Beatrice es la hija de una joven venezolana de clase alta que fue excecrada de su familia por salir embarazada de un joven extranjero a quien consideraban que no estaba a la altura de su status social. Ella creció sintiendo resentimiento por el hombre que la enjendró y cerró su corazón al amor, su único objetivo será vengarse de quienes condenaron al dolor y la desidia a su madre.
Davide es un turista italiano aventurero que queda prendado de la belleza de Beatrice y se plantea conquistarla para una aventura, sin saber que un accidente uniría de distintas formas su destino.
Vendetta es la confluencia de distintos aspectos de la vida, traición, dolor, sentimientos de venganza y amor, con un punto muy común en la sociedad venezolana y que muestra la realidad de dos culturas que a lo largo de la historia han interactuando.
¿Habrá una verdad oculta en su origen?
¿Conseguirá el italiano la atención y el amor de la venezolana?
¿Hasta donde los llevará la venganza?
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Plan de conquista
VIRGILIO
Chiara entra a mi despacho y se sienta frente a mí - ¿podemos hablar?
- por supuesto, ¿qué ocurre? - pregunto.
- Me preocupa Beatrice - dice tomándome de las manos - está sólo concentrada en la sua vendetta (su venganza), y está dejando de vivire.(vivir)
- Ella está en todo su derecho de querer vengarse - digo un poco a la defensiva, está es nuestra guerra, mía y de mi hija, solo quien ha vivido el infierno al que nos condenaron pueden opinar - Comprende que nos robaron la vida, yo también quiero vengarme, yo también tengo odio corriendo por mis venas, yo también quiero cobrarles la vida de Alma - digo de manera enérgica, pero ella continúa, en el mismo tono suave que ha utilizado desde que entró por la puerta.
- Lo so molto bene, (lo se muy bien)- continúa de manera atropellada y mirándome a los ojos - pero ella es joven y a ninguno de los dos le hace bien esa actitud, entiendo que quieran hacer justicia y yo misma estoy dispuesta a ayudarlos, pero no por eso deben abandonar el disfrutar de otras cosas.-
Quedo con la mirada perdida reflexionando en sus palabras, mientras ella se levanta para salir del estudio, entonces, deteniéndose en la puerta me dijo algo que terminó de enajenarme. - Sabes que todas las enfermedades están ligadas a las emociones, y los sentimientos de ira y odio, son los padres del cáncer, sin contar con la infelicidad. ¿Crees que Alma aprobaría esto o quisiera que fueran felices?...
BEATRICE
Davide ha estado extraño, algo misterioso, hoy vamos juntos a la oficina, el manejando su Maserati y yo en el asiento del copiloto, de pronto me pregunta si conozco el lenguaje de las flores, le respondo que no y me extiende un paquete envuelto para regalo. - Esto es para ti,- me dice a lo que yo le agradezco y abro para encontrarme con un libro del significado de las flores de Charlotte de Latour, le agradecí no sin antes dejarle en claro que no necesitaba hacerme regalos.
- Si será necesario - susurra sonriente más para sí, que para mí...
DAVIDE
Llegamos a la empresa y voy tras de la mía regina, (mi reina) no puedo perderme su cara. Estoy detrás de ella cuando abre la puerta de su oficina quedándose inmóvil mientras mira el arreglo de rosas y lirios blancos que le envié, claro que no podía faltar un pequeño recordatorio del día en que sus labios fueron míos, sé que la había besado antes, pero fue en el viñedo dónde sentí sus labios como míos; por eso ordené que al arreglo le colocarán un racimo de uvas.
- Así, como esas flores, son mis sentimientos hacia tí - le dije acercándome a su espalda y susurrándole al oído mientras dejaba un beso en su cuello, entonces la dejé sola antes de que pudiera reaccionar, esta será la primera de muchas sorpresas, tengo claro lo que siento por ella, la quiero en mi vida para siempre.
BEATRICE
Davide hoy si que logró descolocarme, al ver el arreglo floral supe que eran de su parte, pero no pude reaccionar, para cuando me habló con esa voz tan suave y grave ya mi corazón estaba desbocado, pero ¡Dios mío! Ese beso en mi cuello, mandó miles de sensaciones por todo mi cuerpo, me erizo desde mi cabeza hasta el más mínimo rincón de mi piel, mi cuerpo parece reclamarlo, pero mis miedos atacan.