Renata, una joven de orígen humilde, con apenas 15 años de edad, tiene que enfrentarse a una dura realidad: la enfermedad de su madre. Mientras hace todo lo posible para enfrentarse a lo que conlleva ser novia de un chica que proviene de una familia con diferente clase social a la de ella, su corazón poco a poco se verá acorralado ante tantas emociones. Obligada a madurar de manera abrupta, Renata tendrá que tomar la difícil decisión de terminar su relación ¿Pero podrá escapar fácilmente de un amor castigado por las diferencias sociales?
NovelToon tiene autorización de Lucy Mom para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 24
Sentía un poco de nervios en mi mente solo estaba el hecho que a lo mejor habia leído mi carta pero en todo caso se hubiera esperado hasta por la mañana, no era de suma importancia o podía esperar no despertarme en medio de la madrugada. Con el sueño que me he mandado ya que en el confinamiento el colchon no era muy cómodo pero sin embargo se podía descansar pero nada como el colchon de mi cama.
Alexander se detuvo, al momento que igual lo hice.
- Renata, sea lo que sea que te diga tú solo di la verdad.
- Si no te preocupes, veré de que manera no salgas perjudicado y tampoco Elena.
Estabamos llegando a su oficina empezando a sentir un poco de nervios, no se si era por lo que me fuera a decir o por verlo. Tantas cosas que se han dicho de él que no se que pensar quizá ya hasta miedo me puede dar, ya mas de un mes que no lo veía hasta ahora. Tampoco supe nada de él durante este tiempo asi que no creo que sea nada bueno lo que me vaya a decir.
Alexander abrió la puerta dándome paso. Tome un respiro profundo cuando entre mirando a Gerard con esa mirada que no podía interpretar, en seguida mi mirada se fijo en la de él. Era una mirada muy encantadora y suave, pero no sabia que esperar. Trague saliba al mirarlo cuando no apartaba su mirada en mi. Él me sonrió.
Alexander: Pasa Renata.
Giré mi cabeza mirando a Alexander, deseando que se quedara a mi lado, mi corazón empezó a latir de manera que nunca me habia pasado, estaban los dos tanto Gerard como Bastian sin apartar la mirada.
- Hola!
- Hola Renata. Gerard nos dejas solos por favor.
Gerard se levanto de la silla donde se encontraba pasando a mi lado, me seguía con la mirada al igual que lo hacia pero rápido mi atención se fue hacia Bastian que se veía sumamente guapo, no se si era por que aun andaba medio dormida o por las luces pero se veía bastante bien.
- Me vas a mandar a confinamiento.
- Por que habría de hacerlo? Has dado motivos?
- No. Solo que se me hace raro que estes aquí a esta hora y me hayas mandado a llamar.
Bastian me hizo señal para que me sentara cosa que hice rápido por que no quería terminar regañada o interrogada por lo que habíamos estado haciendo con Alexander, Elena y Yo.
Se levanto de su silla acercándose un poco donde me encontraba se apoyó en el escritorio sosteniendo su cuerpo con sus manos en el escritorio, podía mirar sus musculos que se marcaban en su camisa blanca de manga larga, eso era fácil de deducir que hacia ejercicio aunque nunca se le ha visto sin camisa.
Rapido negué con la cabeza para que esa imagen de él se fuera de mi cabeza.
- Renata, no se como decirte esto.
- Leiste mi nota.
- Si, si la he leído, pero no de eso quiero hablar.
- Estaré mas tiempo de lo que me han dado?
- Renata escucha.
Me quedé callada mirándolo, lo cierto es que me tenia con los nervios de punta al no saber de que se trababa de lo que me hablaría.
- Me llamaron, por…
(Escuchen: Carla Morrison- Sin despedir)
Bastian se separo del escritorio poniendose de cuclillas frente a mi, tomo suavemente mis manos, mi cuerpo sintió una electricidad causando que se me erizara el cuerpo, observaba sus ojos verdes tan cerca, que pude mirar cierta tristeza en su mirada, aunque no sabia si era por mi o por algo mas.
- Me llamaron, dejamos mi numero para cualquier información que quisieran hacer llegar para ti. Amm, Renata, necesito que seas fuerte, se que aun eres muy joven para entender las cosas.
- Se trata de mi mamá.
- Si.
- Se puso mala?
- Hay Renata.
- DIME!!
- Falleció tu mamá.
Sentí como un balde de agua helada habia caido encima de mi, no podía respirar en lo mas mínimo, baje mi mirada sintiendo como mis ojos empezaron a llenarse de lagrimas, para sentir como Bastian me soltó las manos se levantó mirándome con tanta tristeza, lleve mis manos a mi rostro tapándome para que no me viera.
Negue con la cabeza una y otra vez, a mi corazón le habían dado una puñalada terriblemente que no podía soportar el dolor, empecé a llorar como magdalena, negaba con la cabeza.
