Amor A Conveniencia

-que haces tú aquí?- dije nerviosa.

-necesitaba hablar contigo- dijo Samuel

-por favor, déjame explicarte.

-tu y yo no tenemos nada que hablar, ahora sal, antes de que alguien nos vea y mal interprete todo.- dije muy nerviosa.

-victoria yo te amo, te juro que yo me iba a casar contigo, pero el papá de amaia me llamo.y me amenazó que no podía suspender la boda o me metería preso.- dijo con tristeza fingida.

-basta, ya no me importa tu vida, yo soy una mujer casada y tú también.

-victoria, Maximiliano te está usando, se caso contigo para cobrar su herencia.

-que?- dije sorprendida, pero el malinterpreto mi asombro.

-no te lo había dicho? el está jugando contigo, luego de tener la herencia de papá, te tirará a la basura

recobre mi postura, y me aleje de él.

-callate, tu eres el que menos debe hablar de botar a la gente como basura, o se te olvida lo que me hiciste? me engañaste y me abandonaste en el altar Luis Fernando.

-lo se y lo siento, tenía miedo de que Maximiliano me consiguiera, por eso cambie mi nombre, yo te lo iba a decir pero... Maximiliano rastreo a mi madre, y esa noche hablo con ella, le exigió que me.mandara de vuelta para que cumpliera mi promesa y me casará con Amaia, el no iba a permitir que ella sufriera, después de todo es su verdadero amor.

sabía que todo era una mentira, Maximiliano me había contado que no sabía de su boda, ni de su romance, pero Samuel era un buen actor, debía de admitirlo, por un momento había logrado hacer que quisiera matar a mi esposo, era tan buen actor, por eso había creído ciegamente en el.

-por que no me dijiste?, por qué me abandonaste!- era el momento de seguirle el juego.

-victoria, tenía miedo, Maximiliano es cruel y despiadado- tenía esa fama lo admito- nadie le lleva la contraria tan fácilmente.

-yo estoy casada ahora, Samuel, y tú también

-pero me divorciare para estar contigo- dijo acercándose a mi.

-yo ya no quiero estar con un hombre tan cobarde como tú- le dije con. desprecio, apartandolo y saliendo del baño

-tu eres solo mía victoria, el no puede tenerte- escuché que decía a mi espalda.

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MAXIMILIANO

victoria se había ido hace un buen rato, y poco tiempo después Samuel se fue tambien, habían pasado minutos que para mí habían Sido horas, y ninguno aparecía, comenzaba a impacientarme.

así que decidí salir a buscarlos, no tarde mucho en escuchar las voces en el baño, cuando camine dispuesto a entrar y partirle la cara a ese idiota, ví a victoria salir y lanzarse en mis brazos.

-no vayas a llorar- le susurre mientras la sujetaba con mis brazos.

-no puedo seguir aquí maximiliano.- dijo con la voz quebrada.

detrás de ella salió Samuel, que al principio se sorprendio de verme afuera del baño, pero al mirar a Victoria abrazada a mi su cara, cambio por completo

paso por el.lado de nosotros como alma que lleva al diablo, su enojo era palpable, y eso para mí era una gran satisfacción.

-podemos volver y pedirle a mi padre que nos disculpe.- le sugeri.

-prefiero hacerlo yo.

caminamos hasta la sala de reuniones Victoria entro y se acercó a mi padre.

-suegrito, no me.siento muy bien, déjeme llevarme la información y apenas tenga noticias le informo.- le dijo amablemente

mi padre fruncio los labios en una finca línea, y luego suspiro pesadamente.

-esta bien cariño, pero no te sobre cargues de trabajo- dijo mientras le daba un beso en las manos de Victoria.

tomamos las diferentes carpetas y nos fuimos.

-quieres comer algo?- le dije cuando ya estábamos en el auto.

-si, por favor

-bien, hoy nos vamos por comida japonesa.- conocia un restaurante que estaba cerca de la zona y cocinaban divino.

al entrar pude ver cómo muchos hombres volteaban a ver a victoria, lo que hizo que me molestará, no me gustaba que nadie más la mirara.

-deseas algo en especial de tomar?.

-un vino estaria bien.

pedi el.mejor vino, y espere que ella ordenará lo que deseara.

-yo quiero rame, de camarones.

-a mi me trae lo mismo, por favor.- le.dije al mesero, este anoto la orden y se fue.

-que paso en el baño?- dijo algo inquieto

-samuel se apareció, comenzó a pedirme perdón, que el papá de amaia lo obligó a casarse por negocios, que tú lo andabas buscando para que se casará con Amaia porque no ibas a permitir que tu amada sufriera por su culpa.- esto último note que lo dijo con molestia.

-todo es mentira, yo no sabía de su boda, hasta que me lo encontré el día del matrimonio, saliendo con una maleta del hotel, me dijo que se casará con ella, yo no tengo nada que ver ahí.

-que hacias tu ahí?- pregunto curiosa.

-Joshua conoce a alguien que vive cerca, la iba a convencer de aceptar el contrato para que se casará conmigo, pero ella no llego.

-y aparecí yo, en el momento preciso.

-eras mi ángel de la guarda.

-lo que me recuerda, Samuel sabe de tu herencia, me restregó en la cara que te casaste conmigo por eso, y que que me dejarías apenas te entreguen la empresa.

-si lo se, ese secreto se ventilo en mi familia, adelaida debió de escuchar mi conversación con papá, y sobre el otro tema yo no te dejaría, si tú no quieres.

-que quieres decir con eso?

-me gusta tu compañía victoria, si quisieras quedarte a mi lado, yo no me molestaría.

-esta insinuando que le gustó señor Singer?- dijo coqueta.

-solo dije que me agrada su compañía señorita, en ningún momento he dicho que me guste, además hacemos un buen equipo

-tomare eso como un: "estoy loco de amor por ti"- dijo divertida.

de pronto quedó en silencio y su sonrisa se borró.

-y si consigues a alguien con quién quieras formar una vida de verdad?

-te lo haré saber, y tú también harás lo mismo, seremos maduros y tomaremos la decisión correcta.- le asegure con tranquilidad.

jamás dejaría irte mi hermosa dama, aunque lo nuestro no sea cierto, sería feliz tan solo con verte dormir.