Cuatro Para Mi Secretaria

Él sabe que todavía estoy aquí, ¿quién se cree que es para besarla así?!

Está bien que esto no es asunto mío, una vez que ese individuo se vaya, volveré a mi oficina. No sé cuándo ni cómo empecé a actuar así como un idiota, Louize se alejó de mi vista sin que me diera cuenta, también rechazó mi oferta de llevarla a casa. Nadie nunca ha rechazado una oferta mía, quiero decir, nadie rechaza nada que venga de mí, las mujeres prácticamente se arrojan a mis pies, a diferencia de Louize, que mostró indiferencia de mi parte, nunca mostró interés por mí.

De todas formas, no me interesa ella, después de todo, dejé en claro que no acepto relaciones aquí en la empresa y no voy a cambiar de opinión ahora.

......Anne Louize......

Después del almuerzo regreso a mi oficina, ya era más de la una de la tarde, y sinceramente no tenía ganas de quedarme aquí en el trabajo durante el resto del día, los acontecimientos de más temprano me dejaron un tanto agitada.

Recibo una visita inesperada, es Jacob, dice que pasaba cerca y decidió darse una vuelta para verme. Me sorprendió, pero no puedo negar que me gustó verlo.

Me levanto y lo saludo, curiosamente llega Hunter y nos ve abrazados, fue embarazoso, vi algo en los ojos de Hunter que parecía ser celos, no sé, pero creo que le molestó ver a Jacob ahí conmigo. Los presenté, pero no entendí bien lo que pasó aquí, Hunter prácticamente echó a Jacob de ahí, y aunque no siento nada por mi jefe, de alguna forma me sentí incómoda ante esa situación.

Llega la tarde, Hunter ya se iba, incluso más temprano de lo habitual.

- Louize\, me voy\, hoy quedas libre.

- Ah\, genial\, tengo que pasar por el mercado para comprar algunas cosas para casa.

- Vamos\, te llevo.

- No hace falta\, ya lo he dicho.

- Me estás evitando\, Dios mío\, ¿por qué eres tan terca? ¿Soy tan repulsivo para que no quieras estar cerca de mí?

- No es eso\, solo no quiero que pierda su tiempo conmigo\, puedo llamar a un taxi.

- Insisto\, vamos.

- Está bien\, para que no se sienta tan mal\, puede dejarme en el mercado\, que está a una cuadra de mi casa\, si quiere.

- Si así lo deseas\, bien\, oh mujer terca\, Dios mío\, vamos antes de que cambies de opinión.

Revuelvo los ojos, tomo mis cosas y salimos, tomamos el ascensor, pasamos por el salón principal y vamos hacia la salida, todos nos miran, sin entender muy bien la situación, deben estar pensando que soy la próxima víctima que el señor Hunter llevará al matadero, no estoy acostumbrada a tantas miradas curiosas sobre mí.

Aunque no lo había notado antes, él es bastante guapo, hoy en especial está usando un traje perfectamente hecho a medida, la barba recién afeitada de unos cinco días, el cabello perfectamente peinado, y supongo que esa es la razón por la que llama tanto la atención y ahora, caminando a su lado, me siento tan pequeña.

Llegamos al estacionamiento, él abre la puerta del coche para que entre, él entra después de mí.