Mark, y descargué mi odio y malos deseos hacia ti y un niñito inocente, lo peor de todo es que te entiendo, estabas desesperada. Con el tiempo en contra y con la solución casi en tus manos hasta que llegamos para hacerte la vida más difícil.

—Flavia, entiendo que te hayas quedado callada, solo importaba Saúl y es así, una madre sólo ve por su hijo, así que solo quiero saber si en algún momento, si por alguna estúpida razón, llegaste a sentir algo por mi hijo, si no quieres no respondas, solo quiero saberlo. Debo castigarlo si fue así y aun así te lanzó lejos, quiero saber si de verdad no sabía que estabas embarazada cuando te fuiste, ya no confió en su palabra, no después de usarte de esa manera vil, no después de eso.

—Yo…, te pido perdón de su parte también, he criado mal a mi hijo, no le di los valores correctos, eso también es culpa mía —dijo Perla mientras se le traban las palabras por el llanto.

Flavia retrocede unos pasos entrando en angustia, ¿dónde estaba la arrogante mujer que había conocido hace tres años?, ¿quién era esa mujer que se ve tan humilde y devastada?

Pero Flavia se despabiló, ella no podía ser tan desalmada como ellos lo fueron con ella.

—Señora, párece, por favor, no…, no se ponga así, se está lastimando — dijo Flavia, mientras que Perla es levantada a regañadientes del piso, quiere que Flavia entienda su vergüenza.

—Flavia, me da tanta vergüenza contigo, tú…, nunca reclamaste, aguantaste en silencio solo con un objetivo, Saúl y su salud, debió ser difícil, tanta humillación…, tanta injusticia, tu pesar por tu niño enfermo, todo sobre tus hombros y sola, sola sin que nadie te brinde una mano para que te sientas mejor. Somos unos monstruos — Perla seguía diciendo mientras Flavia la lleva a la cama, sus rodillas están rojas debido al golpe, la hermosa rubia está segura de que se convertirán en unos moretones bastante notorios. Perla es del color de su nombre, y aunque ya tiene 53 años, es bellísima, no por nada su Santiago es muy guapo, y su hija, Sally, quien es la hermana menor de Santiago, es bella también como su madre.

—Señora, cálmese, las cosas fueron difíciles, creo que debemos calmarnos, después hablaremos de este tema con más calma — dijo Flavia, mientras sale y pide a una de las niñeras que le traiga un vaso con agua. la mujer se estaba ahogado en llanto, ver a Saúl fue un duro golpe que tuvo que controlar, pero estar con Flavia, entera, fuerte, se dio cuenta de que todo lo que decían de ella era mentira, Flavia no era una mujer sin moral o una amante cualquiera, ella era una sobreviviente. Ella era una luchadora, y que la familia Flabel tenía una deuda enorme con ella.

La niñera entró al cuarto seguida por Saúl quien al ver a Perla en llanto desconsolado se acercó a ella con sus hermosos ojos tristes.

—Abuelita, ¿por qué lloras?, ¿estábamos jugando felices? —dijo compungido haciendo que Perla trate de recomponerse.

—No, no es nada, solo que recordé algo muy triste y me puse llorona, la abuela ya se calmó — dijo abrazando al pequeño niño que tanto había odiado y solo era un angelito que nada tenía que ver con los demonios de los adultos.

Saúl miró a su madre con preocupación, quería ver si su mami también lloraba, pero la vio tranquila y firme, como siempre, una heroína.

—Mami, hay que ayudar a la abuelita a que no se ponga triste, iré a decirle a nana Glenda que ponga la mesa para almorzar, a mí me pone de buen humor comer rico —dijo tocándose la pancita imaginando el delicioso almuerzo.

Perla sonreía mientras lo miraba con dulzura, sus nietos tenían un buen hermano mayor, estaba muy feliz.

—Bien, creo que es hora de comer, ya es tarde, deberíamos ir a la casa grande a almorzar — dijo Flavia mientras toma a Saúl de la mano e invita a Perla haciendo un ademán.

