La Villana Es La Santa

Había pasado un mes desde que Lukas se marchó para investigar aquel Condado, debía estar en secreto ahí por lo que no se comunica con Alexa y es lo mismo para Alvis, la albina sabe que es por el bien de misión, pero Anna luce más nerviosa, ya que ese tipo de misiones también eran peligrosas.

- no se como le hacen las mujeres que se casan con los caballeros del palacio o guardias de alguna casa...espero que se encuentren bien.

- lo están, te aseguro que esas mujeres también se ponen nerviosas, pero saben, que ese es el trabajo de sus esposos.

- tú te ves tan tranquila...¿no te preocupa el joven Duque?

- me preocupa, pero confío en que volverá.

Alexa juega con el anillo que lleva en el dedo, claro que esta preocupada por él, pues depende solo de su habilidad de pelea y no tiene magia, solo espera que el hechizo de protección que uso en ellos funcione, un hechizo que les ayudará en caso de que estén en peligro mortal. Alexa sigue con sus deberes, pues el templo va oficiar la ceremonia de la difunta concubina, la cual será nombrada reina, además del nombramiento del Duque De Angelis como heredero.

- el Duque De Angelis es muy guapo, lo vi una vez.

Anna deja salir un suspiro, ella misma se atrevería a decir que quizás ese Duque es el más atractivo del reino, su esposa si que tiene suerte.

- lo es, pero tiene esposa, así que no tienes oportunidad.

- lo se, los vi en una ocasión y se nota que se quieren mucho.

- vaya que estás informada, pobre sir Alvis, el en una misión y tú pensando en otro.

- con sir Alvis no tengo nada...aunque se haya propuesto, no se...me gusta, pero...

- temes que él te deje por otra. No creo que él te este engañando, dale la oportunidad, hazle caso a esta santa.

- claro, la santa...

Menciona Anna con burla. Más tarde Alexa debe ir a cumplir con sus deberes, ya se esta acostumbrado a ello y a sus poderes, gracias a Mariel que la ayuda ha aprendido a usarlos correctamente. Dos días después, Anna va en busca de Alexa, diciendo que Lukas y su escuadrón han regresado, que se han ido al palacio, al parecer habían logrado capturar a los líderes de la organización y habían rescatado a muchos prisioneros, Alexa se alegra al saber que han vuelto, pero no puede ir al palacio, todo eso, es algo que debe arreglarse con el rey, pero envía a un mensajero para decir que la santa estaba dispuesta a acudir al palacio a sanar a todo aquel herido o enfermo, pues si han rescatado gente, están deben de estar muy mal, por lo que ordena que se preparen comida y que tengan lista una zona con habitaciones disponibles, para que dichas personas puedan descansar ahí, por el momento esa gente necesita un sitio de confianza y que les haga sentirse con paz, por lo que el templo es el sitio adecuado; después de dos horas, el mensajero regresa, para decirle que el rey ha aceptado su ayuda, así que la albina se prepara, ordena que le sigan varios carruajes para transportar a esas personas. Al llegar es recibida por las doncellas del palacio quienes le indican donde ir, las personas rescatadas estaban en el gran salón, donde eran atendidas y les daban de comer.

- escuchen todos, mantengan la calma, la santa ha venido a sanarlos y a ofrecerles refugio en el templo.

Aquellos que sabían de la santa estaban felices, otros confundidos, pues eran de otros reinos o países, así como también llevaban tiempo encerrados en dicho sitios, Alexa hace lo suyo, hace pasar a los que tienen heridas más graves primero, era terrible ver en que condiciones estaban esas personas, habían niños, mujeres, incluso hombres jóvenes y mayores.

- tu prometida esta en el palacio.

Menciona Alvis a Lukas, quien va saliendo del salón de conferencias. Lukas ya se imaginaba que Alexa acudiría a ayudar a esa gente.

- hay que dejarla hacer su trabajo. Lo que te encargué.

- esta hecho, ellos están bien, me dejaron llevarlos a casa y están siendo atendidos.

- bien, iré primero, cuando ella acabe, llévala a la mansión.

Lukas se retira y Alvis va hacía el gran salón para esperar a Alexa, notando que Anna también estaba ahí, ayudando a repartir comida a las personas. Al terminar Alexa las curaciones Alexa se asegura que esa gente sea llevada al templo para descansar, después serán entrevistadas para saber de donde vienen y poder devolverlos con sus familias.

