MATRIMONIO ARREGLADO.

'Narradora'

Un nuevo día comenzaba y junto con el, un dolor de cabeza acompañaba a la joven Diana, quien al despertar agarro con fuerza su cabeza y volteeo notando que su esposo no se encontraba en la cama.

Volteo su mirada a la mesita de noche y tomó el reloj para ver que eran las 8 en punto.

Todavía agarrando su cabeza, se dirigió a el baño, hizo sus necesidades y se dio una relajante ducha para que pudiera disipar un poco el dolor de cabeza.

Una ves termino de ducharse y se vistió, bajo las escaleras en busca de su esposo, quien al parecer se había levantado más temprano.

Al entrar a la sala vio su laptop abierta y recordó que allí tenía cosas guardadas que Sam no podía ver, pero al estar frente a ella se encontró con que su esposo estaba ayudándola a terminar con su trabajo.

- Buenos días, el desayuno esta listo.- escucho decir a Sam y volteó a verlo para luego asentir.

Camino a él dispuesta a darle los buenos días como correspondían pero al estar cerca de sus labios, este desvío la mirada a otro lugar sorprendiendola.

- *Sam, ¿Que sucede?

- Desayunemos*.- respondió para luego girar y entrar nuevamente a la cocina.

Él no dijo nada por un largo rato, pues primero le permitiría comer su desayuno y luego le reclamaria el que le oculté algo tan importante como lo hizo.

- Estaba delicioso.- comentó Diana mientras veía la mesa.

- Me alegra saber que te gustó.- respondió él para luego comenzar a levantar todo pero cuando ella quiso ayudarlo él negó. - *Deja que lo haga yo, necesito despejarme un poco.

- Esta bien*.- respondió ella mientras volvía a sentarse y veía a su esposo juntar todo para luego llevarlo a el lavado. No entendía porque repentinamente él estaba molesto con ella, ¿Acaso hizo algo en la noche para molestar a su esposo? ¿Acaso lo avergonzó delante de todos sus amigos y conocidos*?* - ¡Ahh! - *se quejo mientras agarraba su cabeza, la cual dolía jodidamente*.

- ¿Que sucede? - preguntó Sam asustado mientras se dirigía a ella.

- Solo.. me duele la cabeza.- contestó ella para luego intentar ponerse de pie.- Sam, necesito una aspirina.- Dijo al ver que su esposo le prohibía pararse.

- Deja que te la traiga.- contestó para luego dirigirse a el cajón donde guardaban los medicamentos, tomo una aspirina, cargo un vaso de agua y se dirigió nuevamente a su esposa entregándole ambas cosas. - ¿*Te sientes mejor?

- Si, supongo que es el castigo por beber tanto en la noche*.- Respondió sonriendo y él asintió con seriedad para luego volver a hacer lo que hacía. - Sam.- lo llamo más sin embargo él no contesto. Ella suspira y se pone de pie para luego llegar a él y abrazarlo desde atrás, sorprendiendo a su esposo.- ¿*He hecho algo malo en la noche? ¿Te he avergonzado con tus amigos?

- ¿Porque piensas eso*? - preguntó él mientras se quedaba quieto.

- Se nota que estas enojado conmigo,como si hubiese cometido algún crimen del cual no puedo ser perdonada.- Respondió ella y vio a su esposo girar.

- En la noche te divertiste mucho, tanto así que hasta intentaste abusar de mi en plena fiesta. - contestó Sam viéndola como se sorprendía y se sonrojaba.- *Si bien trate de poner resistencia, tu seguiste tocándome y pues.. casi te desvistes en medio de la fiesta.

- ¡Ho Dios mio*! - respondió Diana mientras agarraba su rostro y Sam comenzaba a reír. - ¿*Estas jugando conmigo?

- Casi, digamos que no pasó a tan grande extremo pero mis amigos me sugirieron llevarte más seguido a sus fiestas ya que se divierten al ver como me provocas*.- Respondió él y ella bajo su mirada avergonzada.

- Lo siento, no soy muy buena bebedora y.. no fueron mis intenciones avergonzarte.- contestó ella por lo que él suspira y la toma de la mano para luego dirigirla a la sala.

Una ves ambos estuvieron sentados, Sam tomó las manos de su esposa mientras pensaba una forma de hablar con ella sutilmente, sin sacarse se quicio aunque.. sabiendo y conociendo el carácter de su mujer sabía que eso era imposible.

Ya se había tomado el tiempo de revisar todas sus cosas, hasta encontrar lo que buscaba en su laptop y realmente no podía creer de que ella le oculto algo tan importante como eso.

