Renací Para Ser La Villana: Roxane

Como ya era tarde, Alek tuvo que llevar a Roxane hasta su casa, por supuesto, bajo a saludar al Duque para estar seguro de que no regañara a Roxane por llegar tarde, puesto que ese día no le tocaba quedarse en el palacio, después de los saludos, se paso a retirar mientras que Roxane ya se había ido a su alcoba a cambiarse, pero cuando esta por acostarse, entra su madre quien se sienta en la orilla de la cama.

- tu padre, dijo que el príncipe heredero te trajo...

- si, fue muy amable, la pasamos bien durante el festival.

La Duquesa sonríe, era bueno ver a su hija feliz.

- acaso, entre el príncipe y tú ¿hay algo?

- ¿eh? N-no, solo nos llevamos bien, el príncipe seguramente ya tiene una chica quien le guste.

Roxane pasa rápidamente a subirse en la cama junto a su madre.

- si la tuviese, no te acompañaría. Hija, solo, ten mucho cuidado, en el palacio, siempre hay mucha rivalidad, la emperatriz, es de cuidado.

- lo se, pero estaré bien, mientras ella no se acerque a mi, no le haré nada.

Bromeo la chica.

- ¡Roxane! Hablo en serio.

- si madre, no te preocupes, si algo pasa, me retiro de ese lugar de inmediato.

La Duquesa no duda en abrazar a su hija, después de casi perderla hace unos meses, se preocupa de más, sobre todo ahora que anda metida en la guardia real. Siendo su día libre, Roxane decidió dormir hasta muy tarde, pero pronto su madre entra toda nerviosa y emocionada, acompañada de las doncellas.

- Roxane, cariño, despierta...

La mujer le sacude un poco.

- ¿que pasa mamá?

- l-la emperatriz de Ártica, ha venido a verte...

Roxane se levanta de un salto corriendo a su closet en busca de su ropa, de entrenamiento, había olvidado que Rachel le dijo que en su día entrenarian fuera.

- mamá ve con ella, dile que enseguida bajo...

- pero Roxane, hija...¿por qué la emperatriz ha venido?

- mamá, ella me esta enseñando magia, nos llevamos bien durante el viaje y ella me ayuda con la magia.

- ¡oh! Iré a ofrecerle algo, mientras bajas.

La mujer se fue a toda prisa, nunca antes había tenido un invitado importante en la mansión, así que esta un poco nerviosa. Hizo que sirvieran toda clase de platillos y el mejor té de la mansión.

- espero todo sea de su agrado, majestad...

- no era necesario tanto, se lo agradezco y espero no incomodar.

- para nada majestad, es un honor que la emperatriz de Ártica este en esta humilde casa.

- no necesita menospreciarse, la señorita Roxane no es así y estoy segura que es porque su madre le ha enseñado bien.

- majestad, he hecho todo para criarla como una mujer de bien.

- lo ha hecho bien, su hija, logrará grandes cosas, ya verá.

La Duquesa luce feliz por todo lo dicho, su hija se verdad tiene suerte, ya que eso, seguro la ayudara mucho en el futuro. Poco después Roxane bajo, ambas salieron al patio para ir al jardín, donde los guardias de la familia suelen entrenar; al poco tiempo, la emperatriz Alondra llego a la mansión, en compañía de un joven, que era bien parecido, de cabello y ojos castaños y apariencia elegante, la Duquesa los recibe con gusto, aunque, le sorprende el porque de la visita.

- un matrimonio ¿quiere que mi hija se comprometa con este joven?

- así es, ya esta en edad de casarse y este chico es el joven Conde Basteri Matias, heredo el titulo muy joven, estoy segura que harán una linda pareja.

La Duquesa se queda en silencio, esta segura que su hija no querrá algo así y ella tampoco esta dispuesta a obligarla, pero, es la emperatriz quien lo propone.

- b-bueno, mi hija en estos momentos esta enfocada en otras cosas, no se su el joven este dispuesto a respetar eso.

- si habla lo de ser una guardia, eso es para plebeyas de baja clase, la señorita Florescu debe solo cumplir como su deber.

- Duquesa, le aseguro que su hija nunca la faltara nada.

Hablo el joven Conde, ya que a él le conviene casarse con Roxane, así podría quedarse con el titulo de Duque en el futuro.

- Duquesa, es mejor que su hija se case, estando en ese lugar, con sucios plebeyos, solo podrían dañar su reputación.

- ¿sucios plebeyos? Le recuerdo que esos sucios plebeyos son los que mantienen su país a salvo para que usted pueda vivir como la vieja floja que es.

Rachel entro a la sala y paso a pararse frente a la emperatriz, quien aprieta los dientes ante las palabras de Rachel.

- ¿como te atrevez?

Alondra se puso de pie, para encarar a Rachel, pero esta mantiene su mirada afilada, fija en los ojos de la mujer mayor.

- hablando mal de su gente, bien, entonces ¿por qué no saca a esos sucios plebeyos de su palacio? Me ayudaría a destruir su perfecta vida.

Rachel la empuja del hombro para hacerla caer al sofá nuevamente.

- si, desde ahí es donde tienes derecho a verme. ¿Quien te crees queriendo resolver la vida de otros?

- maldita mocosa, te crees mucho porque eres una emperatriz, pero no eres más que una zorra que se metió a la cama del emperador para tener algo.

- bueno, al menos me funciono, soy amada y mi hijo es el heredero, pero ¿de que sirve tu decencia si ni tu hijo es el heredero? No es más que inútil.

Rachel sonríe triunfante al ver que la emperatriz esta hecha una furia, por sus palabras.

- tus insultos, se los haré saber al emperador...

- adelante, que me castigue, así me das un motivo para conquistar este país, hace años que no disfruto de un baño de sangre y la primera en derramarse, será la tuya...

Rachel pasa su mano sobre la mejilla de la emperatriz, cortando con la uña del pulgar su piel, ante esto la emperatriz se aparta cubriendo donde le hirió.

- y tú jovencito, eres tan poca cosa para una mujer como Roxane.

El chico se había quedado en silencio, pero ante lo dicho, se puso se pié para salir rápidamente de esa mansión mientras que Roxane y su madre, solo observan en silencio.

- eres una zorra, una maldita zorra, date por muerta...

La emperatriz salió furiosa del sitio, mientras que Rachel ríe por como se ha ido.

- con eso, dudo que vuelva a insistir. Perdone mi rudeza Duquesa, pero, me molesta que esa mujer se crea mejor que todos.

- n-no se preocupe alteza, solo espero esto ocasione un problema mayor.

- no lo hará, esa mujer no tiene poder, el emperador, no le dará importancia a sus berrinches.

- espero que así sea...

La Duquesa luce preocupada, así que Roxane la abraza para tranquilizarla.

- me retiro, le prometo que no causare problemas, iré a arreglar todo.

Rachel le sonríe con amabilidad y se retira, mientras que Roxane se queda junto a su madre. Rachel había llegado a caballo, así que se apresura, si va a un paso más rápido cortando camino para llegar antes que el carruaje de la emperatriz Alondra.