- lady Alexa, lord Lukas me pidió que la lleve cuando acabe.

- hola sir Alvis. De acuerdo, iremos al templo, cuando acabe iré contigo.

- de acuerdo, la veré en el templo.

Alexa sigue su camino vigilando que todos suban a los carruajes.

- el joven Duque esta ansioso de ver a su amada...

Anna se había acercado a Alvis mostrando una sonrisa burlona.

- no es eso...por ahora no puedo decirle.

- no hace falta, solo espero sea algo bueno y no que quiera romper el compromiso, porque si no, yo lo golpeare.

- nada de eso, le aseguro que es son buenas noticias.

Todos son llevados al templo, con ayuda de las doncellas del templo, las personas son asignadas de a 3 en cada habitación, aunque eran muchas, así que usan el salón principal para acomodar algunas camas y que puedan descansar ahí. Alexa dejo instrucciones y fue en busca de Alvis, ya que parecía importante ir con él; Alexa sube a su caballo, para seguirlo hasta la mansión Bianchi.

- ¿aquí? Solo espero que no sea una fiesta, no es el momento.

- es algo importante lady...venga.

Ambos entran al lugar, Alvis la lleva hasta el segundo piso, llegando a una habitación, donde toca diciendo que ya había llegado, Lukas permite el paso y cuando Alexa entra, se sorprende de ver que en el sofá había una pareja sentada, que al verla se ponen de pié, Alexa miro a la mujer, era casi una versión mayor de ella y el hombre tenía el cabello negro canoso y era de ojos idénticos a los de ella.

- Conde, Condesa...ella es, Alexa Bianchi su hija.

- Alexa...mi niña...

Ambos comienzan a llorar y se acercan hasta Alexa para abrazarla, Alexa estaba quita y sorprendida, significaba que los condes no habían muerto, eso quiere decir que en la historia original, Alexa murió sin saber que ellos vivían y que probablemente al no ser rescatados, ellos murieron encerrados como esclavos. Alexa corresponde el abrazo e incluso sus ojos dejan salir un par de lágrimas, quizás eran solo los sentimientos de la verdadera Alexa saliendo a flote.

- el joven Duque nos contó todo, lamentamos tanto que hayas tenido que sufrir.

- no es culpa de ninguno, no tienen porque disculparse.

Lukas le explica que los hombres que capturaron confesaron que fue Omar Bonnet quien pidió que se los llevarán, incluso su última orden fue que hicieran lo posible por encontrar el sello de la familia, pero no hicieron nada al saber que Omar fue encerrado.

- aún así ya habíamos perdido la esperanza de ser libres.

- ya no tenía caso, la última vez nos habían dicho que nuestra hija estaba muerta. Solo me quería morir.

La condesa se limpia las lágrimas, no puede evitar llorar del solo recordar como se lo habían dicho, esos hombres se burlaron de ellos. El conde abraza a su esposa.

- lo importante es que están vivos, no sufran por lo que ha quedado en el pasado.

Alexa sujeta una mano de ambos y las coloca entre las suyas. Ambos pueden sentirse en completa paz y dejan salir un largo suspiro de alivió.

- este chico ha dicho que se casarán.

La condesa levanta la mano de Alexa para ver el anillo.

- si, no porque nos hayan comprometido de pequeños, es porque así queremos.

- me alegro mucho, incluso esta casa, será su hogar.

- respecto a eso, no puedo dejarlos sin su casa, me encargaré de buscar una para Alexa y yo.

- no, nosotros tenemos una en el campo, queremos vivir ahí, quédense con esta.

Menciona el conde. Alexa y Lukas se miran entre si, pensaban negarse pero la condesa insiste en que lo acepten, por ahora ellos solo quieren vivir con tranquilidad, después de todo lo que han vivido. Charlaron hasta tarde poniéndose al día, mientras que Lukas se retiro a dormir en una habitación de invitados, aún no están casados y no quiere que los padres de Alexa le regañen por verlos en la misma habitación; ya era tarde cuando siente que alguien lo abraza por la espalda, eso le hace sobresaltarse y se gira.

- lo siento te asuste...puedes seguir durmiendo.

Ya que el chico se había girado, sigue abrazada a él.

- e-esto...tus padres están en la casa.

- esta bien, me iré antes que despierten.

Lukas iba a protestar, pero mejor no dice nada, solo la abraza, pues llevan tiempo sin verse y dormir con ella entre sus brazos es reconfortante.