La Venganza De Un Marido.

_ Eres una maldita rata asquerosa_ estalló James al ver la cara de Casandra_ Cuando te pedí que te casaras conmigo, lo hice porque a diferencia de tí, yo todavía mantengo algunos principios Casandra. Cuando estuvimos juntos la primera vez en el baile de máscaras, tú eras virgen y de alguna manera me sentía en la obligación, por muy culpable que tú fueras, yo también tuve responsabilidad en el acto, al no parar cuando estuve a tiempo.

_ James... dijo Casandra.

_ Cállate! No quiero escucharte! Eres una mujer avariciosa, eres un ser repugnante, manipulas a la gente para conseguir lo que quieres_ le reprochó con amargura_ Pero ya me aseguraré de que no quedes libre de mí, jamás te daré el divorcio Casandra no volverás a hacerle esto a otro hombre, te quedarás casada conmigo encerrada en la mansión Jones, te quedarás en Snowfiel a mi lado_ anuncio antes de meterse en el baño.

Casandra enterró la cabeza entre las almohadas y lloro en silencio por ser tan tonta. Por un instante se había sentido feliz cerca de James.

Finalmente él salió del baño con una toalla alrededor de la cintura y otra sobre el cuello, y con una expresión dura en el rostro.

_ Nos vamos en una hora_ le dijo sin mirarla a la cara, y luego salió de la habitación dando un portazo.

James se mantuvo distante durante el vuelo. Casandra se sentía fatigada, se había sentido mal durante todo el trayecto en helicóptero, y la larga espera en el aeropuerto no había mejorado las cosas.

_ Me gustaría ir a visitar a mis padres_ musitó la joven.

James se hundió en el asiento ignorando sus palabras, pero de pronto se inclinó hacia adelante.

_ Quieres ir a regodearte? Ha presumir que atrapaste al pez gordo?_ dijo él sarcástico.

_ Quien sabe..._ contestó Casandra cansada.

_ Esa ha Sido definitivamente la gota que ha colmado el vaso_ dijo James_ No harás nada sin mi permiso antes. Entendido? Además habrá compromisos que como señora de Jones tendrás que asumir.

_ Bueno, ya basta!_ gritó Casandra sentándose frente a él_ Deja que te diga algo: No eres mi dueño y yo no soy un objeto al que has comprado. Soy tu esposa no tú marioneta, y tendrás que empezar a respetarme.

_ Siempre supe que mi gatita tenía garras filosas, veremos quién tiene la última palabra_ dijo él y cerro los ojos.

Casandra se quitó los zapatos y dobló las piernas. No tenía energías para seguir discutiendo en ese momento. James, en cambio, no parecía ni cansado ni tenso, aunque su aspecto ya no era inmaculado. Se había soltado el nudo de la corbata y desabrochado los primeros dos botones de la camisa. Estaba devastadoramente sexy y atractivo.

_ Por qué me estás mirando de ese modo Casandra?_ dijo James sin ni siquiera haber abierto los ojos.

La joven se sobresaltó y se ruborizó al mismo tiempo.

_ No se de qué hablas, ni siquiera te estoy tomando en encuenta_ mintió ella

James sonrió sin abrir los ojos, y se amoldó más en el asiento.

Entonces Casandra comprendió que, dijera lo que dijera, siempre saldría perdiendo. James la había amenazado de miles de formas. Se sentía atrapada.

Es que no lo encuentras mágico?_ preguntó James mientras el coche se detenía en la entrada de la mansión Jones.

Casandra levantó la vista sobre la gran arquitectura, las luces iluminaban la oscuridad, las decoraciones navideñas, la nieve cayendo, era el cuadra perfecto de una blanca navidad. Solo faltaban dos días para noche buena y ya se sentía la magia en el ambiente, aunque no lo reconociera en voz alta, estaba feliz de estar de vuelta en Snowfiel, echaba de menos el paisaje, a su familia y a su jefa de la tienda de libros.

_ Por qué nos debemos aquí?_ dijo ella.

_ Es dónde viviremos_ le respondió él.

_ Pero no puede ser...! _ tartamudeo la joven_ Viviremos en la casa de tus padres?

_ Soy un Jones Casandra es lógico que viva en la casa Jones_ dijo James con fastidió_ Además tengo un piso privado o que esperabas... Ya! acaso esperaba que te comprara una casa?

_ Desde luego que no... Es solo que..._ James la urgió a entrar.

El espectacular vestíbulo tenía el techo lleno de luces y adornos alucivos a la época de navidad. Casandra se quedó inmóvil y agradecido el calor que había dentro de la casa por lo que se quitó su recién adquirido abrigo.

_ Vaya! Es tan inmensa..._ Exclamó emocionada.

_ Sí, mis antepasados mandaron a construir un pequeño palacio, cerca de los viñedos, para que se convirtiera en el emblema oficial de la familia, un lugar donde pudieran estar todos los Jones_ le respondió James.

_ Pequeño!_ Exclamó ella con los ojos muy abiertos.

Había soñado toda su vida con entrar a ese lado de mansión, se sentía como una princesa en un castillo. A James casi le pareció divertido su expresión de asombro.

_ Casandra quiero terminar de llegar, después exploraras la casa. Igual tendrás mucho tiempo libre para hacerlo_ dijo él con sorna.

_ Cállate James! No me arruines el momento_ dijo ella negándose a qué él la intimidara.

_ Tienes hambre?_ preguntó entonces James.

_ Esperas que aquí también sea tu sirvienta_ gruño la joven a la defensiva.

_ No, Casandra; aquí contamos con sirvientes_ dijo él_ Ya veo que no eres la típica ama de casa_ se burló él.

_ No tenía planes de casarme tan joven, y no podría comer hoy, ni que me obligarán_ le respondío la joven.

_ Bueno, entonces te enseñaré nuestro nido de amor_ dijo él sarcástico.

_ Si. Gracias, que generoso_ se burló ella.

_ Bueno... está no ha sido la más feliz de las bodas_ concedió James_ Pero estoy seguro de que sabrás superar un comienzo difícil. Después de todo, esposa mía, yo estoy preparado para mostrarme generoso contigo.

_ Generoso? A qué te refieres con eso _ dijo ella confundida.

_ Estoy dispuesto a darte un millón de dólares, si tú me satisfaces en todo. No soy un completo bastardo, aunque haya gente que lo crea. Pero soy escrupolosamente justo en mis tratos.