Nicol Andrade, chica de 20 años de edad es obligada a casarse con un hombre que ella no conoce, la chica solo vive con su madrastra que lo único que a hecho es tratarla como una esclava, la vanidad de su madrastra por querer dinero la obliga a casarse, por más que Nicol le suplico piedad, su madrastra lo que hizo fue maltratar a la chica para que sintiera miedo y fuera obediente, Nicol Andrade no tiene a nadie más, literalmente a nadie solo a su madrastra
Por una suma alta de dinero Nicol se casó con Scott Hamilton, tanto fue su desgracia que ni tan siquiera conoce a su esposo, simplemente firmó sin saber quién era ese hombre al que ahora ella le pertenece
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capitulo 20
—lo lamento— dijo Scott y la hace aun lado, ella se pone triste y mira como Scott busca su celular móvil en el bolsillo de su pantalón
Scott hace un gesto de desagrado.
—¿Pasa algo?— preguntó ella
—solo no hables— ordena él, y luego contesta la llamada
—¿Bueno?
—¿¡Dónde estás!?, Estoy preocupada por ti mi amor, cómo es posible, ¿Te pasa algo? ¿Estás en algún hospital?, Dímelo que yo voy por ti cielo— habla Alexa entre llanto.
Algo que no pudo evitar Scott, es que Nicol escuchará las voz desesperante de Alexia.
—estoy bien, ahora regreso a casa— dijo él suavizando su voz y mira a Nicol, puede ver la decepción en el rostro de ella.
Scott cuelga la llamada.
—tu...— él fue hablar, pero ella lo interrumpe
—entiendo.— se limita a decir Nicol y luego agarra la sábana y se arropa completamente
Scott cierra y abre los ojos llena de frustración.
Él se empieza a vestir rápidamente y luego mira una vez más a Nicol, pero luego se marcha y muy furioso.
Al llegar al auto, le da una patada a la llanta y luego se sube y cierra la puerta de un portazo.
—tiene quien lo ame— susurra Nicol y llora en silencio
Scott sabe que le hace daño fumar cigarro, pero lo hace, el fuma uno tras otro mientras maneja a casa, pero al llegar puede ver que la luz de la habitación donde duerme Alexia está prendida, él no sintió ánimos de bajarse y escuchar los reclamos de ella.
Él se fuma otro cigarrillo y luego se marcha, elya está amaneciendo y prefirió irse a la empresa así como está, allí tiene su baño privado y se podrá asear, otra cosa que hizo fue apagar su celular móvil.
Siendo las 7 Am, tocan la puerta de la oficina de Scott.
—adelante— dijo este sin dejar de escribir en su laptop
—buenos días jefe y amigo, ¿Cómo estás?— pregunta Miguel y toma asiento.
—no muy bien— responde Scott sin ánimos.
—es notable, ¿Por qué no le contestas a Alexia?, La pobre mujer estuve llamando preocupada por ti— dijo Miguel fijando su mirada en Scott
—quería estar solo— responde Scott
—amigo, Alexia es la mujer que siempre has amado, ella está dispuesta a todo por ti, deberías divorciarte de Nicol.
Scott se queda en silencio.
—ella, el día de ayer hizo una cena especial para ti y la dejaste en espera
—¿Cómo lo sabes?— lo fulmina Scott
—fui ayer por la noche... Para ver si algo le hacía falta y estaba muy animada haciendo la cena, es una niña que jamás se ha enamorado Scott, ¿Que piensas hacer si ella se enamora de ti?, Aunque ya debe de estarlo.
Miguel cruza sus manos.
—ella sabe que no debe hacerlo— Scott siente ganas de fumar
—te recalcó que es una niña amigo, ella no es como tú y yo, personas maduras que han recorrido la vida, ella no sabe controlar sus sentimientos y ayer pude notar que esa niña está enamorada de ti— Miguel mira fijamente a Scott
Scott Hamilton se quedó pensativo, recuerda cómo ella se entregó a él en la madrugada, la sonrisa de ella, gemidos y aquella mirada inocente y perversa.
—¿En qué piensas Scott?— pregunta Miguel algo molesto
—nada importante.
La puerta de la oficina se abre de par en par.
—Resulta que tengo que venir por mí hombre, ¿Acaso no tienes consideración de mí?— preguntó ella algo enojada.
—los dejo solos— dijo Miguel y se coloca de pie
Scott suspira.
—tengo mucho trabajo Alexia, espérame en casa y hablamos
—no!, Yo soy tu mujer y tú eres mi hombre Scott Hamilton, en este momento me vas a decir que está pasando, por qué no merezco que me mientas, pensé que mi llegada te iba hacer feliz pero no, resulta que me despierto en la madrugada y mi hombre no está ¿¡Qué está pasando contigo!?— habla exaltada Alexia.
Scott le propina un fuerte puño al escritorio y ella pegó un brinquito del susto.
Este se coloca de pie muy enojado y cuando fue a decirle algo, pero un fuerte dolor en su pecho lo hizo callar, este coloca su mano derecha en su pecho y hace un gesto de dolor que no puede aguantar, Scott cae al suelo.
—¡¡Scott!!— grita ella fuertemente y eso alerta a Miguel, que iba pasando y lo escucho, este entra.
—¡Hay que llevarlo a la clínica!— dijo Miguel y lo ayuda a levantar —respira lentamente Scott no te asustes que puede empeorar— Miguel sale con Scott Hamilton para caminar al ascensor, pero para Scott todo se tornó oscuro y se desmaya.