Mi Hermano Me Odia

Narra Stephen 

No se porque ... Pero aquí estoy .... Frente a aquella puerta, con un nudo en el pecho, una parte de mi cuenta que me queda, que la pase a ver, que la cuide, que este para ella, pero otra me dice que me valla, que no tiene porque estar aquí, que la deje sola.

Detrás de ella .... Se encuentra la asesina de mis padres, mi hermana.

—Se nota que la odias ... pero ... ¿me dirás el por qué?—Justin me saca de mis pensamientos, está detrás de mi, esperando a que entre.

No sé si decírtelo. — digo mirándolo muy indeciso. 

—Primero entremos. — dijo y abrió la puerta, sin esperar a que yo dijera algo.

Al estar dentro, lo primero que vimos fue una samanta casi irreconocible.

Ninguno dijo nada, al menos yo estaba en shock al ver como ella estaba conectada a muchos cables en sus brazos, por su boca un éxito blanco, su cara estaba totalmente pálida haciendo más notables sus hematomas que en el habían, la señal de que había sido golpeada era muy clara.

Algo en mi se removió al verla así, en ese estado tan grave, los recuerdos volaron a mi mente, cuando ella estaba así luego el accidente, llena de hematomas.

pero un sonido interrumpió esa oleada de recuerdos.

Miré el celular ... Y era .. La tía Susan, no se porque pero ya me imaginaba lo que me diría, era algo de lo cual no quera hablar.

Narra Luther 

Iba a todo lo que daba el auto ... Directo al jodido hospital ... Sí, me enteré de lo que pasó a mi pequeña Sam, el corazón se me va a salir del pecho.

Después de estar en aquella casa me iba a la mía pero mi madre me había dicho, diciendo que una chica con el nombre de mi pequeña había sido violada ... Y no lo pensé dos veces ... Aquí me encuentro, con los nervios de puna 

Me bajo del auto con el corazón a mil y mi respiración agitada, mis ojos pican pero en ningún momento dejado que alguna lágrima caiga de ellos, no hasta estar seguro de que ella no es.

¿Dónde se encuentra la paciente Samanta Resmond? —Le preguntó a la recepcionista.

—Está en cuidados intensivos, segundo piso pasillo derecho habitación 32-B.— Dije un pequeño gracias y corrí al ascensor pero este no bajaba nunca, y con los nervios que me carga.

A la mierda, subí por las escaleras corriendo y seguí las indicaciones.Ya en frente de la puerta, mis nervios salieron a flote otra vez.

La última vez que estuve frente a una de estas ... fue ... cuando ... mi hermanita .... ella.

Sacudo mi cabeza para sacar esos recuerdos.Abro la puerta y lo que veo me deja mas sorprendido que nunca, y también hace que una pequeña rabia comience a crecer.

¿Qué mierda hacen estos dos idiotas aquí?

Los quedo mirando como ellos a mi, con sorpresa y una notable furia.

¿Qué hacen aquí? —Digo bajito.

—Eso a ti no te importa. — dijo el tatuado.

No respondo, no escucho más cuando mis ojos paran en ella, al ver el estado en el cual se encuentra, mis ojos van a sus brazos, y veo vendas nuevas en ellas

—Oh por dios. — susurré, me pretendía acercar pero el cuerpo del chico me rudo lo prohibió.

—Sal de aquí niñato. — dijo ... Justin ... Sí así creo que se llama.

¿Por qué debería salir?ella es mi amiga, me necesita, tú y el otro problema salir ... aquí no son nada de ella y solo la molestan.-al decir eso el tatuado que estaba con mi amiga se para mí viene a encarar.

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Escritora: Natalia Manriquez.