- No, mi mamá no… Por que mi mamá… NOOOOOO!!
Me levante empezando a golpear a Bastian en su pecho tan fuerte como podía, quería desquitarme con todos, con todos… con todos. Bastian agarro con fuerza mis manos atrayéndome a su cuerpo… Me rodeo con sus fuertes brazos, pase mis manos por su cuerpo apretando con fuerza correspondiendo su abrazo.
- Tranquila Renata! Shh.. shh.. Tranquila.
- Mi mamita! Nooo.
Empece a querer safarme de su abrazo pero él me sujeto con tanta fuerza, que poco a poco sentia como perdia fuerza, empezando dejar caer mi cuerpo, pero Bastian estaba conmigo asi que los dos terminamos en el piso. Él con toda su fuerza me tenia hacia su pecho donde podía escuchar el palpitar de su corazón lleno de vida. Pasaba su mano por encima de mi cabello para poder hacer que me calmara.
Eramos él y yo en este momento, podía sentir el aroma de su perfume y el calor de su cuerpo, cerraba y abría mis ojos sin poder contener mis lagrimas, no quería que me soltará parecía una niña chiquita en los brazos de un hombre que me daba su apoyo y su protección. Me sentia morir, no me podía creer lo que me estaba pasando. Primero Samuel ahora mi madre quien seguiría quien mas faltaba para terminar quebrándome por siempre.
- Renata, tenemos un permiso especial para que puedas asistir al funeral de tu madre.
Me aparté de él, mirándolo, mis lagrimas caian sin poder contenerlas, él paso su dedo gordo apartando mis lagrimas.
- Eres hermosa Renata!
Nuestras miradas se conectaron de una manera que no me explicaba lo que me hacia sentir en este momento, tampoco me esperaba esas palabras y menos de él. Lo mire fijamente estábamos a una distancia demasiada corta…
Bastian me tomo de los brazos levantándome dejándome de pie. El negó con la cabeza alejándose rápido de mi, me entrego el documento donde teníamos el permiso.
- Amm, tenemos que irnos. Ahí te dejo ropa para que puedas cambiarte. El baño esta en ese lugar.
Bastian me señalo donde estaba la ropa y el baño y salió sin decir ni una sola palabra mas. Entre lagrimas tome la ropa que me habia dicho, lo levante mirando un hermoso vestido para la ocasión en color negro. Camine hacia el baño abri rápido para cerrar la puerta detrás de mi.
Sentía un montón de cosas en este momento, el dolor terrible de que mi madre ya no estaba mas en este mundo, un dolor que no se lo deseaba a nadie por muy mala que fuera la persona no se lo deseaba para nada, empecé a quitarme el uniforme dejando que cayera al piso, la levante doblándola muy lentamente, no tenia ganas de hacer absolutamente nada.
Me mire frente al espejo, mis ojos estaban super rojos de tanto llorar y mas que nada por el sentimiento del por el cual eran mis lagrimas. Empecé a ponerme el vestido, se sentía la tela super suave, era muy bonito a pensar de ser en color negro, nunca en mi vida me había puesto un vestido de este tipo, se notaba que debía costar demasiado. Termine de ponérmelo y Sali del baño. Me senté esperando a Bastian, me imagino que él igual se habia ido a cambiar.
Bastian:
Santos cielos que estuve apunto de hacer, negaba con la cabeza una y otra vez, jamás podría dejar de perder el control en la situación…
Entre a la oficina de Gerard, él levanto la mirada quedando mirándome como extrañado en la forma que entre.
- Ya le dijiste?
- Si.
- Como lo tomo?
- Tampoco saltó de felicidad.
- Y tu?
- YO QUE?
- Nada, tranquilo, solo quería saber que todo esta bien.
- Lo está. Debo cambiarme.
- Te hubieras cambiado allí.
- ESTAS IMBECIL O QUE? ESTA ELLA AHÍ!
- Tranquilo Bastian, es solo para que tranquilices pero veo que estar cerca de Renata te alterma mas.
- NO DIGAS IDIOTECES.
- Bueno toma mi oficina ya me voy a casa. Mañana tengo que pasar al despacho ya estando aquí podre seguir con los demás casos.
Tenia de todas maneras que esperar a que Renata terminara ya que mi ropa la tenia en mi oficina, me sente frente a mi oficina, mirando que ella apenas salia del baño con el vestido ya puesto, desde lejos mire que se sentó en el sillon. Tome un gran respiro tan profundo.
- Andando Bastian que la niña te espera.
- Callate! Ya vete si te vas.
Gerard salió riendo, claro que se imaginaba lo que pasaba, me levante para ir a mi oficina.
***No se les olvide dar me gusta y seguirnos para mas capítulos
mi instagram: lucymomhistorias***
Renata
Bastian