Después de que su esposo le fue infiel con su mejor amiga, tuvieron un altercado. Todos la creían muerta, pero ella volvió con más fuerza dispuesta a vengarse de todos los que le hicieron daño.
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Encontraron el coche de Sharon
Buen día, señor Arap, le tengo noticias...
Buen día, dígame...
Las pruebas de ADN salieron positivas, Roxana y Sharon son hermanas, así que le toca la mitad de todo. Y cuanto antes mejor.
¿Ah, sí?, ¿y dónde está ella?
La estamos buscando, al parecer, está desaparecida.
De seguro se fue de rol con su amante o novio. Y mientras ella no aparezca, todo esto es mío...
Te equivocas, dijo Erick al entrar al despacho.
Perdón, señor, no pude detenerlo, dijo ma secretaria un poco asustada.
Está bien, no te preocupes.
¿Quién eres tú?, preguntó Arap.
Soy abogado de Sharon, y mientras ella no aparezca yo ocuparé su lugar.
No me digas, ¿y con qué derecho te tomas esas atribuciones?
Tengo un poder firmado por Sharon.
Y diciendo esto, le mostró un papel.
Arap dio un golpe al escritorio, ustedes quieren acabar conmigo, ¿o qué?
Solo queremos hacer justicia, dijo Erick.
¿Y qué clase de justicia es esta?
Bueno, tiene una semana para darle a Sharon, en este caso a su abogado, lo que le pertenece.
Ellos se despidieron, dejando a Arap rumiando su coraje.
"¡Maldita sea!, ¿dónde estás, Sharon?".
.
.
Los oficiales llamaron a Erick...
Señor, encontramos el coche de Sharon, está hecho chatarra en un acantilado. Pero la señora Sharon no estaba ahí.
Entonces, cabe la posibilidad de que esté viva.
Hay que encontrarla, en los alrededores de donde fue encontrado el coche.
Sí, ya la estamos buscando.
Erick cortó la llamada, la secretaria entró en ese momento.
Señor, lo busca un hombre llamado Ethan.
Dile que pase...
Hola, ¿aún no tienes noticias de Sharon?
No, encontraron su auto, pero a ella no.
Según lo que he podido averiguar, la vieron en su auto con un hombre, fue lo que dijo Ethan.
Pero, ¿quién era ese hombre?, ¿lograron identificarlo?
No, pero yo creo que es ese hombre que trabaja para Arap, el policía que corrieron por corrupto.
¿Tú crees?
Casi podría estar seguro.
Iremos a buscarlo, pagará cara su osadía.
Más tarde...
¿Dónde dejaste a Sharon?, Espero que no la hayas dejado a la vista para que la policía no la encuentre.
A estas alturas ya debe estar putrefacta, no creo que la puedan reconocer, bueno, eso, en caso de que la encontraran.
Vamos a buscarla, tenemos que cerciorarnos de que está muerta.
Está bien, pero tranquilízate. Te espero en el restaurante de siempre, ahí nos pondremos de acuerdo, y cuidado con que me estés jugando chueco, acuérdate que yo sé muchas cosas de ti; dijo el hombre. Además, yo ya estaba por largarme. El hombre llamado Jason cortó la comunicación.
Isabella tomó su bolso y se dispuso a salir.
Justo cuando abrió la puerta , se topó con Erick y Ethan que estaban a punto de tocar.
¿Pensaba salir?, dijo Erick tapándole el paso.
Eh, solo voy a tomar un café, dijo Isabella.
¿Y por qué está nerviosa, señorita?
¿Por qué habría de estarlo? ¿Quién es usted?
Eso no le importa, andamos buscando al señor Germán.
Supongo que debe de estar trabajando con Arap en su empresa.
Tenemos noticias de que el día que desapareció Sharon iba con Germán en su automóvil, dijo Erick, convencido de sus palabras.
¿Y eso qué tiene que ver?, Germán es el abogado, chofer, y todo lo que se le ocurra a mi prometido. De seguro le habrá pedido que la lleve a algún lugar.
No me diga, y teniendo su propio coche, ¿iba a pedirle a alguien más que lo manejara? ¿Y por qué precisamente a Germán?, Erick estaba muy molesto y quería ahorcar a Isabella, pero se contuvo.
Supongamos que sí fue con Germán, eso no quiere decir que él le haya hecho algún daño.
Isabella ponía mucho énfasis en lo que dijo que, daba pie para que se pensara que ella y Germán tenían algo que ver.
Déjeme adivinar, usted es amante de él.
¿Cómo se le ocurre decirme eso?, ni siquiera me conoce. La mano de Isabella voló al rostro de Erick, pero este se quitó en el momento justo.
¿Y ahora me quiere golpear? No más eso me faltaba. Ninguna mujer me ha puesto una mano encima y no será usted la primera. Y quiero que sepa que la conozco más de lo que usted misma se imagina. Sé que no es precisamente una "mujer decente" que piensa casarse con un nombre no tan honesto que digamos. Son tal para cual.
Pero a mí no me interesan sus "amoríos". Yo lo único que quiero es encontrar a Sharon para que se haga cargo de su empresa.
¿Está usted loco?, ¿de cuál empresa está hablando?
De la empresa que le dejó su padre, por supuesto.
Claro, suponiendo que Sharon sea hermana de Roxana.
Eso no se lo voy a aclarar, pero tenga por seguro que se hará justicia. Y dígale a ese mequetrefe de Germán que más le vale que se esconda bien, porque donde yo lo encuentre, no seré tan pasivo como con usted. Vámonos, Ethan.
Isabella se fue caminando atrás de ellos por el camino, pero dio la vuelta para tomar su coche.
Los dos hombres hicieron lo mismo al subir a su auto. Pronto se perdieron de vista.
¿Tú crees que Germán haya sido el autor de todo esto?, preguntó Erick un poco pensativo.
Al parecer, no era él el que iba con Sharon en el coche. ¿Pero quién más podría ser?, Ethan ya no sabía qué pensar.
Tal vez un hombre contratado para hacerle daño, eso sí podría ser, fue la respuesta de Erick.
.
.
Eres un estúpido, un hombre te vio en el coche de Sharon, te dije que no levantaras sospechas.
Salieron del coche y se fueron caminando por un lugar un poco despoblado.
Isabella sacó una pistola en ese momento...
Lástima que aquí te vas a quedar, y no te preocupes nadie te echará de menos.
Está bien, mátame si quieres, pero tengo que decirte algo antes, tengo un video muy explícito de cuando tú y yo estuvimos en el hotel, además, de ciertos papeles que demuestran que tú mandaste matar a Sharon. Los tiene una persona muy importante para mí, si algo me llegara a pasar esa información pasará a manos no solo de la policía, sino también de tu prometido.
Eres un mal nacido, de seguro me estás mintiendo, ¿verdad?, tú no serías capaz de algo así, sería muy bajo de tu parte.
Ni modo, mi amor, uno debe de protegerse las espaldas. Y ahora me voy y si quieres mátame por la espalda.
Jason se dio la vuelta y se fue caminando sin temor. Sabía que tenía a Isabella en sus manos y no se atrevería a dispararle.
"Ya encontraré la manera de deshacerme de ti, bastardo", pensó ella.
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