- Yo.. no me sentí avergonzado, realmente me sentí feliz al verte feliz a ti y.. la pase muy bien anoche, no tenia de que lamentarme con respecto a la fiesta.- Comentó Sam. Diana se sorprendió y asintió a las palabras de su marido para quedar en silencio por un momento, solo un pequeño momento en el cual pensó bien las palabras que él utilizo.

- Dijiste que no tenias que lamentarte con respecto a la fiesta pero.. ¿Hay algo más? ¿Algo de lo que si te lamentas? - preguntó tomando su mano y viendo a Sam ponerse de pie para luego caminar de un lado a otro.

- Diana, el matrimonio se basa en confianza, respeto y amor.- comentó él mientras trataba de tranquilizarse.- Por mi parte cumplo con las 3 porque.. confío plenamente en ti, te respeto en todos los sentidos y te amo como jamás nadie lo hará. - Señaló mientras creía que quizás su esposa se sinceraria con él y le diría por sí sola lo que pasaba, quería creer en que ella estaba esperando el momento adecuado para decírselo. - Dime algo..- añadió obteniendo el asentamiento de ella.- Tu.. ¿Tu también estas cumpliendo con las 3 cosas básicas que se necesitan para que nuestro matrimonio funcione? ¿No me ocultas nada? - preguntó notando como Diana volteaba su mirada a otro lugar.- Diana, necesito que seas sincera conmigo, deseo que seas tu quien me diga lo que ya se. - añadió mientras se acercaba a ella y tomaba sus manos.- Por favor. - pidió mientras sentía como las lágrimas se le acumulaban.- *Quiero creer que has estado esperando el momento indicado para decírmelo y si no fuera el hecho, aunque sea mienteme.

- Hablas de él tiempo que me queda ¿Verdad*? - respondió ella sin voltear a verlo y sintiendo como todo se desvanecía, como aquella capa que había creado para que él no lo supiera..se rompía a pedazos frente a ella.- Te seré sincera, no pensaba decírtelo. - añadió volteando a verlo y notando la decepción en los ojos de su esposo.- *No lo iba a hacer porque sabía que te dolería, porque sabía que querrías hacer hasta lo imposible para que ese momento no llegue.

- ¿¡Porque lo haces*!? - dijo molesto mientras comenzaba a llorar.- ¡*No tienes el derecho de ocultarme algo tan importante como esto! ¡Soy tu esposo!

- Sam..

- ¡Sam nada*! - la interrumpió mientras zollosaba.- Me destruye el saber que me lo has ocultado, el que jamás me pidieras que te acompañe con el médico y.. lo llamare.- Dijo limpiando sus lágrimas con brusquedad mientras sacaba el móvil de su bolsillo con manos temblorosas.

- No Sam, no lo hagas por favor.- Pidió ella tratando de detenerlo.

- ¡Ya Diana! - Respondió él mientras forcejeaba con ella para que no le quitara el móvil.- ¡SUELTAME! - Gritó espantando a su mujer.- ¿¡*Acaso no puedes entender lo que esto me está doliendo!? ¿¡Acaso solo te importas tu!? ¿¡QUE DEMONIOS SIGNIFICO YO EN TU VIDA HA!? ¿¡QUE!?

- ¡LO ERES TODO PARA MI*! - Gritó ella para luego romper a llorar y sentarse en el sofá mientras agarraba su cabeza.- Eres el hombre de mi vida, el único hombre al que ame con todo mi corazón y de manera verdadera. - añadió para luego verlo y zollosar.- ¿*Como crees que sería capaz de decirte esto sabiendo que te lastimaria? sabiendo de que sufrirías por mi causa.

- Tendrías que habérmelo dicho*.- contestó él mientras intentaba calmarse.- Ahora solo tengo la opción de preguntarle a tu doctor y si fuera el caso de que no quiera decírmelo, solo se comprometeria porque lo denunciare por ocultar algo tan importante y perdería su licencia.- agregó para luego marcar el número y colocar el móvil en su oreja.

- No lo hagas Sam. - pidió nuevamente ella mientras veía el piso.- Yo.. te mostraré todos los estudios y te contaré todo, pero por favor..- levanta su mirada a él. - Deja ese móvil.

El la vio por un momento dudando de su palabra pero decidió creerle, decidió dejar que sea ella quien le contará todo y corto la llamada justo cuando el doctor le atendió.

- Quiero saberlo todo.- respondió para luego cruzar sus brazos y ver a su esposa con firmeza.

*No le quedaba de otra, tendría que decir la verdad o poner a otra persona para que pague las consecuencias. ¿Como fue que su esposo se dio cuenta de ello?*