Perla parpadeó un par de veces, parecía que Flavia no sabía nadar, así que decidió esquivar la flecha y hablar de eso más tarde, ya con verla menos desconfiada le bastaba.

—Flavia, querida, no te preocupes, vayan a almorzar que yo aquí tengo todo, solo deja venir a los niños más tarde, si tienes cosas que hacer, yo puedo ayudarte, puedes dejarme una tus niñeras para que me ayuden y te asegures de que va a estar bien — dijo Perla mientras que Flavia asiente. Aunque se vea tranquila, la hermosa rubia sospecha de que algo no está bien entre Perla y Santiago, cosa que era rarísima, Santiago era el hijo dorado de Perla, así que lo había dejado tener todo tipo de excentricidades, todo tipo de fobias absurdas y lo consentida en absolutamente en todo.

Pero ahora parece que no podían compartir la misma casa y solo espera que nada de lo que haya pasado tenga algo que ver con eso.

1
Melisuga
O enseñarles desde el inicio que se puede tocar y que no, como hizo mi Abuela Mima. En su casa jamás se movió un adorno de cristal, y ninguno de sus nietos o bisnietos tocamos nada, si no era para limpiarlos. Y tenía adornos de todos tipos, tamaños, colores y materiales.
Melisuga
¿Qué talle de imbécil usa Inés? ¿No se le ocurrió plantear en dirección lo que ocurría para tomar la mejor conducta, cualquiera que esta fuera, en favor del niño? Esa tiene de maestra lo que yo de cohete espacial.
Melisuga
También estaría bueno averiguar si con el resto de los niños es igual de preocupada.
Melisuga
Aleida es una gran amiga, de esas que te quieren tanto que te cantan las verdades sin pelos en la lengua y te acompañan en la destarrada que te das para ponerte las banditas necesarias.
Melisuga
Y el 'hubiera' no existe. Ella omitió su versión de la historia. Ahora no puede juzgara Santiago o a Perla por algo que es su responsabilidad y de nadie más.
Melisuga
¿Será el padre biológico de Saúl? Faltaría más...
Melisuga
Flavia tiene que sentarse con Santiago y hablar. Deben organizar ideas, aunar criterios y convertirse en una voz única de mando y educación para los niños.
Melisuga
Directo a la yugular denla bruja que quiere hacerse pasar por santa abuelita. ¡Bien por Flavia!
Melisuga
Parece que estás intentando hacer bien las cosas, Santiago. Esperemos que sigas así.
Melisuga
*opción
(autocorrector travieso)
Melisuga
Ya va a hacer todo de mala fe. Espero que, si pone una demanda legal, salga a la luz la forma en que trató a Flavia y cómo se deshizo de ella para que no pueda quedar como la víctima, que para nada lo es.
Melisuga
¿Quién habrá sembrado semejante idea en la familia? ¿De dónde salió la acusación de que Flavia era la amante del Sr. Mark?
Melisuga
Todas unas joyitas el Santiago y la Leonor.
😒😒😒
Melisuga
Apuesto a que a Leonor no le hizo lo mismo que a Flavia.
Marcela OrtegaTorres: me gusta mucho
total 1 replies
Esther Barillas
mori de la risa 😂
Zoraida Beatriz Pena garcia
Todas sus obras me encanta las he leído tanto q me las se completas admiro su manera de escribir y esta historia por cosas ajenas a ella no la había podido actualizar y yo estaba esperando paciente esto gracias Adri soy una fans de tus historias y tu narrativa bendiciones
Eliana Barraza navarro
Normal
Esther Barillas
yo creo q el verdadero papá de Saúl regresa
Maryuri Gutierrez
hola 👋 escritora ya había olvidado está novela y la razón es que no actualiza con frecuencia, porfa se más contaste para así no perder el hilo del trama que es bueno
Mariarodriguez Ballesteros
Muy malo
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